Escapando del Sentimiento

Llego al Aeropuerto de Ben Gurion en Tel-Avid después de un viaje de ocho horas, Joshua y Abraham están esperándome, mis queridos hermanos gemelos.

Toman la carretera principal a Jerusalén directo a casa, hace calor, tengo sed y estoy con la cabeza hecha una telaraña.

- ¿Como estás? Ricardo - pregunta  Joshua con una amplia sonrisa.

- Todo bien, en lo que cabe...- respondo cortante.

- ¿Y ese corazón hermano?- pregunta Abraham.

-Sigo acá ¿no? Todavía sigue latiendo...- respondo tocando mi pecho.

-Te cuento que nos enlistamos en el Ejercito- comenta orgulloso Abraham.

-Muy bien...tenían que hacerlo ya están en edad de enlistarse.

- ¿Y tú, Hermano?, ¿la vida, mujer, trabajo?

-En el trabajo todo bien, mujer nada que ver, y lo demás la vida como les dije esto-agarro mi pecho- sigue latiendo no hay más contar.

Llegamos a Jerusalén a la casa de mis padres, al verla me remonta a mejores tiempos y también a tiempos que deseo olvidar, nuestra casa sigue ahí, perfecta como siempre, somos acomodados,  mi padre es joyero, no me acordaba lo grande que es.

Entro primero mis hermanos llevan mi maleta y después veo correr a mi madre, abro mis brazos, mi querida madre, la que me cuidó siempre sobre protegiendo al loco muchacho que siempre tentaba a la muerte y que siempre le gustó la adrenalina y el peligro.

- Shalom, Hijo querido.

- Shalom Madre, tanto tiempo sin venir ya los extrañaba- la abrazo con mucho cariño.

-Hijo, ¿cómo estás? ¿Tu corazón no te molesto?

-No mucho madre, una que otra crisis que hasta ahora la e librado muy bien.

Llega mi padre con mis hermanas mis queridas gemelas Judith y Maria son mi adoración.

-¡Hermanito! -corren a mis brazos - mis niñas lindas - les doy un abrazo cariñoso, la verdad es que me siento muy bien de haber venido, fueron años que no los vi.

-Hijo querido Shalom ¿Cómo estas? Y ese corazón?

- Shalom, padre, sigue latiendo ¿no? - pregunto sonriente después lo abrazo

con mucho cariño se que no es mi padre, mi madre me tuvo cuando estaba casada con mi padre biológico enviudo cuando tenía tres años y el me adoptó, es un gran padre es el único padre que conozco y al que respeto y amo.

Estamos sentados en familia, solo falta alguien para que la familia este completa mi hermana Alexandra que es enfermera ella trabaja en el hospital general de Jerusalén, supongo que llegará pronto, mi hermana con la que tuve un "que ver" cuando era adolescente y cuando llego siempre me da lo que necesito, aunque esta vez es distinto, solo tengo cabeza para Darla, necesitó sacarla de mi mente, m****a, para eso vine ¿no?

Alexandra entra me ve y corre a mis brazos, se cuelga literalmente de mi.

-¡Ricardo! Me alegro que hayas venido nos tenías muy abandonados - exclama mientas me abraza.

-Hola, Al, Lo sé, no tenía tiempo para venir pero ya ves estoy aquí ¿Como estas?

-Feliz de verte hermanito - responde mientras me da un beso en la mejilla y susurra- Iré a tu cuarto en la noche.

Me quedo petrificado, ¡es una loca!, si mis padres supieran de lo que hacemos desde adolescentes en ese cuarto, no sé si me sacan de la casa o la sacan a ella pero esto acabaría muy mal y ella lo dice casi en frente de todos, creo que hasta me sonrojé.

Después se baja, se dirige a su asiento mientras que yo en lo único que pienso en esa venida a mi cuarto es... ¡Sexo!

¡Mierda! no se si aceptar su ofrecimiento o negarme, vuelve a mi mente el nombre de Darla, necesitó quitarme a esa mujer de la cabeza, lo mejor para eso es un buen polvo y que mejor con Alexandra.

Mientras comemos, charlo con mis hermanos están entusiasmados con mi llegada, deciden llevarme después de terminar de almorzar a dar una vuelta por mi ciudad, aprovecho el momento,  ellos se irán pronto al Ejercito y no los veré más, me preocupa la idea de que los manden a Gaza y no vuelvan, es una zona de guerra muy hostil pero deben cumplir con su deber.

Nos sentamos a tomar una cerveza en un pintoresco restaurante del centro mirando a la gente que anda por las calles de Jerusalén.

- En serio, hermano ¿no tienes novia?

-¡No! - Exclamo cortante mi cabeza vuela otra vez donde no debería hacerlo.

- Bueno Joshua tiene novia, es una linda chica.

-¿Así?¿Cómo se llama? - pregunto intentando cambiar el tema.

- Ángel, es una linda chica, me esperará mientras cumplo con el ejercito.

- Sí están enamorados todo saldrá bien, hermano.

-¿Y tu hermanito, necesitas a alguien, casarte, tener familia... hijos?

-No necesitó a nadie, estoy bien, gracias, ya tengo a Jacob, con él es suficiente. - Zanjó el tema y mis hermanos me conocen muy bien, saben que el tema no lo tocaré más.

Me miran un poco sorpresivos pero ya no preguntan más, mientras vemos caer la tarde después volvemos a casa, nuestra madre nos está esperando con la cena, cenamos en familia y después me dirijo a mi cuarto, el día no estuvo tan mal pero tampoco puedo decir que estuvo excelente.

Cuando entro a mi cuarto, observo que está tal como lo dejé, hasta mis posters de mis grupos musicales favoritos siguen en su lugar, mi madre lo mantuvo tal cual como lo tenía, sorprendente.

Unos minutos después decido llamar a Jake, quiero saber cómo van las cosas por allá.

- ¿Como es bro? ¿Como te esta yendo en tu casa? - pregunta Jake ni bien responde el teléfono.

- Bien, Jake, intentando  relajarme ¿y ustedes como están?

- Atragantados con el trabajo, bro, tenemos varios casos,  como no estas la responsabilidad cae sobre mi...

-...Lo sé...hermano...- estoy tentado de preguntar sobre Darla pero...no lo hago, es mejor así - es por poco tiempo, aguantarán sin mí ...bien, bro, voy a descansar, aquí ya es hora de dormir,  los llamo otro día para saber como andan las cosas.

-Ok, hermano, pasalo bien con tu familia, adiós.

- Adiós Jake, besos a Jud, a Arthur y a...Darla

-Ok...

Cuelgo el teléfono, me acomodo en la cama y empiezo a mirar el techo del cuarto, saco mis pastillas y acomodo todo a la hora de Israel , me pongo a pensar en lo que no debería pensar, Darla... Darla siempre pasando por mi mente, la buena follada que tuvimos en ese club, su delicioso cuerpo, mmmm ya mi imaginación esta dentro de ella y el muchacho se pone otra vez duro, ¡mierda esto no puede pasar tan solo al pensar en ella, es absurdo!

Unos minutos después escucho la puerta de mi cuarto abrirse, son más de las diez de la noche, Alexandra no falla, sigue usando la misma hora que usábamos cuando éramos adolescentes, cierra la puerta suavemente para que nadie escuché y yo me limito a verla, tengo una erección de los mil infiernos y no es por ella sino por Darla, pero necesito encajarla en algún lado.

-!Ricardo, como un buen chico me esperas siempre listo! - exclama seductora mientras sonríe y comienza a sacarse la ropa.

No digo nada, tengo mi cabeza a millones de kilómetros de ahí y estoy intentando no hacer eso pero no lo logro ¡Joder!

Después de sacarse la ropa se acerca a mi y me quita la mía, en serio que parezco un zombi, mi cerebro esta desconectado, Alexandra lo hace todo por mi y nunca fue así, se sube encima mío y empieza a moverse cuando ya está desnuda,  no soy un buen amante en estos momentos, me estoy comportando un poco idiota, siento placer por inercia quizás porque esto es solo físico pero no puedo demostrar más de mi, no estoy conectado, el sexo es bueno pero me limité a tomar con mis manos sus caderas mientras ella se movía a su antojo hasta que nos terminamos con un orgasmo que a mí parecer no fue de los mejores, estoy un poco avergonzado ¡Joder, yo no soy así!

-Hermanito, , ¿estuviste acá? - pregunta mirándome un poco molesta cuando todo termina.

-Disculpa Al, - respondo con vergüenza- no es mi intención, estoy desconectado, tengo muchas cosas en que pensar,  tu como siempre eres perfecta.

-Ya me di cuenta que estabas desconectado, aunque fue un soliloquio fue siempre un gusto y un placer estar contigo, -me da un beso en la mejilla, toma su ropa y sale de mi cuarto.

No respondo, estoy jodido, pensando en Darla, lo único que hago es eso, pensar y pensar, ni el polvo sirvió, tenía en mi mente a Darla y ni me importó lo que pasaba acá.

¡Demonios, no me estoy enamorando, no puedo,  carajo!, me repito veinte mil veces

Al día siguiente despierto, casi no dormí, me levanto tomo las malditas pastillas y salgo a tomar desayuno, decido deambular por la ciudad con Joshua y Abraham, la pasamos muy bien los tres, mis hermanos son lo mejor, decidimos ir a dar una vuelta por ciudades aledañas no quiero estar en casa mi cabeza molesta mucho.

Sacamos algunas fotos, hace tanto calor que me saco la polera mis hermanos divertidos me sacan una foto muy graciosa, para la posteridad, sonrío al verla esto es de antología, como me divierten estos dos.

Paso los días entre paseos, comidas con mi familia, vi a mi abuela, no la veía por mucho tiempo,  tiene mas de 80 años, está sana y tranquila el único enfermo en mi familia soy yo, ¡maldito corazón!

Cuando tengo ganas de un polvo Alexandra está mas que dispuesta pero al pasar los días ya no deseo esto y empiezo a rechazarla no es lo mismo no tengo ganas, más que de ella...de Darla.

Me estoy volviendo loco,  "acéptalo, la amas" no puedo amarla, estoy roto, aventurarme con algo con ella sería hacerle daño, llegará el momento que la abandonaré, la enfermedad me sobrepasará y moriré estoy muy consciente de eso.

!M****a, estoy condenado desde que nací!, si vivo es por que soy demasiado rebelde y jodido para que la muerte se haga conmigo, pero se que ese día llegará y lo espero todos los putos días.

Han pasado diez días desde que estoy acá he aceptado que siento algo por ella, aunque me resisto en pensar que sea amor.

Antes de volver iré a la casa  de mi hijo, de Jacob junior, Esther le puso mi segundo nombre dicen que es mi retrato, solo que él tiene ojos azules, sino para todos seriamos gemelos, no padre e hijo, ya tiene veintiún años y como mis hermanos, está preparándose para ir al Ejército.

Sabe que soy su padre, siempre lo supo me ama y respeta como tal aunque llegó un momento en que no nos llevamos nada bien,  teníamos problemas y creo que fue porque lo tuvimos muy jóvenes, éramos solo unos niños cuando lo tuvimos y no supimos como criarlos, sí la familia de mi ex no se hubiera echo cargo de ella y de mi hijo pues no sé cómo hubiera acabado la cosa.

-¡Padre! - exclama efusivamente mientras me da la mano y un fuerte abrazo-¿cómo estas?

-Bien Jacob, en lo que cabe ¿y tu?

-Preparado para entrar al Ejercito.

-Lo harás bien hijo, lo sé - respondo dándole dos golpes en la espalda.

- ¿Y tu padre? ¿Como estas en Colorado?

-Bien, intentado seguir sobreviviendo...

-¿Novia? ¿Otros hijos?

-De eso ni hablar, no puedo hacer eso estoy condenado, sería hacerle  daño al corazón de alguna mujer que se aventure conmigo.

-Padre, piensa haz burlado a la muerte por mucho tiempo puedes tener hijos y una familia.

-Para eso, ya te tengo a ti - respondo tomándolo del cuello.

-Tienes que hacer una vida con una mujer que te ame, padre, mi madre ya se casó y tiene más hijos.

-Tu madre no está condenada como yo y está muy bien, no me hubiera perdonado si ella no hubiera conseguido alguien que la amé.

-Pero tu también puedes hacer lo mismo.

-Estoy roto,  no necesito amarrar a alguien que me tenga lástima.

-¿Lástima?¿ Daño? Padre te haces daño con estos pensamientos, siempre burlándote de la muerte y parece que ella se burla de que no quieras vivir, futuro es alguien que te ame, que te sonría con ternura, piénsalo - exclama guiñandome un ojo, mi hijo se convirtió en alguien que me da consejos, que gracioso.

-No lo sé hijo...- respondo soltando un gran suspiro pero Darla retumba en mi mente.

-Yo solo digo que vivas hasta el último día sin importar lo demás - responde y me abraza.

Paso una tarde perfecta con Jacob,  vuelvo a casa, sigo confundido, las palabras de Jacob retumban en mi cabeza, se nota que mi familia entera se puso en tarea para conseguirme una vida, no quería volver pensaba quedarme, pero,¿ podre tener un futuro?

Esa respuesta solo la averiguaré al volver a Colorado y ver a Darla. Tengo que afrontar esto, ver que en verdad siento por ella.

Llamo a la aerolínea pido un pasaje de vuelta a Denver, para el domingo después del Sabath así lo pasaré en familia.

Mis padres aceptan mi decisión saben que tengo una vida allá así que lo único que hacen es llenarme de abrazos y de bendiciones.

Después del Sabath estoy listo para volver a Colorado, me despido de mi familia y retorno a casa, decidido a saber que es lo que siento y afrontarlo. Está vez todo lo hago por Darla.

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