Me subo al auto de mi padre rumbo a la escuela. Ya que no funciona el mío, mi papá debe ser mi chofer personal. Dejo mi bolso en los asientos de atrás y el auto arranca.
—¿Cómo te sientes en la escuela? Creo que no había tenido la oportunidad de preguntarte, cariño —observo a mi padre con una sonrisa antes de comenzar.
—Bien —él frunce el ceño.
—¿Solo bien? ¿Estás segura?
—Es algo intimidante. Todos allí tienen dinero, todos, sin excepción, pero estoy bien, tengo amigos.
—Así que estás bien, pero es intimidante.
Un mes después.Hace un mes que Kimberly pasa más tiempo con nosotras, ella es muy divertida, aunque su personalidad no es explícitamente como la nuestra, lo es, a su manera.A veces no paro de pensar que tiene una belleza que la llevaría a ser la reina del mundo, si quisiera, pero no la aprovecha, ella es... Definitivamente ella es la chica para Erik, es virgen, pero sé que le gustará, le encantará.Cuando Erik me comentó que quería una nueva chica la primera que se me vino a la mente fue Verónica de mi clase de geografía, tiene caderas anchas y el cabello negro, lacio y largo, pero no se compara con Kimberly. Es que cuando la vez te da miedo tocarla porque sientes que es una ilusión y que desaparecerá así que la elegí, la eleg
Al llegar a la casa de Kimberly, lo primero que noto es que es muy hogareña. Es de dos plantas y tiene un pequeño jardín delante. Es muy bonita, es como esas casas pequeñas que parecen de muñecas pero definitivamente no se compara con la mía.Toco a la puerta y me abre su madre. He hablado un par de veces con ella, sin embargo, no me cae nada bien, ella es quién tiene a Kimberly así de estúpida y retraída.—Hola... —se detiene buscando en su mente mi nombre.—Sharon, me llamo Sharon —le digo rodando los ojos. Es imposible que alguien olvide mi nombre.—Lo siento, ¿buscas a Kim?—¿A quién más en est
Me quedo estática en mi lugar, lo que me dijo Sharon me cayó como un balde de agua, no sé porque tomó esa actitud, es sólo una fiesta.Estarás con la incógnita de qué hubiera pasado si me hubieras acompañado....Sus palabras se repiten en mi mente, ¿será que voy? ¡Demonios! Vaya, hasta digo malas palabras.—Ya deberías estar dormida —la voz de mi madre hace que salga de mis pensamientos.—Lo sé, lo lamento —contesto.—Kim, ésa chica Sharon no me da buena espina, es impertinente y mal educada, además, por culpa de ella te has alejado un
Sharon estaciona el auto frente a una casa gigante, parece una mansión; es de tres plantas y estoy segura que está equipada con muchas habitaciones, ya que es notable, es luminosa y la música está tan alta, que se escucha acá afuera. No parece la casa de un "amigo" a menos que ese amigo sea el hijo del presidente.Hay un montón de autos finos, como los de las chicas, incluso mejores, en todas las entradas que puedo ver desde aquí hay hombres con armas, lo cual me sorprende y me asusta. Esto está muy raro y no me gusta nada.—Sharon ¿dónde estamos? —le pregunto, esto está muy raro.—Calma, ya te dije, en una fiesta —contesta sin mirarme.
—¡Maldita perra! —me grita Sharon.Admito que lo que acabo de escuchar me sorprende, pero no me intimido.—¿Perra? ¿ahora soy yo la perra? tú te acuestas con todos estos hombres, por dinero —contesto.—Sí, lo hago, pero es mi problema. Yo sólo quise ayudarte. Esto no es malo, Kimberly, es fantástico —me responde como si fuera lo más maravilloso del mundo, yo niego con la cabeza.—No lo es, es denigrante y vergonzoso.¿Cómo puede decirme eso? Ni siquiera me da una disculpa. Esto me pasa por ser crédula y estúpida.
Llegué a mi casa un poco asustada, pues ese hombre fue a la escuela, tal vez fue a ver a Sharon o algo así, pero la forma en la que me miró fue siniestra y malévola. Me hace querer decirle todo a mis padres, pero me entra un escalofrío de solo pensarlo.En cuanto a la película con Tania se canceló puesto que tuvo un problema familiar.—Hola mamá —la saludo mientras entro a la cocina.Me quedo helada pues madre está llorando.—¿Qué pasa? —le pregunto acercándome a ella.—Nada hija, ¿cómo te fue en la escuela? —responde secando las lágrimas.<
Estamos Tania y yo sentadas en la cafetería de la escuela. Ésta está bastante repleta hoy. Mi acompañante intenta decirme algo, pero poca atención le presto, sólo puedo pensar en la pelea de mis padres.—No mires, pero Sharon viene hacia acá —rueda los ojos.—Hola —saluda la susodicha y ambas la miramos.—¿Qué quieres, Sharon? —digo fastidiada y cansada. Ella ladea una sonrisa.Ha estado enviándome mensajes sin parar. No se da por vencida.—En este momento me necesitas, ¿tu madre ha estado llorando? —en cuanto dice eso me pongo alerta al instante. Tanto que me
Luego de bajar por escaleras, ignorando los llamados de mi madre para ir a comer, empecé a caminar con sólo un lugar en mente. Sharon. Ella tiene que saber que está pasando, que significan estos papeles que están en mis manos, que significa que mi madre llore a cada rato, y que esté tan agobiada.Toco el timbre de la gran casa que está frente a mí, espero impaciente y al rato me abre la puerta una señora del servicio.—Sharon —es lo único que digo. Ella me da una mirada rápida y se va por un momento, luego regresa diciéndome que está en su habitación.La señora me guía hasta la habitación. La puerta tiene una granSdorada en t