Barbara jadeo al escucharla decir aquello de verdad que esa mujer estaba loca, y temía que le hiciera daño a él. Escucho como Eros le hablaba y busco con la mirada algo que le pudiera ayudar a defenderse. Vio un extintor no muy lejos de ella y no lo pensó dos veces en ir a buscarlo. — BARBARA, NO — le gritó Kevin más atrás, pero era muy tarde conjna agilidad que no sabía que tenía se acercó a Eros con el aparato en su pecho al tiempo qie Verónica la veía con claras intenciones y se lanzó sobre Eros.Todo paso como en cámara lenta Pero a la vez tan rápido Eros le golpeó la mano que Verónica tenía el bisturí al tiempo que Barbara se acercaba y le pegaba con el extintor en la cabeza haciendo que está cayera al piso. Kevin corrió hasta ellos y le quitó el extintor a Barbara lo dejo a un lado. Eros abrazo a Barbara mientras veían Verónica sobarse su cabeza y un hilo de sangre rodar por un lado de su frente.Se tocó la zona y chilló — eres una desgraci...— Alejandra le dió un puñetazo
Habían pasado dos semanas de las cuales apenas una le habían dado de alta a Barbara y a Alejandra. Ambas estaban que caminaban por las paredes cada vez que tenían que volver a casa después de ir a ver a sus bebés. Aún estaban en cuidados y estaban estables pero no podían dejar de monitorearlos, ya que seguían unidos al tubo y las vías.Pero hoy tenían algo más en mente. Verónica. Estaba detenida y hoy se había dignado a confesar toda la verdad, no le quedaba de otra, iba a estar en prisión unos cuantos años y si hablaba posiblemente le reducirían la condena y aunado a eso si tenía buena conducta tal vez y solo tal vez estaría menos tiempo, así que, si con hablar reducirían la condena pues cantaría como un canario. Además, no iba a hundirse ella sola. Arrastraría con ella a su cómplice. —¿Estás segura que quieres estar presente?— le pregunto Eros a Barbara mientras le abría la puerta del carro, hoy no solo habían ido a ver a su pequeña sino que tambien era el momento de que le re
Capitulo 44Decir que estaba molesta era mucho. Barbara sentía que la ira y la decepción le harían hervir la sangre en cualquier momento. Haber escuchado la confesión de Verónica fue impresionante. ¿Cómo alguien podía tener tanto odio en su corazón? Le dieron ganas de arrancarle los ojos por ser una mujer tan despreciable pero ella no se rebajaría tanto, ella era una dama y tenía lo que queria, a su esposo y a su bebé que estaba recuperándose favorablemente.No podía decir mucho de su amiga que al escuchar la confesión de Verónica dejo la sala como poseída y se fue a la contigua. Con la ayuda de dos oficiales la sacaron de la sala porque había agarrado por los cabellos a Verónica para estamparle la cabeza en la mesa varias veces. Le había roto la nariz haciendo que manchara la mesa y su uniforme de reclusa.Le Parecía increíble la agilidad con la que salió y la golpeó, ella aún Estaba dolorida por la cesárea, pero Alejandra... Alejandra se había recuperado de manera impresionant
Capítulo 45El tiempo había pasado y todos estaban más tranquilos, felices. Y ¿Cómo no? Ya la pequeña Venus y el hermoso Ken estaban totalmente fuera de peligro, estaban en casa sin supervisión médica, cualquiera que los viera jamás hubiera pensado que nacieron prematuros y estuvieron a punto de morir. Ya los bebés tenían cinco meses y estaban bien de peso y talla. Eros estaba hinchado de la emoción y felicidad, se sentía un hombre completo al ver a su esposa y a su hija todos los días, la pequeña Venus era la viva copia de su madre.Era una niña muy hermosa, parecía una muñequita de porcelana de piel pálida, el poco cabello que tenía era rubio como el de su madre y tenía los ojos grises como los de Eros. Pocas veces lloraba, apenas si se quejaba, y cuando eso ocurría Eros o Barbara estaban ahí para cuidarla. Pero lo más impresionante de todo era verla tan tranquila junto a Ken, las veces que habían salido para estar reunidos y ella estuvo inquieta solo bastaba con acostarlos jun
Estaba cansada, había tenido una noche movida, al final, de nada había servido trabajar esa noche que se suponía la tenía libre, la habían despedido.Fue directo a la nevera, se sirvió un vaso de leche y agarró de la despensa la caja de cereal, comería un poco y luego se iría a dormir, estaba agotada.Se dió una ducha rápida y se dispuso a dormir en ropa interior, Tomo su pobre celular y le escribió a su amiga.Si no tienes tus llaves ni te preocupes en llamarme, porque me voy a fusionar con mi cama, estoy agotada.🥱"Okey, descansa"Dejo el teléfono en la mesita de noche y se quedó dormida....- ¿Con el que dices que va una vez por semana? Estás loca. -Lo se, lo sé, pero... Ay no, ya no sé nada... Tu sabes muy bien que no soy bailarina, y el pidió un VIP y por más que Harry le ofreció a las otras el solo me quería a mi, eso... Me hiso sentir, importante y deseada. -Tu si importas Bar, y sabes que te quiero mucho, eres mi mejor amiga. Pero cuéntame más.- la castaña estaba realmente
Estaba nerviosa, sus manos le sudaban, y el sentado a su lado no ayudaba a sus nervios, su sola presencia emanaba masculinidad, poder, sensualidad y sobre todo dominio, sentía que era un hombre dominante.Y sabía que lo era, lo había comprobado esa noche en el club donde se entregó a el sin miramientos.Solo de recordarlo sentía que sus bragas se mojaron, apretó los muslos sintiendose un poco incomoda por estar pensando en esas cosas, quizá para el no era importante.Siempre lo veía sin falta los fines de semana en el club muy pocas veces entre semana, pero aún así, con esos pocos días que el frecuentaba habían Sido más que suficiente para quedar flechada ante esa mirada penetrante de ese hombre pelinegro, esos ojos grises como una tormenta la cautivaron desde el primer día que lo vio sentado en la barra. Eros observó cómo apretaba los muslos y lo nerviosa que estaba, no quería incomodarla, pero realmente se veía hermosa con ese vestido rojo y olía realmente bien, su perfume era suav
Perdió la cuenta de cuántas veces lo hicieron, los papeles que estaban en el escritorio terminaron en el piso al igual que las tazas con las bebidas que había traído la secretaria horas antes.Estaban en un apartado de la oficina, una pequeña habitación que Eros solía usar cuando se quedaba hasta tarde trabajando, últimamente su estadía en el trabajo hasta tarde era muy constante así que optó por acondicionar una pequeña habitación ya que tenía un baño.Solo tenía un sofacama, una mesita de noche, y un pequeño perchero con un par de trajes y camisas de él. Así que ahí estaba él viendo dormir a Barbara en el sofá cama, se veía hermosa, recién follada.La habitación olía a ella.Se acercó un poco más y agarro un mechón de cabello entre sus dedos y los olió, olían a coco, un olor sutil, le gustaba.Temía haberla lastimado, pero no pudo contenerse y menos cuando ella le exigía más, y no quería decepcionarla, si ella quería más, pues más le daría. Ella se removió un poco y sintió el cue
Eros había dado a Barbara el cargo de asistente personal, solo esperaba que ella pudiera llevarle el ritmo, ninguna de las anteriores fue tan eficiente.La única que sabía desempeñar su trabajo era su secretaria Veronica aunque era desesperante trabajar con ella, era muy impertinente, una estuvo a punto de follar con ella y agradecía no haberlo echo.Eran las dos de la tarde y Edin entro a la oficina de Eros sin siquiera tocar.— ¿Cómo que estás casado y nadie de la familia sabía? — pregunto cabreado.¿Y a este que le pasaba? ¿Con que derecho entraba a la oficina de su jefe de esa manera? Se preguntaba Barbara—¿Y desde cuándo tengo que dar explicaciones de lo que haga o deje de hacer con mi vida?—¿A qué juegas Eros? Podrás engañar al abuelo pero a mí no, de seguro compraste a una prostituta para hacerla pasar por tu esposa. Eros no pudo evitar molestarse por lo que dijo, si será imbécil.—Como vuelvas a llamar a mi esposa de esa manera te parto la cara.Barbara solo escuchaba y se