Adrián escuchó el gruñido, un par de ojos luminosos se movieron de un lado a otro, rodeándolo como el cazador con la presa que no pensaba dejar escapar. Su instinto salvaje era lo único que exigía en sus acciones. Sus garras salieron y se escondieron en reiteradas ocasiones, mientras su hocico descolgado mostró sus colmillos, salivando por la comida que le presentaron. __ Rasha. - le habló Adrián desde afuera, el felino logró escuchar absolutamente nada, mientras su nombre fue dicho otras tres veces más. Pero este solo se movió intranquilo, con la finalidad que no podría dejarlo pasar. __ Ataca. - susurró Luca deseando ver lo que tanto quería, un segundo después Rasha se abalanzó sobre Adrián, con sus garras y colmillos afuera, saboreando la sangre que pudo percibir con todos los aromas que en el aire rodaban, estrellándose contra el cristal que los separaba, volviéndose loco cuando no pudo llegar, luchando por romper el vidrio, haciéndose daño solo, en cada intento. __ ¡Detente!
Adrián recibió el impacto que lo llevó al suelo, los dientes de Rasha se enredaron en la tela de su saco, el cual sirvió como una barrera que rompió con el tirón. Lo empujó lejos, pero el animal se levantó de inmediato enfocándose en Leonardo el cual solo esperó a que se lanzara sobre él, pero fue Adrián quien recibió a la pantera que rugió con las garras rasgando su camisa. Empujó su cuello, evitando que le desgarrara la cara con las mordidas que lanzó. La fuerza del felino era mucha como para no sobrepasarlo, además que ya sentía el ardor de su piel con leves arañazos, lo cual intensificó el hambre del animal y su desesperación por morderlo y saciarse. Leonardo no era alguien partidario de dañar a un animal, pero si debía decidir ya tenía la opción que tomaría. Pero Adrián le pedía no acercarse y dejarlo resolverlo. __ Una oportunidad, Adrián. Más no. - le dijo al verlo peleando por su vida con quien antes era su gran amigo. Dos navajas cayeron desde arriba ofrecidas para reite
En cuánto el ruido de las aspas del primer helicóptero llegó a sus oídos, desde las torres de vigilancia comenzaron a disparar contra ellos. La orden fue derribarlos a como diera lugar, no permitir la entrada de nadie a ese sitio, pues sabían que con quienes estaban dentro había suficiente para darles trabajo. La serie de proyectiles salieron en una ráfaga que impactó en la lata, pero estos maniobraron para girar quedando Liban con la metralleta que accionó, enviando una lluvia de balas que arrasó con la cabina, quitando el mecanismo para cambiar al explosivo que la derribó por completo. El sito se puso a temblar, mientras Adrián se interpuso entre el perro que se abalanzó contra Valentina y ella, tomarlo de la cabeza le costó demasiado al verlo furioso, como también resistir sus arañazos desesperados. Sara y Leonardo fueron rodeados, este la dejó en su espalda, viendo que sus rottweiler acorralaron uno a cada uno, al igual que el kangal, los cuáles desataron la pelea que aún estab
__ ¿Quien eres tú para retarnos? ¿Quien te crees para hacerlo? - preguntó uno de ellos, siendo el líder de grupo. __ No me creo nadie que no sea. - Leonardo afianzó sus guantes, extendiendo y cerrando los dedos. - ¿Quien te crees que tú para dirigirte a mí de esa forma? La risa mediana bordeó sus labios, el helicóptero en donde Sara debía sacó a los últimos lo hizo ver al cielo, pero esto fue aprovechado para lanzarse con un puño cerrado, el cual sintió estrellarse en su pecho, dando un traspié, a la vez que lo tomó con ambas manos y giró con él de esa forma, haciéndole caer sobre su espalda. El tipo se levantó moviendo su brazo para eliminar el dolor, mientras Alexa vio la oportunidad de dispararle a Adrián, sin prever que le arrebataran el arma con un empujón que la mandó hacia atrás. Jamal quiso aprisionar a Valentina, pero su puño fue detenido por el gancho formado en el brazo de Adrián. Ambos se vieron por un segundo, uno destilando la furia que no apagó, mientras el otro alc
La movilización de toda la comunidad era mucho más tardada de lo que se supuso. Niños, ancianos, recoger lo esencial, avisar a cada miembro de las familias habitantes les llevó horas. Cada grupo se reunió en el camino, comenzando la travesía hasta el río donde las balsas eran llenadas para trasladarlos cuánto antes. Pero estás no eran suficientes para hacerlo con todos a la vez, algunos tuvieron que esperar a que regresaran, algo que tardó un poco debido a la corriente del agua. Luca subió a un helicóptero con el resto del grupo élite que custodiaba su seguridad. Mantenerlo lejos de todos los que querían matarlos era su misión, matar a sus enemigos también se convirtió en suya cuando Jamal dejó de contestar. __ En diez minutos llegamos, señor. - avisó el piloto emprendiendo el vuelo para dirigirse al sitio que era el último en la lista. Luca se bebió otro par de tabletas que pasó a secas, mirando a su alrededor, todo el arsenal con el que aún contaba era el necesario para resistir
Luca apenas pudo respirar sin sentir que la sangre emanando de su nariz lo ahogaba, se giró como pudo, pero todo su cuerpo dolía y su cabeza no conectó ninguna idea, tampoco hizo ninguna de las acciones que demandó su cerebro para salir de ahí, como tanto se lo exigía. El piloto no puso resistencia cuando el cañón del arma que Leonardo tenía, fue presionando su frente hasta que dolió debido a la fuerza que él mafioso ejerció. El vuelo de regreso tardó más de lo que recordaba, pero sí era el punto donde Adrián cayó. Encontró el helicóptero de Valentina rondando en el lugar, con la luz moviéndose por toda la corriente del agua que desde ese punto no tenía tanta fuerza, pero aún estaba turbia, tanto como para no poderse ver nada en el fondo, menos con toda la basura, troncos de arboles secos y tierra que tornó el agua de color marrón. Marcelo se asomó de un lado, Joseph del otro, decididos a saltar si lo veían, pero eso no fue posible. Se movieron a lo largo del río, viendo las orilla
__ ¿Donde está la pantera? - preguntó Nicolay cuando entró al sitio donde antes hubo una guerra y ahora solo veían un desastre enorme. __ La dejamos...Las palabras de voiny ada quedaron a medias cuando vio la cadena que había sido reventada. __ ¿Como demonios se escapa un animal como ese? - cuestionó el ruso enfadado. - Búsquenlo. No podía perderlo. Era un felino astuto, pero en ese lugar dudó en que pudiera encontrarse familiarizado. Pero Rasha no era simplemente una mascota domesticada, sino un animal que sabía encontrar a su dueño en donde fuera. Esa conexión no se borraría jamás. Valentina dejó que le msotraran el camino por el que corrió atrás del hombre con sombrero. Subieron la pendiente hasta el conjunto de casas, perdiendo estabilidad en algunas ocasiones debido a la tierra floja, pero nada de eso los detuvo al pensar que lo habían encontrado. Renzo ayudó a Vanessa y a la hija de ambos. Braulio les siguió el paso, pues aún con la edad que todos creerían no sería util,
Adrián fue trasladado en una camilla improvisada hasta terreno libre, donde un helicóptero pudo recogerlos, la lluvia no mermó, pero no pensaron en perder tiempo y recorrer el camino de regreso a pie. Él necesitaba de atención médica y Leonardo también, quien se sentó en una de las esquinas, tomándose el costado, apoyando su cabeza y apretando los dientes para contener el quejido. Aarón se dió cuenta desde el inicio, pero sabía del orgullo de su hijo, por lo que en ese momento solo se sentó a su lado para no quitarle los ojos de encima, por si llegaba a necesitar de algo. Leonardo solo asintió y volvió a su posición, mirando a su hermano siendo atendido de sus heridas, mientras se dio a la idea que no le falló. No esta vez. __ Necesitas descansar. - le dijo su padre. __ Aún nos queda una lacra que desaparecer. No pienso descansar, mientras esté con vida. - contestó con ese tono que no disimuló para nada el rencor por todo lo ocasionado por Luca Ferrer. Descansar le sentó mal, pu