37 años,  nunca pensé llegar a esta edad, no sé si es gratificante o tan solo lebestoy robando tiempo al tiempo.

Es de mañana, Darla me despierta entrando al cuarto linda como siempre, con una bandeja de desayuno en las manos, ¡oh tan bella mi mujer! Cuando la pone en las piernas puedo observar la bonita bandeja que preparó, hay un plato con un omelette, un vaso de jugo de naranja, una taza café y una caja de satén rojo con rozón plateado que la observo sorprendido.

- Ahí está tu regalo - que bonita caja, pero el mejor regalo para mi es ella.

-Igual, ábrelo es todo tuyo.

- Igual lo que llevas dentro...- respondo sonríente, me vale que sea un engaño para mí mismo, pero así lo deseo y lo prefiero,  tomo la caja y la abro, es un hermoso reloj de platino, que irrisorio, mi mujer me regala un reloj sin saber que el tiempo se me está acabando.

- ¿Te gusta?- pregunta con sus ojos brillosos, me gustó mucho, me muestra hay una inscripción, yo también l