Valentina abrazó a su hijo como si quisieran arrebatárselo. Llenó su rostro de besos y se impregnó de su olor tanto como podía. Alguien tan diminuto podía llenarla de vida, porque su manera de verlo era que desde su llegada, tenía un motivo que no fuera sobrevivencia para estar siempre de pie. Un bebé que con su llanto mezclado con hipo, le daba la fuerza que siempre pidió al universo. Desde el momento en que sus ojos se pasaron sobre él cuando nació, supo que no había nada en el mundo que no hiciera por él y ahí estaba, observando un ser maravilloso que tan solo dormía cuando ella lo besó. Amando su olor característico, su sueño en todo momento y cada uno de sus cabellos, por muy diminutos que fueran.Adrián la observó sostenerlo en brazos y entendió que si algo lo había maravillado antes era porque no había tenido la dicha de ver algo similar. La miró meterse en la cama en la cual se durmió a la vez que no se separó de Vlad, quien toda la noche estuvo en su costado. Él se asegur
Las llamas en los ojos de Micaela eran del mismo tamaño e intensidad que las que Vanessa tenía. No las escondió. Ella no era alguien que daba traspié cuando su determinación hablaba y con Micaela tenía deudas que cobrar. __ Vanessa, baja el arma. - pidió Renzo. - Cálmate. __ ¿Ves lo que sucede cuando te metes con cuanta mujer se te ofrece? - cuestionó Micaela. - Es lo que ganas. Alguien que no respeta su lugar de amante.__ Tú te callas. - intervino Renzo. - Si le pido que no tire del gatillo no es por tí, sino porque considero que Carter y Grayson no merecen ver cómo su madre muere por no saber amarrarse la lengua. Vanessa aún estaba en su lucha interna por disparar. Quería hacerlo. Pero Renzo tenía razón. __ Me estás ofendiendo. - exclamó Micaela. __ Te está diciendo lo que piensa de tí. - mencionó la madre de Valentina. __ Esto es entre el padre de mis hijos y yo. - contestó Micaela. __ Entonces lo que buscabas es el basurero, porque ahí es donde está la rata traicionera de
Podrían pasar años sobre años, poner la mayor distancia posible o una barrera enorme y difícil de derribar entre un Crown y su objetivo. Pero si este lo tenía como objetivo, nada, ni nadie podría interferir en que diera con él en un momento determinado. Adrián veía a Valentina más recuperada. Dormía más y los golpes que recibió estaban comenzando a desaparecer. Su hijo tenía a su madre, como tanto lo necesitaban ambos, al fin podía centrarse en un asunto que lo tenía con la cabeza vuelta un lío. __ ¿Hace cuánto dejó de reportarse con su familia? - preguntó Adrián a Leonardo. __ Cinco días. __ Eso es muy sospechoso, dado que se supone que acaban de perder a la hija en la falla de su constructora. - mencionó Adrián. - Siendo quien era se creería que no querría separarse del hijo que le queda.__ ¿A qué se dedica el hijo? - preguntó Joseph. __ Es uno de los fiscal de más reconocidos de la ciudad, según tengo entendido. - mencionó Adrián. - Pero no todo por buena fama. Hay acusacione
Lorand Horváth, líder del clan húngaro, esposo de la reina del clan griego. Manteniendo el control total de su territorio y respaldando el de Selene Vryzas. Francesco Rizzo, capo de la mafia italiana. El único capaz de ser catalogado como dueño del territorio en un 80% del territorio. Dmitry Smirnov, sottocapo de la mafia alemana. Un control absoluto del territorio, con diversidad de conexiones entre Rusia, Hungría, Italia, Polonia.Andrey Mikhailov, segundo al mando en cuanto a la mafia rusa se refiere. Logrando uniones con dieciséis países y doce clanes fuera del territorio europeo. Cuatro hombres que estaban lado a lado, frente a los Crown en una batalla de miradas que acabó cuando llegaron a estar cara a cara. Leonardo, siendo respaldado por sus hermanos se les midieron y si eso no era suficiente testosterona, Dante Mikhailov bajó de la última camioneta que abrieron para él. Guardó su móvil, tomó el maletín del asiento vacío a su lado y comenzó a caminar hasta quedar en medio d
Cracovia, con un clima que había pasado los 10 grados, recibió al grupo de hombres que en ese momento bajaron del avión en un entorno que pintado de blancos dio la idea de estar en un sitio montañoso o alejado, siendo en parte verdad. Cada uno desfiló en todo el camino con sus respectivos soldados cubriéndolos al momento de ir al auto que esperaba por cada uno de ellos. Unos no prestándole atención a las bajas temperaturas, otros preparados en todo momento con su ropa habitual, como Dante con sus gabanes gruesos, Leonardo con su vestimenta habitual, el resto con gabardinas o abrigos normales. Pero no era suficiente para Andrey, quién farfulló en voz baja por haberle hecho caso a quien dijo que había un clima soleado el día antes. __ Se me está congelando el cul0. - se quejó al llegar al convoy que esperaba por ellos. __ A mí ya se me congeló. - se sumó Joseph, poniéndose guantes. Adrián le lanzó un abrigo en la cara. Mientras un voiny ada le alcanzó un gabán a Dante que se lo tiró
Carter Hamilton siempre mantuvo su presencia oculta en lugares donde su nombre no debía verse involucrado. Su fama era mucha para verse envuelta en escándalos, aún cuando estos si fuesen reales.No le gustó pensar que tal vez en un pequeño periodo de tiempo estaría perdiendo. Pues según su mentalidad y la actitud que había adoptado, él no debía verse abajo de alguien jamás.Pero no esperó perder todo por una jugada de alguien que lo traicionó al no aceptar que lo de su hijo había sido mera mala suerte. Ahora tenía que usar otros métodos para hacerse del dinero suficiente para desaparecer, porque ahora no era él quien tenía los fondos suficientes para hacerlo, sino el aliado que se convirtió en enemigo. Miró a través de la rejilla de la puerta, esperando el momento para que su esposa le diera el primero de los maletines. Pero los minutos continuaron pasando y Claudia no llegó, comenzando a preocuparse del tiempo que estaba tardando. Su paranoia ahora lo seguía acompañando. Para bien
Con alguien retirado obligadamente del juego, los bandos tenían solo el enfoque en uno más, el cual al parecer se lo había tragado la tierra porque no apareció en todo sitio al que se dirigieron. De regreso a New York, los Crown se dirigieron cada uno a su casa, donde la esperanza de sus esposas por verlos luego de muchas horas al fin rindió frutos. Sara abrazó a su esposo en cuanto lo vió cruzando la puerta esa mañana, sus hijos corrieron a recibirlo, siendo un pilar fundamental en sus vidas y que jamás dejarían de esperar cuando se marchaba. Joseph cargó a su hijo, el cual dió sus pasos tambaleantes hacia a él, con ayuda de Mateo, quien a su vez era vigilado desde cierta distancia de su madre. Sus dos hijos lo eran todo para él, así como él lo era para ellos. En cambio Adrián, al solo pisar su casa pudo ver a Valentina de pie, con su hijo en su hombro, quién con una sonrisa enorme lo recibió, pidiéndole no hacer ruido para que continuara en la siesta que estaba por darse. __ ¿Vi
Valentina tenía una sonrisa que nada podría borrarla al ver que había logrado uno más de sus sueños. Su presentación aún estaba siendo reproducida en una pantalla en la parte superior del pasillo por donde entró y ninguno de los presentes dejó de verlo. __ Nos quitarás el trabajo. - le dijo la griega que se posó a su lado. __ Bien hecho, colega. - el acento se le notó mucho a la australiana que colocó su mano en su hombro a lo que la brasileña se unió a ellas, elogiandose entre ellas. Un grupo donde la envidia no existía, puesto que tenían claro que todas eran las importantes, a su estilo y en el nivel que poseían. Un grupo de mujeres como ellas robaría las miradas de todos los que las veían, pues no pasaban desapercibidos tanta belleza en diferente rasgos, en un espacio tan reducido como en donde se encontraban. Una ronda más de cada una deslumbró a todos los presentes, mientras Luisa veía desde su sitio cada una de las miradas de los presentes, incluidos sus hijos, quienes no se