El plan inicial no les serviría, se dijeron. No con ella estando armada. Que uno solo fuera era tambien arriesgado, le vería el rostro y si lo veía como amenaza, no dudaría en disparar y ninguno quería intentarlo. Minutos de discusión, viendo el panorama con la presión respirando en sus cuellos. Lo peor del caso fue cuando se dieron cuenta que sacó una mas de abajo del asiento. Eso era mas peligroso aún. Dos armas, una mujer que sabía usarlas y ellos con navajas. Mala combinación. Gálata guardó una en el bolso y se quedó solo con una, viendo su celular sin nada de bateria. Peor momento no pudo elegir para no haberlo cargado y no podía hacerlo en el carro, porqieni la luz podía mantener encendida. Marcelo estaba en un atasco de autos que presentaron las mismas fallas que el suyo. Pinchado por algo que quiso buscar en ese momento. Miró su móvil. Ella no atendió la llamada recordando que le dijo sobre estar con poca pila. Sumado a la poca señal que tenía el teléfono, localizar a alg
"En hora buena, el gobernador se convierte en padre una vez más, no de uno sino de un par de mellizos. ¡Nuestras mas sinceras felicitaciones!" La nota fue clara, aunque la noticia no fue publicada hasta que los protagonistas de ella, lo creyeron necesario. El suceso dio de qué hablar en cada medio de comunicación existente en la ciudad, mientras el juez leyó en su oficina el artículo completo en dónde se mencionaba sobre los logros que este obtuvo con tan poco tiempo. Podría decir que era una mentira, pero Marcelo en verdad había logrado mantener controlado un sector entero, a la vez que se anunció la llegada de sus hijos. Él mismo seguía su entrada a la política desde que supo el lanzamiento de su campaña. Su padre y sus tíos parecian encantados con él, aunque no lo dijeran en voz alta.Compartían genes con él. Sabía quienes eran, él tambien portaba el mismo apellido, aún cuando nadie supiera que venían del mismo linaje, achacando que era más que coincidencia, pues el acuerdo fue
Para alguien como Liban, que no pensó en nada más que él durante 30 años, no era común el tener a alguien que le reiterase lealtad, pero era aún menos que esa mujer le mostrara amor con cada mirada. Ella merecía el jodido cielo, desde su perspectiva. Alaya era la mujer que conoció como una simple soldado más que habían desechado por haber golpeado a alguien de alto rango, impidiendo que se defendiera y dijera frente a todos que quiso abusar de ella. Siendo una subteniente contra un teniente coronel que de dicho paso era el sobrino del ministro de defensa, no tuvo oportunidad de defenderse. Lo buscó, lo intentó y como muchas veces, quien tenía poder ganó sobre la justicia. Ella perdió lo único que tenía para enorgullecer a su padre, quien tampoco hizo nada cuando se trató de defender ante él. Por lo que prácticamente le costó la carrera muy prometedora en la milicia. Trabajar de mesera la hizo ver que había perdido todo. Su padre ni siquiera la mencionaba, siendo desterrada de
La boda de Raul estuvo plagada de festejo por parte de todos sus amigos, con su típico humor, molestando al novio con comentarios que solo divirtieron a la novia al saber que ellos podían ser lo que fuera, pero si se trataba de mostrar apoyo hacia uno de los suyos, no lo dudaron un solo segundo. Diana tuvo la mejor boda que se pudiera imaginar, pues aunque los Demons no fuesen alguien de organizar fiesta, ni ella una experta, como regalo de Ron consiguió una organizadora para dicha fiesta y una agente que le diera las mejores opciones para una luna de miel que también les pagó junto a Cray. Después de todo, que uno de ellos se casara no era algo para pasar por alto. Ben les obsequiaría la casa en la que vivirían al regresar, mientras el amueblarla sería cortesía de la pareja líder de los Demons. Una mañana con una resaca que tenía Ron odiando su existencia y a Cray comiendo aquello que no le dieran ganas de devolver el estómago. Su estómago no daba para más, mientras el único que
__ Señorita, ¿está segura que es aquí? - preguntó el guardaespaldas de Geraldine. - Es prácticamente un lugar…__ Solo conduce, Winter. - dijo ella abrochando su abrigo. - Es la dirección correcta. __ Como diga. - continuó el camino por la carretera vacía, siendo casi las diez de la noche. - No hay un solo edificio aquí. __ Porque no buscamos un edificio. Sino un auto. - mencionó ella, haciendo que el hombre calvo y de ojos verdes la observara por el espejo. - Ese auto. Winter se detuvo en el lugar que ella le indicó, en donde fue el primero en salir viendo al tipo de más de dos metros que dio una exhalación de alivio, pues aún dudaba de que llegara a hacerse presente. __ Puedes esperarme aquí. - le dijo Geraldine al sujeto que negó. __ Lo siento, pero no puedo hacer eso. Mis órdenes son…__ No me pasará nada. Además tienes una cita con mi modista, no creas que no lo sé. - señaló. - Si tú no dices nada, yo no diré nada. __ Señorita…__ Quedo a cargo de Cray Dražić. Dudo que algo
__ Ni que fuera mi culpa que este estúpido carro se calentara y pinchara al mismo tiempo. - Ben salió echando chispas mientras tenía a Raul en la línea. - Llegaré tarde. Debo conseguir un nuevo auto y asegurarme que un buen mecánico se haga cargo de este. __ Estoy en el aeropuerto ya. ¿Pretendes que me quede aquí por dos o tres horas? - cuestionó Raul. - Estás loco. Arregla tu auto, voy a rentar uno o buscar un taxi, lo que encuentre más rápido. Ben estuvo de acuerdo sacando una bolsa de dulces de su bolsillo, llamando al seguro, quienes le pidieron quedarse en ese lugar hasta que llegaran por él. Justo lo que no quería hacer. De igual forma no pudo decir que no a ello. Dejar el vehículo tirado no era buena idea, aunque sí surgió en su cabeza. Obligado a estar cerca del auto, con los lentes de sol que se puso, mientras bebía el líquido cristalino de su botella y se comía lo que encontrara.__ Me perdí, ¿me ayudas? Bajó la mirada para ver al niño de cabello rizado que llevaba un j
Como todas las mañanas en las que Cray se dispuso a observar algunas aves desde el primer avistamiento del día, mientras por las noches lo hizo con las cuales paseaban durante la oscuridad cubría su hábitat. Geraldine no sabía que algo tan “simple” podía ser tan maravilloso. Cray incluso sabía dibujarlos, colocarlos en las paredes de un salón que tenía para su pasión por ellas. Fotografías que revelaron juntos y lugares en los que se acostaron sobre sus estómagos para ver otros que con el menor ruido podían irse. Geraldine pidió a su seguridad que no intervinieran, ya que las iban a ahuyentar y quería ver los ejemplares más de cerca, algo que Cray le facilitó entregando la cámara especial para la ornitología que Geraldine acomodó, mientras Cray con señas le mostró el lugar a dónde dirigirla.Capturó la imagen, reconociendo un grupo de tres, pues un polluelo estaba cerca también, emocionandose por ver algo tan majestuoso. Acercó más el lente, hasta que tomó las suficientes, siendo
La prisa que todos tenían en la casa se asemejó a la preparación para una misión imprevista, tal vez lo era o quizá algo más importante que ello para los Demons. Pues cada uno se enfocó en llevar la ropa adecuada por primera vez, siendo cuidadosos con los detalles. Liban odiaba los trajes, mucho más cuando se trataba de llevar una corbata, sin embargo se contuvo de mencionarlo, arreglando el nudo frente a su reflejo, mirando a Alaya sobre su hombro, colocándose un par de aretes. Se veía hermosa de cualquier manera en la que se vistiera. Adquiría un atractivo en cada imagen que veía de ella. Él le guiñó un ojo cuando lo descubrió observándola y ella le sonrió desde ese lugar, siguiendo en su propia preparación. Ben caminó de un lugar a otro con la corbata a medio hacer, mientras hablaba por teléfono y comía a la vez. Ron tenía el saco en un mueble, hizo el nudo de su corbata pero no la cargaba en su cuello, sino la dejó a un lado del saco, mientras revisaba su ordenador. Mientras