Ethan se encontraba muy preocupado por Rous, había leído la carta por la noche, y le conmocionó que ella quisiera escapar y desaparecer en Europa, sola y embarazada. Se lo pensó por varias horas y decidió pedir ayuda para su nieta, y acudió a la única persona que él conocía que tenía poder para ayudarla, esa persona era Gabriel Remington.
Lo llamó por teléfono en la mañana, Gabriel estaba terminando de alistarse para bajar a desayunar.
—Necesito hablar con usted joven Gabriel, se trata de mi nieta.
—¿Le pasó algo a Rous?
—Por ahora no la ha pasado nada, pero anoche descubrí algo y necesito evitar que a ella le pueda suceder alguna desgracia. Pero me gustaría contárselo a usted en persona, ¿Cuándo podemos reunirnos? —Gabriel miró su reloj de muñeca.
—Si usted lo
Después del almuerzo Emma busco a Alan para hablar con él a solas.—Hijo ¿qué sucede con Rous? noté que tienen asperezas. —Alan escondió el rostro.—No es nada importante mamá.—Si lo es, ella es la esposa de tu primo y no deberías tener problemas con ella. —Alan se quedó en silencio.—Dime ¿qué sucede?—Es solo que anoche discutimos, por tonterías pero...—¿Pero qué?—No hace falta que te lo diga.—Solo dímelo, si no tuviera importancia no estarías así cabizbajo. ¿Por qué discutieron?—La discusión empezó por tonterías, y hablamos de Jeremith, de si a ella le importaba o no. Después la escuché llorando, no sé si estaré equivocado, pero mientras discutíamos vi tristeza e
En la fundación los niños estuvieron atentos con la novedad de que ahora alguien más había ido a visitarlos. Era una chica pelirroja. Enma la presentó.—Niños ella es Rous, una mimbro de la familia, y va a estar con nosotros por algún tiempo y nos ayudará a organizar la fiesta del solsticio. —Todos los niños en coro dijeron:—Bienvenida señorita Rous. —Ella asentó con la cabeza y sonrió. Había más de 30 pequeños de distintos tamaños y edades. Chiara que también había ido se acercó a los niños. Como siempre frecuentaba la fundación, ella ya tenía varios amigos con los que compartía.Al instante entraron Alan y su padre y llevaban consigo cada uno dos cajas blancas con bocadillos. Los niños corrieron con Alan, lo adoraban porque los consentida bastante.—Ya va ni
Esa noche como llegaron los demás de su viaje, Glenn les sugirió ordenar pizza para la cena, así lo hicieron en el jardín; ya se estaban despidiendo del otoño, en pocos días llegaría el invierno y no podrían disfrutar durante meses de una cálida noche en el exterior de la mansión.Rous apenas cruzó palabras con Alan, pero ya se había dado cuenta que su núcleo familiar era muy distinto a los que se encontraban en Chicago.La velada fue divertida, sobre todo por Glenn y la Nena que tenían personalidades muy extrovertidas y marcaban el ritmo de la noche con sus chistes y su forma de comportarse.Aquella velada ayudó a Rous a despojarse en gran parte de su tristeza, comenzó a sentirse cómoda y confiada. La familia la había acogido de la mejor manera posible, contrario a lo que ella se había imaginado.Solo había algo que
Jeremith creía conocer muy bien las intenciones de Gabriel de pasar las fiestas con Rous. Para fastidiarlo les dijo todos.—Aun no les había contado, Alan me invitó a pasar las fiestas en Italia. Creo que Gabriel, Annie y yo podríamos viajar juntos en el mismo avión. ¿Tú qué opinas primo? —Gabriel puso los ojos como los de una serpiente.—Por mí no habrá ningún problema; aunque creó que si lo tendrás con Bridget.Si Jeremith viajaba a Italia, los planes de Gabriel se estropearían, pues la mansión del tío Harry estaría rodeada con los hombres de seguridad que ya tenía, más encima también estarían los de Jeremith.A solas meditó en el asunto y pensó en neutralizar a su rival contándole a Bridget lo que Jeremith pretendía hacer.***Jeremith
Bridget buscó a Elisa y a Vera. Llorando con rabia les contó lo que Jeremith le había hecho. Vera no se iba a quedar de brazos cruzados y tenía pensado confrontarlo cuando él llegara a la mansión.Jeremith se encontraba inquieto y estresado. Había una persona que siempre lo había ayudado a lidiar con las tensiones; Isabella, su antigua asistente a quien no había visto desde que regresó y tomó el control de las empresas. Buscó su número de celular y le marcó.Él no recordaba que no solo había plantado a Bridget para casarse con Rous, sino que también dejó a la hermosa mujer y no quiso conservarla ni como amante. Isabella aún estaba resentida y por eso cuando oyó la voz de Jeremith tras el teléfono le dijo de mala manera:—¿Qué quieres? —Jeremith captó de inmediato que la mujer est
Jeremith perdió la noción del tiempo, las horas transcurrieron como minutos, y llegó a la mansión casi a las once de la noche. Vera lo sorprendió esperándolo en su habitación.—¿Qué haces en mi habitación abuela?—Te he estado esperando por horas—¿Y por qué? ¿Ya no puedo salir hasta tarde como si fuera un niño?—Bridget vino en la tarde.—Si claro. —Dijo con desgano.—¿Qué demonios te sucede? cómo se te ocurre hablarle así a tu prometida. ¿Acaso quieres que se vaya? Ella piensa que te quieres quedar con la omega.—Bridget fue la que empezó con sus amenazas. Y tú no deberías meterte en mis asuntos.—Si me meto, soy tu abuela, y no olvides que sigo siendo la luna de la manada. Debo velar por nuestros intereses, y no estoy di
Alan en cuanto supo que Rous había desaparecido llegó al centro comercial con su padre.—¿Qué han averiguado? —Le preguntó a su madre y a la tía Nena.—Están revisando las cámaras de seguridad, pero todo señala que ella se fue por su propia voluntad. —Harry con tono de reproche hacia ellas agregó:—¿Pero cómo no se fijaron en lo que ella estaba haciendo?—Jamás se nos habría ocurrido, se veía tan tranquila.El jefe de seguridad del centro comercial dejó que ellos ingresaran al cuarto de vigilancia y les enseñó los vídeos.Rápido reconocieron a la joven que salió del área de baños con la cabeza envuelta en una pañoleta, se veía claramente en las imágenes captadas cuando ella se detuvo y observó por algunos segundos hacia
De regreso en la mansión Enma y la Nena recibieron a Rous preocupadas, y le hablaron en tono compasivo.—¿Qué sucedió? —Le dijo la Nena—. Debiste decirnos lo que fuera que esté pasando. Rous estaba cabizbaja y no quiso decirles la verdad, Alan seguía con una dura expresión en su rostro.—Dinos qué sucede hija.—No quiero hablar, perdónenme. —Alan de mala manera le dijo:—Dile ya a mi familia lo que sucede. Se quedó mirándola fijo. Rous volteó su rostro a otro lado evadiendo al enfurecido primo de su esposo. Como no dijo nada él expuso lo que ya todos se imaginaban que sucedía.—¿Estas preñada de Jeremith? —Ella los evadió a todos por completo escondiendo su rostro. —Hija dinos la verdad, ¿estas esperando un hijo? —Dijo Enma compasiva. Rous sinti&