Inicio / LGBT / Deseo a muerte / Capítulo III: Buscando ayuda
Capítulo III: Buscando ayuda

Luxion se apresuró a levantarse, caminó hasta la entrada en la oscuridad, lo más silencioso que pudo. En todo momento sin decir nada. Se escabulleron por la puerta pasando por los dormitorios de los guardias hasta llegar a la entrada, donde el guardia escogió otra llave y le abrió la puerta a Luxion. solo al pasar esta y estar seguro de su libertad, Luxion se volteó y le dijo con voz sin sentimiento.

Luxion - gracias

Dicho esto, se echó a correr por el bosque en medio de la pesada oscuridad, se sintió tan libre cuando se dio cuenta de que al fin estaba solo de nuevo, ya no estaba comprometido con nadie, no tenía amigos tampoco emociones y eso lo hizo sentir feliz, no había nadie más que él .

Escondido en ese callejón, esperó por un momento antes de salir y dirigirse con precaución al hotel donde estaba. Al entrar le pidió a la señorita que le envíe dos jarras más de vino ya que el efecto de la primera se había esfumado con el susto.

Cuando entró a su habitación se desprendió de sus ropas y se metió en la tina; mientras esperaba su vino. Al escuchar el toque de la puerta se apresuró a ponerse sus prendas y abrir para recibir el vino.

Se sentó a la mesa del centro de la habitación y bebió la mitad de la primera jarra con los primeros sorbos. Dejándose llevar por la embriaguez. Dejó salir sus lágrimas que solo aparecían cuando estaba solo. Esas lágrimas tan amargas que parecían quemar su rostro cuando caían. Con una mueca de dolor insoportable. Abrió la boca para gritar pero nada salió. Sofocando sus gemidos con su propia mano.

Estando tan ebrio, sin la capacidad de levantarse, se quedó tendido en el suelo hasta la mañana siguiente. Al despertarse se dio cuenta que el sol ya estaba bastante alto. Se levantó de un salto y se dirigió al baño para lavar su cara y borrar los rastros del llanto. Con pereza recogió sus cosas, que no eran muchas, listo para marcharse, pero al abrir la puerta se encontró con Kale recostado en la pared de enfrente. Con los brazos cruzados sobre su pecho, mirándolo fijamente. Cerrando la puerta de golpe. Luxion se dirigió a la ventana, mientras la puerta sonaba y era forcejeada. Saltó desde el segundo nivel y emprendió su huida exitosa una vez más.

Después de correr aproximadamente media hora. En medio de esa antigua ciudad que se empezaba a aborratar de personas. El sudor ya se hacía presente en su frente. Relajándose un poco, tomó aire para calmarse. Había escuchado que la anciana que le regaló la joya había viajado en esta dirección. Así que, solo necesitaba buscar más información y ya tenía en mente quién podría ayudar.

Se adentró más en la ciudad y se encontró con un pequeño bosque en medio del pueblo con varios árboles verdes rodeando las pequeñas banquetas de madera, en el cual había un mural en el centro con un pequeño mapa dibujado en él.

Ubicándose, encontró la zona que estaba buscando.

Con dirección al sur en un callejón empedrado bordeado de casas de madera. Sus zapatos hacían un sonido de trote con las piedras. Se detuvo frente a una enorme casa, donde daba un paso adelante, retrocediendo dos, indeciso. Su mano sudaba cuando la levantó para tocar la puerta. Tres toques ligeros fueron suficientes para ser escuchado.

Junto con el rechinido de la puerta al ser abierta, se asomó una cara delicada y linda, un par de ojos cafés pertenecientes a una elegante joven de clase acomodada.

Shely era hija de una familia de negocios que en cada pueblo tenía sus tiendas, donde ella tenía que viajar con su familia cada cierto tiempo para administrar los negocios. Conoció a Luxion en uno de sus viajes al pueblito donde vivía. Su madre necesitaba ayuda para remodelar su casa y casualmente encontró a Luxion. El indicado para el trabajo. La señora era una mujer muy educada, lo trató muy bien en el tiempo que se quedaban ahí, incluso dejó que Luxion le enseñara el pueblo a Shely haciéndose muy buenos amigos.

Al reconocer la cara del visitante. Abrió la puerta completamente y gritó con alegría.

-¡Luxion! - y se abalanza contra él dándole un fuerte abrazo. El un poco más tímido le devolvió el abrazo suavemente.

Luxion -hola Shely, disculpa las molestias.

Shely -¿cuales molestias? Que bien que estés aquí, pasa mi mamá también te extraña.

Entrando en el gran vestíbulo, a un lado sentada en una silla de cuero fino se encontraba una señora de pelo ligeramente blanco por la edad, manos muy finas y bien cuidadas, sosteniendo un libro entre ellas, lo cerró y lo colocó en el taburete a su lado, mostrando una sonrisa amable se dirigió a Luxion.

-pasa hijo, déjame verte.

Luxion se movió frente a ella para luego decir - me alegra volver a verla.

-Parece que has crecido un poco desde la última vez, te ves muy bien, - hizo una pausa para luego decir - ya casi es hora de almorzar quédate a comer con nosotras hijo.

Luxion, aceptando la amabilidad, dijo -Será un placer.

Entre sonrisas Shely llevó a Luxion al patio que se encuentra en medio de la casa rodeado de habitaciones, bajando dos gradas sus zapatos tocaban la tierra seca, sentados en la última grada, con un tono nervioso Shely le susurró.

Shely -creí que no querías hablarme por lo que hice.

Luxion -descuida, yo ya estaba en problemas después de todo, creí que no me ibas a recibir en tu casa.

Shely -¡por supuesto que sí! Yo quería ayudarte pero lo termine empeorando.

Luxion -La verdad me sorprendiste, pero no fue tu culpa lo que pasó después.

Shely -Entonces, ¿seguimos siendo amigos? - dijo en un tono juguetón. Empujando la rodilla de Luxion con la suya.

Luxion -sí, siempre- mostrando una sonrisa le devolvió el empujón - como amigos te quería molestar, escuché que la anciana se dirigió hasta aquí ¿sabes por donde esta?.

Shely -escuché rumores, para intentar reparar mi error, investigue un poco más, se dice que ella viaja de pueblo en pueblo buscando a un niño, pero desde la última vez cayó enferma y ahora se encuentra en la capital con su hijo y este no la deja salir.

Luxion – oh – dijo, pensativo -  hasta la capital es un viaje largo y ¿no sabes a qué familia pertenece?.

Shely -Parece que es de una familia importante, pero no se a cual. – dijo encogiéndose de hombros, sintiéndose un poco inútil.

Luxion notó su expresión e intento aliviarla  -bueno, me has ayudado mucho.

Shely -¿Quieres salir a dar una vuelta?.

Tomando a Luxion desprevenido por su cambio tan repentino, habló un poco preocupado -Sigo siendo un fugitivo, no será bueno si nos ven.

Shely -descuida nos esconderemos de los guardias, vamos después de comer ¿sí? - le dijo, juntando sus manos, esperando una respuesta con una sonrisa.

Luxion soltando un suspiro cedió con una sonrisa. Después de todo no podía decirle que no. - bueno, vamos.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo