Gabriel que ya lo tenía todo planeado para provocarle a Rous un aborto, decidió llevar a cabo el plan dos días después de haber llegado a Italia. Pidió a uno de los empleados de la familia que le llevara una cubeta, el champú y todo lo que requería para lavar y pulir su auto.
Llevó consigo una navaja escondida en el bolsillo, lavó el auto y lo pulió simulando mucha dedicación. En cuanto tuvo oportunidad cortó el sistema de los frenos casi en su totalidad, con la intención de que estos funcionaran bien por un tiempo.
Su plan había tenido otro avance, y era peligroso para todos, incluso para él mismo que pensaba conducir el auto en ese estado, pero en un lugar que no llevará el incidente a mayores.
Después fue a la la cocina donde se encontraba Rous con Marian, la Nena y Annie horneando pastelillos. Él se acercó a la Nena y puso su b
Al comienzo de la carretera debía ir cuesta arriba, el auto no presentó ninguna dificultad.Como cinco minutos más tarde llegaron a una zona donde ya debían comenzar a bajar hacia el pueblo y luego tomar el camino hacia la ciudad. Desde la carretera se podía apreciar la costa del mar que se encontraba abajo, ellas estaban en la zona alta todavía.Todo parecía normal, ellas iban conversando cuando de pronto la Nena notó que los frenos del auto no respondían.—¡¡Qué demonios!! —Dijo la Nena mientras intentaba hacer funcionar el freno.—Qué sucede tía. —Dijo Annie nerviosa.—Los frenos no responden y estamos aumentando la velocidad. ¡Nos vamos a estrellar! —El auto comenzó a aumentar muy rápido la velocidad—¡¡Tía nos vamos a matar!! —Dijo Annie con des
Alan salió de prisa y subió a su coche. Prefirió no decirle nada a si madre para no ponerla nerviosa. Mientras conducía el sudor le salía y le bañaba la cara. Su cuerpo estaba temblando. Tenía pensamientos cargados de pavor, sabía en sus adentros que se dirigía a un escenario de horror. Nada bueno se podía esperar de un accidente en esa carretera.Estaba preocupado por todas ellas, pero como padre pensaba en su pequeña. Se rehusaba a creer que Chiara pudiera estar grave o tal vez muerta.Cuando llegó al lugar del accidente habían y ambulancias y un camión de los bomberos. Las labores de rescate ya habían comenzado.Harry en ese momento estaba en shock, actuaba como si aquello no le afectaba en lo absoluto. Alan se dirigió a donde él estaba con Luciano.—¿Saben algo de ellas?—El Auto cayó en la playa
Harry volvió a la clínica y fue con Alan.—¿Y mamá?—Fue a dejar a Marian en la mansión con una enfermera. ¿Cómo están ellas?—Chiara salió bien, no tiene nada grave en la cabeza, salvo por las costillas y el fémur roto, pero se pondrá bien. Rous sigue inconsciente, la está atendiendo el doctor Guido, más tarde vendrá aponernos al tanto.—¿Y su bebé, lo perdió?—Aun no lo sé. —Hubo silencio, Alan observó a si padre que se veía triste a pesar que se mantenía firme para no tirarse a llorar. Alan lo abrazó.—Papá siento tanto lo de mi tía… y Annie. —Los dos lloraron abrazados.—Annie tan niña, y la Nena... tan alegre que era, extrañaré mucho a mi hermana.—No merec&ia
Jeremith viajó a Italia dos días después del funeral de Annie. Bridget estaba furiosa y fue a quejarse con Elisa. Casi a punto de sollozos le dijo: —Ya estoy harta de las cosas que Jeremith hace cada vez que se le antoja fastidiarme. —Debes comprender que Annie y la tía Nena murieron, Jeremith fue a visitar a la familia solo por eso. Yo también lo hare cuando Arturo saque una semana. —Y también fue a verla a ella. —Dudo que mi hermano quiera tener algo con la omega después que la echó de su vida y de la manada. Debes actuar de otra manera, no puedes dejarte llevar por tus inseguridades. Ya mi hermano te ha demostrado de mil maneras que desea estar contigo. —Luego con aspereza le dijo: —Pero si te comportas como una odiosa terminará por mandarte a la m****a igual que a Rous. —Bridget notó el tono con que le habló. —¿Por qué me hablas así? —Porque me exaspera tu actitud en este momento, te comportas como una chiquil
Trascurrieron dos semanas, Y Rous fue dada de alta, aunque seguía convaleciente y debía recibir terapia en su columna, tenía prohibido caminar por algunos días, solo debía guardar reposo.La llevaron a la mansión. Nadie quería regresar a la casa campestre y cruzar la carretera donde todo aquello sucedió.La mansión ya no era igual sin la bulla de la Nena como Rous ya se había acostumbrado. Nadie podía evitar extrañarla, sobre todo Glenn, su sobrino más consentido que más bien era como un hijo para ella. El muchacho ya no era el mismo joven alegre y jovial, se veía triste y más callado que de costumbre.Tres días más tarde Enma le acercó el teléfono de la casa a Rous, su abuelo y su tía querían hablar con ella. Mientras estaba hablando con ellos llegó Alan, se quedó parado en el umbral de la puerta
Chiara estaba esperando a su madre en la sala, la niña también usaba silla de ruedas porque tenía su fémur aún con un fijador.Alan estaba inquieto y Rous lo notó. Rodó su silla hacia él.—¿Por qué estás tan inquieto? —Alan estaba serio y miró su reloj de muñeca; después respondió fríamente.—No estoy inquieto. —Se fue hacia las escaleras y subió al otro piso. Rous se quedó observándolo desde su silla, sabía que algo le estaba molestando.No habían pasado dos minutos cuando un auto de color gris paró frente a la mansión.—¡Llegó mami! —Dijo Chiara. Enma la recibió y la mandó a pasar.Como buena amiga de Alan, Rous se moría de curiosidad por conocer a su antiguo amor y la que aún lo hacía s
En la mañana Alan bajó al comedor a desayunar y saludó a todos. Allí se encontraba Rous, con los demás. Él se acercó a Enma y a Harry y les dio un beso.Por un momento Alan y Rous se miraron a los ojos, él estaba apenado por su mala actitud del día anterior y la esquivó de inmediato.Después de desayunar Rous se dispuso a ir a su habitación; acababa de entrar cuando Alan la alcanzó y le dijo:—¿Siempre irás a la casa de los Escarcella?—Sí, aunque no deseo hacerlo en estas condiciones —Mostró su silla de ruedas—. Es incómodo andar así y con gente desconocida.—Te entiendo. Pero puedes decir que no irás, que te sientes indispuesta.—Ya Enma me advirtió que no permitirá que yo falte a ese almuerzo.—¿Aunque no te agrade ir?&mdash
Alan pasó algunas horas con Paola. Su objetivo era alejar a Rous de sus pensamientos, pero no podía seguir engañándose así mismo. Rous era la mujer que poseía todo lo contrario que él esperaba encontrar en la mujer con la que pensaba pasar toda su vida, una mujer con unos estándares apegados a las costumbres de su familia, —la de Chicago—, porque por parte de sus padres les daba igual como fuera ella, si era una hembra alfa o una omega, o tal vez humana; lo que a ellos les importaba era que su hijo fuera feliz.Paola era una chica jovial y lo hacía reír con sus disparatadas ideas y forma de actuar, alegre y sonriente. Pero Paola en definitiva no era la mujer que él quería para tomar en serio, y ella tampoco se tomaba en serio a ningún tipo con los que salía.Degustaron algunos vinos, pero las cosas no llegaron a más que eso. Alan sencillamente no p