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CAPITULO 4. PERDER EL SENTIDO

Gabriela

Tengo miedo no sé qué será de mi ahora, que oficialmente estoy secuestrada, llevamos caminando todo el día y mis pies ya no me dan para más y eso que tengo buen estado físico y mucha resistencia, pero estoy que no aguanto más tengo debilidad en todo mi cuerpo y tengo mucha hambre.

Y me imagino que se debe porque no me he alimentado bien desde hace bastantes días, porque me sentía fatal con el embarazo y no hacía otra cosa más que vomitar, yo le atribuía la falta de apetito a mi depresión por lo que sucedió con mi amiga.

Aunque solo me engaña a mí misma diciendo me, que solo era un supuesto virus pero sabía en el fondo que estaba embarazada, solo que me negaba ante esa posibilidad porque tenía miedo ha hacerlo porque sabía que tendría más de una complicación en mi vida y me justificaba a que tenía el dispositivo eso me decía a mí misma.

Pero también sabía que el dispositivo a veces también falla, no es común que suceda eso suceda, pero podía suceder aunque eso no fue lo que sucedió pero bueno lo importante es que me negaba a aceptarlo y mi amiga lo sabia ella se lo imaginaba porque me lo decía todo el tiempo y fui tan tonta por negarlo y ahora no quiero que a mí bebé le pase nada.

En fin, mi bebé es para este mundo lo irónico de todo esto, es que negué a comer cuando podía hacer lo y ahora no meda ni agua, estoy que me desmayo de hambre, sé y cansancio y cuando siento que y no puedo más llamó la atención de la mujer que hace unas cuantas horas me revisó en el bus me acerco a ella y le habló.

-Podrías regalarme un poco de agua, por favor......le digo.

Le digo casi sin aliento.

-Esto no es un campamento de verano, debe aguantar hasta que lleguemos......me dice de mala gana.

Y bajo la cabeza ante la negativa y camino con la poca energía que tengo y de pronto siento que ya no puedo más y se van las luces y caigo inconsciente, segundo después siento que me dan palmadas en la cara.

Abro mis ojos y estoy en mismo maldito infierno y a mi lado está la misma mujer de hace un rato, Dios ya no quiero estar aquí, porque me estás castigado así, si se que lo merezco por todo el daño que le hice a Miguel, pero mi bebé es inocente no se merece nada de esto que me esta pasando.

Me pasa la cantimplora para que tome un poco de agua de ella, tomo despacio, porque cualquier segundo que me demore es un descanso para mis pies, el agua pasa por mi garganta refrescando y dandome un dos porciento de energía, me quita la cantimplora de forma agresiva y me dice.

-Levántate que tienes que seguir caminando......me dice la mujer enojada........Camina que no tenemos todo el día.......me dice.

Pero qué genio se gasta esta gente y me paro a disgusto y comienzo a caminar, después varias horas estar caminando y que el sol se ha ocultado veo que paran y doy gracias a Dios, porque estoy muy cansada y veo empiezan a colocar unas estacas.

Que pegan en el piso y alrededor de nosotros y cuando terminan de colocar las estacas, colocan un alambre de puas que rodean alrededor de las estacas de madera como si fuéramos animales, lo digo porque mi abuela cuando era pequeña y viajábamos a Colombia en cartagena ella tenía un corral con gallinas y esto se asemeja muchísimo a lo que hacen en este lugar y comienzan a armar carpas al rededor de nosotros y me imagino que nos quedaremos en este lugar para pasar la noche, todos nos sentamos en el piso.

Yo me recuesto al lado de un árbol donde quedamos encerrados, minutos después nos entregan un pedazo de pan, que algunos se lo comen desesperados por el hambre y yo solo lo miro, porque la verdad, no me gusta el pan, pero que le hacemos no estoy en condición de exigir, así que lo como con esfuerzo lo hago solo por mi hijo.

Y porque no he comido bien desde que salí de mi casa, solo comí una sopa en una de las paradas del bus, así que tengo que hacer el esfuerzo porque necesito un poco de energía, lo como con asco ya que la persona que lo entrego no creo que se haya lavado las manos.

Dios sácame de este lugar y me pregunto porque me dio por venir en bus, porque no tomé un avión, lo hice por economía, ya que tenía que cuidar el poco dinero que tenía, esto me saque por tacaña, recuesto la cabeza en el árbol y cierro mis ojos para descansar y alguien se me acerca a mí y me habla.

-Hola soy Miguel Ángel y tu.....me dice el hombre que se me acerca a mí.

Abro mis ojos y lo veo y creo que es el mismo hombre que estaba disparando a los uniformados.

-Soy Gabriela.....le digo.

-Y a ti porque te cogieron ..... .me pregunta.

Por estúpida, por no tomar un avión en vez de un bus.

-No lo sé, ellos me cogieron por ser extranjera ...... .le digo.

-No pareces extranjera, aunque tu acento si es diferente al de nosotros.....me dice.

Claro que no parezco extranjera, mi físico salió más parecido al de mi madre y mi abuela soy trigueña caderas anchas y pechos géneros nada parecido al promedio de dónde nací.

-Tengo raíces latinas, pero soy española y vivo en Estados Unidos.....le digo....... -De donde eres tu....le pregunto.

Hablo en español con el hombre está a mi lado, afortunadamente hablo bien el español, a pesar de que llegué muy niña a Estados Unidos, pero mi madre siempre nos obligaba a hablar español en casa, para no perder nuestras raíces e idioma.

-De Bogotá, pero vine a visitar a mi hija que vive en Cartagena.....me dice.

-Y a ti porque te secuestraron ...... .le preguntó.

Le pregunto porque me intriga, porque se estaba dando de tiros con esos hombres.

-Soy militar ......él me dice.

Y me preguntó que organización son ellos estás personas espero no sean los que aparecen en las noticias que coloca mi madre.

-Y ellos que son, porque sus uniformes parecen que fueran de una clase de militares.....le digo.

-No, no son militares, son un grupo de insurgentes que se dedican al narcotráfico, extorsión y secuestro.......me dice.

Ahora tiene sentido porque estaba disparando contra ellos y se me erizan los vellos del cuerpo con lo que dicen, aunque ya me lo imaginaba solo me negaba a reconocer lo, quería pensar que solo era un error y ahora estoy más preocupada, porque he escuchado en las noticias del canal nacional que coloca mi madre.

Dicen que los secuestrados que ellos capturan regresan casi siempre después de diez o más años y si es que regresan y no puedo darme ese lujo de esperar ese tiempo estoy embarazada, tengo que buscar la forma de salir de aquí.

Espero hayan disfrutado este capítulo de Gaby........No sé pierdan mis próximos capítulos que estarán súper interesantes, dónde Gabriela vivirá mil de experiencias para nada agradables.

Amigos lectores los a votar y hacer sus comentarios así motivar me a seguir escribiendo para ustedes con mucho cariño Francia.

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