Estoy en completo Shock, no sé qué acabo de escuchar. Hace unas horas llegué a la escuela y recibí mis primeras dos horas de clase, luego salí a almorzar y me encontré con Tania, pero también con una horrible noticia, a la chica que se enfrentó a Sharon le cortaron los frenos del auto y está grave en la clínica. La policía dice que fue muy extraño y todos suponen que fue por el incidente de ayer, pero nadie dice nada. Nunca nadie dice nada.
Estoy segura que fueron ellas, pero ¿por qué? No era para tanto. Es sólo una mesa en el centro de la cafetería. Debo tener cuidado.
Ahora estoy recibiendo mi clase de trigonometría y las tres chicas llegan media hora tarde y con unas risas escandalosas. Sus ojos se ven muy diferentes y apestan a un olor que jamás había percibido.
—Deben retirarse, a mi clase no se llega media hora tarde ¿qué se supone que hacían?
—Ya sabe, divirtiéndonos —dice Sharon mientras le guiña un ojo a la profesora, luego las tres se van.
Definitivamente su definición de diversión es muy diferente a la mía, yo me divierto, pero no me gusta meterme en problemas y el hecho de que Tania me haya dicho que están en algo grave me pone los pelos de punta, pero, debo admitir que mi lado curioso, mi estúpido lado curioso, quiere saber aquello en lo ellas están metidas. Respiro profundo y trato de no pensar más en esas chicas.
Dos semanas después...
Hace dos semanas y dos días llegué a esta escuela, al principio no fue nada fácil pero ya me siento cómoda, mi nueva y loca amiga Tania es la mejor y me ayudó a hacer de mi estancia espectacular. Pasamos ratos breves con sus amigos pero la mayor parte del tiempo sólo somos ella y yo.
Ahora me estoy despidiendo de ella ya que debe ir a una cita médica o algo así.Empiezo a caminar por el estacionamiento, buscando mi auto. Es muy bello y sé que mis padres me lo han comprado con mucho cariño y esfuerzo.
Cuando voy a mitad de camino hacia mi auto veo que el de Sharon está justo al lado del mío y se me acelera el corazón, no quiero tener ningún tipo de contacto con ellas, creerán que soy estúpida por tener este miedo tonto hacia tres simples chicas, pero si no me meto con ellas, no habrá razón para que lo hagan conmigo.
Respiro y comienzo a caminar a paso lento, cuando llego me entran unas ganas de vomitar, gracias al olor a cigarrillo que hay.
Abro la puerta sintiendo su mirada y entro, pero para mí desgracia el auto no enciende y puedo escuchar como una de ellas se ríe, pero no sé quién.
Esto no me puede estar pasando a mí, estoy viviendo en este instante un tonto cliché, donde quieres huir de un lugar, pero justo cuando lo vas a hacer, no puedes.
Siento como tocan mi vidrio y me sobresalto, veo que es Sharon, me armo de valor y salgo.
—¿Si? —susurro lo suficiente alto para que ella escuche.
—Veo que no te enciende tu auto así que me ofrezco a llevarte —me dice mientras se arregla el cabello.
¡Vaya! Jamás tuve la oportunidad de tener a estas chicas tan cerca y de verdad son intimidantes y el hecho de que se ofrezca a llevarme, es raro.
—Gracias, pero... Puedo llamar a mi padre —respondo.
—No, vendrás con nosotras —dice Brooke.
Okay... Esto es aún más raro, su tono de voz es como si me hubiera dado una orden y no me gusta para nada.
—Dije que no —hablo fuerte y segura. No puedo mostrar debilidad.
—Como sea, nadie le va a rogar a esta estúpida —dice Bridgit y yo bajo la cabeza algo apenada.
Miro a Sharon que se encoje de hombros y se aleja.
—¡No! —grito y las tres me miran raro—. Si aún quieren, pueden llevarme. Mi papá debe estar ocupado y no quiero molestarlo.
Mi estúpido instinto curioso. Ése fue el que habló. Hay algo en ellas que te invita a participar, a saber, a querer. Es algo en la mirada, la mirada capaz de convencerte a hacer lo que sea. Tania me dijo que son peligrosas, que los rumores dicen que sus compañías no son muy buenas, pero no puedo evitarlo, no puedo evitar querer saber si es cierto.
—Claro —Sharon sonríe victoriosa.
Al subir al auto, noto que es sensacional. Es muy bonito y huele delicioso. Me siento en la parte de atrás junto a Brooke, Bridgit lo hace adelante, junto a Sharon.
—Entonces, ¿Kimberly?
—Sí, así me llamo —le contesto a Sharon.
—¿Por qué te mudaste? —pregunta y Brooke me sonríe.
—Mi papá obtuvo una mejor oferta de trabajo, lo hablamos en familia y decidimos aceptarla.
La risa burlesca de Bridgit se escucha.
—¿Lo hablaron en familia? —exclama la susodicha—, en mi familia no hacen eso. Si mis padres encuentran una oportunidad que les traerá mucho dinero, simplemente la aceptan y ya. Al fin y al cabo, a mí sólo me importa que mi tarjeta funcione.
Junto las cejas al escuchar eso. Claramente no son nada unidos. Mi madre siempre me ha dicho que así son los ricos. Hermosos por fuera, pero vacíos por dentro.
—Bueno, a nadie le importas, Bridgit así que no es nada nuevo —le contesta Sharon y Brooke ríe. La susodicha, por su parte, le muestra el dedo corazón.
—En cambio a Kimberky se le nota lo mucho que ama a sus padres. Además de hermosa, cariñosa. Eres como una muñequita de porcelana perfecta —me dice Sharon y yo sonrío nerviosa.
Es extraña la forma en cómo lo dice. Lo que queda de camino lo seguimos en silencio. Le indiqué la dirección a Sharon y ésta me llevó a ella. Me despedí y se fueron.
Ahora, sólo tengo sentimientos encontrados acerca de ellas. No sé qué pensar ahora. Sí, son extrañas, la manera en la que se tratan es aún más extraña, pero tal parece que, si les agradas, te hacen sentir muy bien.
Doy un suspiro, y entro a la casa.
—Hola, mamá —saludo a ésta mientras entro a su habitación.
—Hola ¿cómo te fue?
—Bien, sólo que hay que ir a recoger mi auto a la escuela.
—¿Por qué? —pregunta frunciendo el ceño.
—Se averió, no quiso encender, me trajeron....
Hago una pausa para pensar; ¿Son mis amigas? Definitivamente no, pero a mamá no le agradará si le digo que me subí al auto de unas extrañas.
—¿Quienes? —pregunta al ver que me quedo callada.
—Unas amigas —contesto al fin.
—Vale, le avisaré a tu padre —dice mientras toma el teléfono.
Bajo al primer piso, mesiento en el sillón e intento comunicarme con Katie, ésta no contesta así quelo dejo pasar. No lo logro evitar pensar en la extraña conversación que tuvecon Sharon y sus amigas, específicamente con Sharon. La forma en la que resaltala belleza es extraña. Te hace sentir como una presa y ella el cazador.
La limusina nos deja frente a la gran mansión de Erik, las chicas y yo nos bajamos con nuestros hermosos atuendos para la fiesta.La mansión está iluminada y la música está por lo alto, hay muchos autos finos aparcados afuera, así que hay invitados muy especiales.Con la ayuda de uno de los escoltas entramos a la casa.Al entrar lo primero que noto es la lluvia de colores por las luces. Es fantástico. Erik siempre hace las mejores fiestas. Siempre está acompañado de gente importante y alcohol importado. Es lo que más me gusta de él, incluso más que su físico. Es como alguien difícil de alcanzar; insuperable.—Okay chicas, voy a buscar a Erik, ustedes no se alejen mucho —ellas asienten y salen en busca de alcohol.<
Me subo al auto de mi padre rumbo a la escuela. Ya que no funciona el mío, mi papá debe ser mi chofer personal. Dejo mi bolso en los asientos de atrás y el auto arranca.—¿Cómo te sientes en la escuela? Creo que no había tenido la oportunidad de preguntarte, cariño —observo a mi padre con una sonrisa antes de comenzar.—Bien —él frunce el ceño.—¿Solo bien? ¿Estás segura?—Es algo intimidante. Todos allí tienen dinero, todos, sin excepción, pero estoy bien, tengo amigos.—Así que estás bien, pero es intimidante.
Un mes después.Hace un mes que Kimberly pasa más tiempo con nosotras, ella es muy divertida, aunque su personalidad no es explícitamente como la nuestra, lo es, a su manera.A veces no paro de pensar que tiene una belleza que la llevaría a ser la reina del mundo, si quisiera, pero no la aprovecha, ella es... Definitivamente ella es la chica para Erik, es virgen, pero sé que le gustará, le encantará.Cuando Erik me comentó que quería una nueva chica la primera que se me vino a la mente fue Verónica de mi clase de geografía, tiene caderas anchas y el cabello negro, lacio y largo, pero no se compara con Kimberly. Es que cuando la vez te da miedo tocarla porque sientes que es una ilusión y que desaparecerá así que la elegí, la eleg
Al llegar a la casa de Kimberly, lo primero que noto es que es muy hogareña. Es de dos plantas y tiene un pequeño jardín delante. Es muy bonita, es como esas casas pequeñas que parecen de muñecas pero definitivamente no se compara con la mía.Toco a la puerta y me abre su madre. He hablado un par de veces con ella, sin embargo, no me cae nada bien, ella es quién tiene a Kimberly así de estúpida y retraída.—Hola... —se detiene buscando en su mente mi nombre.—Sharon, me llamo Sharon —le digo rodando los ojos. Es imposible que alguien olvide mi nombre.—Lo siento, ¿buscas a Kim?—¿A quién más en est
Me quedo estática en mi lugar, lo que me dijo Sharon me cayó como un balde de agua, no sé porque tomó esa actitud, es sólo una fiesta.Estarás con la incógnita de qué hubiera pasado si me hubieras acompañado....Sus palabras se repiten en mi mente, ¿será que voy? ¡Demonios! Vaya, hasta digo malas palabras.—Ya deberías estar dormida —la voz de mi madre hace que salga de mis pensamientos.—Lo sé, lo lamento —contesto.—Kim, ésa chica Sharon no me da buena espina, es impertinente y mal educada, además, por culpa de ella te has alejado un
Sharon estaciona el auto frente a una casa gigante, parece una mansión; es de tres plantas y estoy segura que está equipada con muchas habitaciones, ya que es notable, es luminosa y la música está tan alta, que se escucha acá afuera. No parece la casa de un "amigo" a menos que ese amigo sea el hijo del presidente.Hay un montón de autos finos, como los de las chicas, incluso mejores, en todas las entradas que puedo ver desde aquí hay hombres con armas, lo cual me sorprende y me asusta. Esto está muy raro y no me gusta nada.—Sharon ¿dónde estamos? —le pregunto, esto está muy raro.—Calma, ya te dije, en una fiesta —contesta sin mirarme.
—¡Maldita perra! —me grita Sharon.Admito que lo que acabo de escuchar me sorprende, pero no me intimido.—¿Perra? ¿ahora soy yo la perra? tú te acuestas con todos estos hombres, por dinero —contesto.—Sí, lo hago, pero es mi problema. Yo sólo quise ayudarte. Esto no es malo, Kimberly, es fantástico —me responde como si fuera lo más maravilloso del mundo, yo niego con la cabeza.—No lo es, es denigrante y vergonzoso.¿Cómo puede decirme eso? Ni siquiera me da una disculpa. Esto me pasa por ser crédula y estúpida.
Llegué a mi casa un poco asustada, pues ese hombre fue a la escuela, tal vez fue a ver a Sharon o algo así, pero la forma en la que me miró fue siniestra y malévola. Me hace querer decirle todo a mis padres, pero me entra un escalofrío de solo pensarlo.En cuanto a la película con Tania se canceló puesto que tuvo un problema familiar.—Hola mamá —la saludo mientras entro a la cocina.Me quedo helada pues madre está llorando.—¿Qué pasa? —le pregunto acercándome a ella.—Nada hija, ¿cómo te fue en la escuela? —responde secando las lágrimas.<