—De acuerdo— dijo Ezio levantando ambas manos en señal de rendición. Y Sofía se lo agradeció aún no estaba preparada para tolerar la cercanía de otro hombre que no fuera su amado o su familia. Su amigo los invitó a pasar.
Atravesaron todo el salón y no se detuvieron en ninguna de las mesas, salieron por una puerta y estaban nuevamente al aire libre caminaron por un sendero iluminado por pequeñas lámparas en el suelo, el sonido de las olas se escuchaba de fondo.
Sofía divisó un Pérgola iluminada con muchas luces también, había muchas velas en el suelo, Se dirigieron hacia allí. cuando llegaron, Ezio se hizo a un lado para que ellos pasaran y tomaran asiento, estos tenían muchos cojines. Y sobre la mesa había pétalos rojos y blancos, copas y una botella de vino.
Ezio se despidió deseándoles una hermosa velad
El doctor llegó a donde estaban la familia y amigos, e indicó que necesitaba hablar con la familia del paciente. Los hijos siguieron al doctor. Santiago era el que podía hablar en ese momento, así que él se dirigió al doctor y preguntó por el estado de su padre. El doctor dio una serie de explicación que poco entendieron. El infarto fue repentino y sin previo aviso, además en la caída sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le ocasionó una fractura y eso empeoró su estado.—Lo siento mucho— dijo el doctor.Los análisis mostraban que eran pocas las posibilidades que el anciano tenía para sobrevivir a una cirugía, y solo era cuestión de tiempo para otro infarto. Además, cuando su abogado se enteró de lo sucedido llegó con algunos documentos que el Señor Alberto había mandado que redactarse hace unas se
—Antes mi corazón no había encontrado el amor. Pero te encontré y no solo lo llenaste de amor, sino también de luz. Ahora mi vida cayó en oscuridad y tú sigue siendo esa luz, Princesa. Te necesito.—Entonces… si soy esa luz, solo camina conmigo te acompañaré en este camino, como tú lo hiciste conmigo. ¿De acuerdo?—Te necesito— le dijo Xavier entre besos.—Aquí estoy— contestó ella.Xavier la levantó en sus brazos y la acostó con él en la cama, Sofía solo llevaba puesta una camiseta de Xavier que le llegaba hasta la mitad de su muslo, después de salir del baño fue lo que encontró para ponerse.Acarició sus labios y volvió a besarla con la misma intensidad de antes —Quiero perderme en ti— susurró Xavier, la vio a los ojos —¿Me dejas? — aunque ella sabía lo que se venía a continuación, no sabía con exactitud lo que significaban las palabras de Xavier, pero ella estaba dispuesta a dejarse darse por completo a él.—Estoy aquí para ti.Xavier se colocó de rodillas sobre la cama para quitar
Ella rodeó su cuello llevando sus manos por detrás de la cabeza de él y pegando sus rostros —mi amor, Créeme estoy bien—A él le encantaba cada vez que ella lo llamaba de esa forma, rodeó su cintura pegándola más a su cuerpo —¿Aún te duele? —La joven negó con la cabeza antes de decir —Cuando desperté dolía un poco, pero ya estoy mejor, no te preocupes por favor—Sofía se levantó y tiró de su mano —Ven primero toma un baño y Luego comemos— Él le obedeció.—¿Entrarás conmigo a la ducha?—No esta vez. Yo…— hizo una pausa —Debo cambiar las sabanas— Xavier no insistió, depositó un beso en su frente antes de entrar al baño.Sofía terminaba de servir la comida cuando Xavier llegó hasta ella, llevaba puesto unos pantalones negros y una camisa blanca- Él siempre prefirió la ropa casual, usa traje solo cuando tiene que ir a la oficina o para una ocasión especial, pero fuera de eso prefiere usar ropa más sencilla haciéndolo ver como un chico normal y relajado, pero igualmente de atractivo.—Qué
Cuando Xavier observó aquel dibujo y lo acarició con su mano, sintió la forma de unas letras escritas en la parte de atrás de la página, le dio la vuelta y se encontró con la letra de su padre.«Mi querida Elizabeth, mi ángel. Sé que siempre has cuidado de mí y de nuestros hijos incluso después de haber partido cuando distes a luz a nuestros pequeños, lamento tanto haber sido un mal padre para los gemelos en su primer año de vida, sé que no merezco tu perdón, y tú sin proponértelo me hablaste por medio de las palabras de tu diario. Cometí muchos errores, pero estoy agradecido porque nuestro hijo Santiago tiene una hermosa familia al igual que nuestra niña Rosalie, me aseguraré de que nuestro pequeño Xavier también encuentre el lugar perfecto a lado de alguien tan especial como tú»Mientras Xavier leía esas palabras caminaba por la habitación se apoyó en la pared cuando terminó de leer, el dolor en su pecho que lo había acompañado desde hace varios días volvió, sus piernas se debilitar
Dos golpes en la puerta sonaron cuando estaban a punto de salir, Sofía abrió la puerta —¿Hermana cómo va todo? — Sofía abrió más la puerta para dejar ver a Xavier el aspecto que tenía, era el hombre que todos conocían, de verdad Sofía tenía ese poder sobre él, el padre de Xavier sabía lo que hacía cuando se le ocurrió esa locura de casarlos en ese hospital. Como sea, Andrés se alegró de volverlo a ver. —Xavier— la voz de Irina lo sacó de sus pensamientos. Ella cruzó la puerta y lo abrazó —¿Estas bien? — preguntó ella. —Como nuevo— contestó el. —Idiota, nos tenías preocupados— Dijo Andrés. —También te quiero— contestó Xavier. —Lo siento— se disculpó Xavier y Irina se hizo a un lado y Andrés abrazó a su amigo. —¿Te vas? — preguntó Andrés con el ceño fruncido cuando vio el equipaje en la mano de Xavier. —Iremos a mi departamento— contestó Sofía. —Es buena idea— comentó Irina. Después de conversar un rato más, las dos parejas salieron del edificio se despidieron antes de irse a su
—Xavier, que gusto hijo— Aurora lo abrazó y él depositó su cabeza en su hombro como un niño pequeño que lo haría con su madre mientras ella frotaba su espalda. Xavier se disculpó por encerrarse estos últimos días y por la forma en cómo se dio el matrimonio con su hija. Ellos comprendieron que se le hizo difícil lidiar con su dolor, pero el amor de su familia y de su ahora esposa hace que todo sea más fácil.Y sobre el matrimonio, claramente no era algo que esperaban de esa manera y, no eran nadie para decir cómo debían ser las cosas, ellos mismo habían tenido un matrimonio arreglado por sus padres, no se conocían tan bien y menos habían tenido una relación como la que tenían Xavier y Sofía. Rosalie también había hablado con los padres de Sofía después del funeral de Alberto. Ella trato de explicarle lo que su padre pensaba y su punto en hacer ese matrimonio. Quizás su padre sabía que Xavier no podría lidiar con el dolor y la culpa él solo. Pero no solo, Su padre estaba convencido que
—Me da gusto ver que estas mejor— Amanda trató de ser casual y amable. Mientras tomaba asiento frente al escritorio de Xavier. —Sí, bueno ha sido difícil, pero todo se lo debo a mi esposa ella me ayudó a volver— No estaba de más dejar las cosas más que claras. —¿Esposa? — susurró Amanda, pero pareció que Xavier no la escuchó o talvez ignoró la pregunta. Y fue cuando Amanda notó el anillo en el dedo de Xavier. Ella soltó el nudo en su garganta —Me alegro, de verdad— Xavier agradeció. —No sabía que estaban casados— —Teníamos muchos meses juntos y nos casamos hace muy poco. —Entiendo. Xavier, Se aclaró la garganta y sacando unos documentos de una carpeta, cambió el tema y empezó a hablarle de las observaciones que tenía. —Ok— dijo Xavier —De todas formas, haré que mi asistente te envié los detalles de lo que hablamos. —De acuerdo— Aceptó Amanda. Se colocó de pie porque necesitaba salir de ahí cuanto antes. —Estaré en mi compañía, pero mis asistentes harán un buen trabajo aquí— dijo
Lentamente Xavier se levantó de la cama, se dio una ducha luego se fue a seguir con lo que su esposa estaba haciendo antes de que él llegara y que por su culpa no terminó. Se dispuso a hacer la cena, quiso dejarla descansar una hora y luego la despertaría para cenar juntos.—Ten— Le dijo Xavier entregándole una tarjeta. Sofía miró la tarjeta y luego a él.—Sea lo que sea, sabes que no lo necesito— Sofía era dueña de la misma cantidad de acciones de la compañía que sus padres y hermano, por lo que lo último que necesitaría de su esposo es dinero.Xavier la atrajo a sus brazos —Lo sé princesa, Pero es mi deber cubrir nuestros gastos y nuestra boda, tú ya pagas este departamento, además fuiste tú quien dijo que estabas sin empleo, cuando tengas uno, retomamos el tema, si quieres— Le dio un beso fugaz —¿De acuerdo? ——Está bien— Aceptó ella y él sonrió —Espero no tenga límites— dijo Sofía levantando la tarjeta —A partir de ahora empezaré a gastar tus millones— Ambos rieron.***Habían pas