Anastasia
Cuando pensé que John me dejaría salir del baño, me aprisiona más y me dice:
— ¿Qué más quiero de ti? Eso lo puedo preguntar yo querida. Jugaste como una reina, al menos eso creíste. Lo que no esperabas es que yo te quitara la corona. ¿Acaso pensaste que no me daría cuenta de que estás follando con Vigo? ¿Tan estúpido me crees? —Me dice con una mirada oscura y profunda.
—Y… yo…—No pude gesticular palabra alguna, él tenía razón.
— ¿Te comió la lengua en gato? Si estabas llorando por lo que viste hace un rato entonces me gustaría ver tu cara cuando me la folle. Te haré sentir lo mismo que yo sentí cuando te vi, te metiste en un juego donde yo soy el único ganador Anastasia. Traté de ayudarte, me arriesgué por ti y tú
Este capítulo contiene escena de sexo explicitasAnastasiaSalimos del lugar y estábamos acalorados. Me sentía completamente excitada y sabía que no aguantaría mucho tiempo. Vigo tenía su mano en mi espalda baja y no dejaba de darme besos en los hombros. John observaba la escena y su mirada continuaba oscura como la noche. No podía apartar sus ojos de mí y eso me encendía aún más.— ¿Por qué mejor no vamos todos en el auto? —Ofrece Vigo a John.—Me parece perfecto, así no perdemos tiempo. —Digo y ambos asienten.Una vez subimos al auto, cada uno se sentó a mi lado. Vigo subió la ventanilla del centro del auto para que el conductor no pudiera observar nada.—Jonathan, esta noche podrás disfrutar de cualquier parte del cuerpo de mi esposa. No tendr&
AnastasiaHan pasado dos meses desde la primera vez que sentí la necesidad de experimentar este mundo tan desconocido para mí. Dos meses en los cuales hemos repetido esos encuentros más de una vez y en donde he aprendido a descubrirme como mujer y amar el sexo como lo hago ahora. Abrir mis ojos a este nuevo mundo ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.Vigo trató de que cambiáramos de acompañante y cedi para que no malinterpretara las cosas entre John y yo, pero no nos fue muy bien. No sentía esa conexión especial y tampoco me llenaba por completo, incluso él pudo notarlo en varias oportunidades. Le expliqué lo que me pasaba y para mi sorpresa él opinaba lo mismo, así que decidimos solo ser exclusivos entre nosotros. Hablamos con Jonathan y él aceptó gustoso, desde ese día no nos hemos separado.Durante este tiempo me he acercado
—John, ¿qué haces aquí?—No podía dejar que vinieras a este sitio sola vestida de esa forma nena.—Es peligroso que estés aquí, pueden vernos.—Me importa un carajo que nos vean, ya no quiero seguir escondiéndome Anastasia.— ¿De qué hablas John?—Esto que tenemos, lo nuestro. No quiero seguir ocultándonos, quiero salir contigo como cualquier pareja.—Sabes muy bien que no podemos John, eso es imposible.—No es imposible, solo dime que si nena, por favor.—Debemos esperar un poco más…— ¿Cuánto más? No puedo seguir así Anastasia, viendo como le sonríes, y él te comparte con otros hombres. ¿Crees que no lo sé?Suelto un suspiro.—Solo pasó durante un tiempo, ya no más John. Solo estoy contigo
—John, esto es… es realmente impresionante. Me has dejado sin palabras.—Era la idea nena. —Se acerca y me da un beso—. Vamos a sentarnos.Se porta como todo un caballero y me acomoda el asiento para que pueda estar cómoda. No conocía esta faceta de él y la verdad me tiene impresionada.— ¿Por qué me ves de esa forma? —Pregunta—No es nada cariño, es solo que estoy asombrada con el lugar. Todo es muy lindo. —Había una mesa pequeña para dos personas junto a la piscina, alrededor estaban unos faroles muy hermosos iluminando el lugar. La vista era increíble.—Me alegra que te haya gustado. Quería hacer algo que nos ayudara a convivir como una pareja y se me ocurrió esta idea. Sé que disfrutamos cada momento juntos, pero no habíamos tenido la oportunidad de tener una cena romántica. Así qu
AnastasiaLlegó el día de la boda de Mary, estoy muy emocionada porque después de tantas cosas que le ha tocado afrontar, por fin encontró la felicidad que tanto se merecía. Me encuentro en la habitación terminando de arreglarme cuando veo que abren la puerta, es Vigo.—Sorpresa cariño. —Dice al entrar—Pensé que regresabas mañana. ¿Qué haces tan pronto aquí?Se acerca a mí y me da un cálido beso.—No podía dejar que fueras sola a la boda de tu amiga, qué pensarán de mí.—Tienes razón, Mary me dijo lo mismo.— ¿Lo ves? Por eso hice lo imposible para arreglar el problema y regresé antes. Voy a alistarme lo más rápido posible para que salgamos.—Ok.Llevo un vestido color
Desde la boda de Mary, lo único que he sabido de John y de mis padres es que ya no están en Londres. Le he enviado varios mensajes a John y no obtengo respuesta alguna, es estresante estar así, sin saber lo que realmente está pasando.En cuanto a Vigo, desde lo sucedido se ha mantenido un poco distante y ocupado más de lo normal. Es increíble que ya pasara poco más de un mes y medio y mi vida continua de lo más normal. Lo único extraño es que me he sentido muy rara. He estado con mucho sueño y tengo más hambre de lo normal, además últimamente estoy vomitando mucho siento que esto no es normal. Por eso decidí ir al médico para que me diga exactamente lo que tengo.Estoy terminando de alistarme para salir a la clínica cuando recibo una llamada de Vigo.—Hola, cariño ¿cómo te sientes hoy?
Salgo de allí intranquilo, el hecho de ahora Vigo sepa todo me ha dejado muy mal. No sé lo que podrá estar pasando dentro de su casa en estos momentos, solo espero que Anastasia se encuentre bien. Trato de llamarla e inmediatamente salta al buzón, me estoy exasperando por la intriga.Dos días despuésHan pasado dos días, desde que abandoné la casa de Vigo. Sé que está planeando algo, pero no me quedaré con los brazos cruzados. Me encuentro en mi despacho bebiendo un poco de Whisky cuando noto que las cámaras comienzan a fallar. Es hora pienso. Me preparo, tomo mis armas y salgo del despacho en silencio. Uno a uno me voy deshaciendo de los hombres que encuentro en el camino, son muchos, pero sé que puedo con ellos.Con cada golpe, aumenta mi adrenalina, mi casa es un completo caos, tiros y golpes se hacen presente mientras continuo av
Me encuentro en la habitación viendo tontamente la ecografía. Siento un cúmulo de emociones recorrer por mi cuerpo en estos momentos. Instantáneamente poso mi mano en mi vientre y comienzo a acariciarlo.—Mami no dejará que nada malo te pase, mi pequeño ángel.Escucho sonar mi teléfono y resoplo. Debe ser Vigo, es un fastidioso. Tomo el celular de mala gana, pero no es él, se trata de un número desconocido. Desbloqueo la pantalla rápidamente.— ¿Hola?—Nena, soy yo.—¡¡John!! Cariño, qué bueno escuchar tu voz, te extraño tanto…—Yo también te extraño muchísimo cariño, quiero verte, te necesito…—Cielo, dime que viste el mensaje que te envié.—No cariño, lo siento. Es que tuve que deshacerme de e