Tres bestias caminaron a la par de la otra, en una entrada a la mansión Crown que logró que cada uno de los que presenciaron su llegada se paralizara de miedo al ver dos rottweiler dispuestos a lanzarse sobre su contrincante, una pantera que mantuvo sus garras afuera, como si con eso avisara de que nadie podía acercarse. Cada uno siendo sostenido por los primeros dos mafiosos que entraron con las cadenas que los podían detener, seguidos del líder que con una mano sostuvo una mucho más grande, mientras que el kangal de temerario aspecto y pisadas que dejaron clara su postura en dicho sitio, caminó a su lado. __ ¿De quien es ese animal? - preguntó uno de los empleados.__ Traigan comida y agua para él. - indicó Leonardo al pasar a su lado, entrando con el kangal directo al jardín, un lugar espacioso, con libertad para el perro y donde pidió fuese vaciado. __ ¿No le teme? - preguntó Valentina al ver que fue el único que se quedó con el perro al cual le ordenó sentarse.__ Leonardo ent
Valentina apretó las sábanas bajo su cuerpo cuando el empellón salvaje la hizo perder la noción de lo que pasaba a su alrededor. Enterró la cabeza en su almohada, la cual fue forzada por el brazo de Adrián, quien la sostuvo del mismo modo, mientras una estocada más la hizo morderse los labios para no soltar el sollozo que se tragó. La curva de su cintura permitió el realce de su trasero, sintiendo la potente erección abrirse camino entre sus pliegues que resistieron, bañándole las piernas con los jugos que hicieron un poco más fácil la fricción entre ambos cuerpos. El agarre en su cuello la hizo enderezarse, pegando su espalda contra el pecho del mafioso que se estrelló con mayor fuerza contra su entrepierna, en tanto Valentina contenía su respiración al no poder resistir tanto la ráfaga que nació en su vientre y se esparció por casa extensión de su acalorado cuerpo.Pronto y sin saber cómo, era ella quien se encontraba sobre el mafioso que la hizo moverse de arriba abajo con una fac
Desde que el avión aterrizó en territorio canadiense, el bajo perfil se mantuvo. No podía dejarse ver o descubrir la razón del porqué estaban en ese sitio que no visitarían sin una razón realmente necesaria. Adrián se trasladó junto con todos sus acompañantes en los vehículos, mientras buscaron mediante sus informantes y tecnología a quién querían ver. Aunque no aparecían, optaron por iniciar en el sitio que lo vieron por última vez. Entrar a la casa de los Bassett como si fuese una guerra, no era una opción que considerar. Eso desataría una que se evitó de muchas formas, pero sí tenían que dar con Larry las reglas se podían olvidar. Él podía despejar dudas y aclarar lo que podía ser pistas para encontrar a Renzo. __ El señor no se encuentra. - dijo el mayordomo cuando Valentina preguntó por él. __ ¿Tardará? __ No se sabe. - contestó en automático. La rubia sabía cuando este mentía y en ese momento, las señales eran muy claras. __ Me estás ocultando algo ¿no es así? - quiso ser
__ Si algo he de aplaudirle a Renzo, es su acertada opinión sobre tí. - dijo Larry cuando Valentina estuvo dentro de la torre del todo. - Imagina cuántas veces le dije la perdida de tiempo que era entrenarte, después de todo terminarías siendo solo la esposa de alguien. __ Es tu hermano. - le recordó a Larry. __ Y mi mayor obstáculo, Valentina. Así como el tuyo lo han sido la mayoría de personas presentes en tu vida. Siendo tú también el obstáculo de mis hijos. - reiteró aclarando de una vez todo, a la vez se alejó cuando ella dio un paso adelante. - ¿O no te has preguntado cómo es posible que tú jamás estés en los planes de tus hermanos? - ella no dijo nada. - Porque sí, como has de imaginar, son mis hijos, no de Renzo. Y no son tus hermanos, son tus primos. __ Siguen siendo mis hermanos, somos hijos de la misma mujer. - mencionó y la risa de este fue aún mayor, en una complicidad con Yarek, quien permaneció en silencio pero tomando partido por uno de ellos.Valentina sintió un es
El viento frío de la noche golpeó el rostro de Larry al llegar a su casa de seguridad. Se apresuró a entrar al sitio y cerrar con el dispositivo que cargaba con él, bloqueando todo tipo de señal telefónica, dejando solamente la que usualmente usaba al estar en ese sitio. No iría con Zeus porqué este no se lo permitía. En momentos tan complejos no debían estar cerca uno del otro y él debía saberlo ya. Siempre se enteraba de todo, de ahí su nombre. __ Hagas lo que hagas, mi nombre no debe salir de tu boca. - dijo este como amenaza, sabiendo el punto débil de Larry, tan solo tenía que mencionarlo para tenerlo de su lado, tal como siempre le gustó tener el control. __ ¿Pretendes que muera en lugar de decir tu nombre? - se indignó. No era lo que necesitaba escuchar. __ Mueres tú con mi nombre en tu boca sellada o mueren tus hijos con la lengua de fuera. - soltó y este lo maldijo entre dientes. - Solo hay dos opciones, Larry. No pierdo jamás y tú, debes tenerlo claro, hacer valer tu pal
Clan Harmonía, una base sólida de ideas dirigidas en un mismo sentido, así les gustó definirse siempre. En dicho clan, la familia principal estaba constituida por mujeres esbeltas, de cabello dorado y miradas verdosas, realzando el poder de la mujer, catapultando su nombre por guerreras, inteligentes y hermosas criaturas nacidas para gobernar. Diamond, apellido que se pasó de generación en generación, pues las féminas eran vistas como Amazonas nacidas entre dimanantes, vistas como tal y tratadas como las piedras preciosas que ponían el nombre del clan en alto. Sí había algo de admirar de dicho clan era su capacidad de mantener la cabeza en alto cuando de enfrentar al enemigo se trató. Dichas acciones levantó envidias, enemigos que quisieron derribar o adueñarse de dicho poder. Su nombre era sinónimo de resiliencia. Su última líder, Vanessa Diamond, desaparecida por 23 años, con rumores de una bebé perdida...Valentina cerró el computador, dejando de leer lo que en la primera de las
Sí algo había que resaltar en la familia que jamás dejaba d actuar en conjunto era su astucia, acompañada de la inteligencia que cualquiera podía corroborar al verlos actuar como potenciales amenazas, siempre.Pero adivinos no eran. El instinto los hacía estar al pendiente de cualquier cosa que les resultara sospechosa, pero no podían saber con exactitud lo que ocurría a su alrededor.Adrián vio a su hermano charlando con Luca Ferrer cuando regresó a su casa, ni siquiera sabía que se encontraban ahí, pues estaba al tanto del regreso de su hermano, más no que su madre recibiera a su pareja en esa casa y ya lo tuviera conversando con él. __ ¡Regresaste! - Geovanny se levantó yendo a abrazarlo, estrechando sus manos como un saludo después de no haberse visto durante meses. - Aún no me acostumbro a verte tan grande. __ Ni casado. - comentó Silvia atrás suyo. Adrián no dijo nada ante el recordatorio de su madre adoptiva para su hermano. __ Es que de verdad no me acostumbro a que estés ca
__ ¿A mí? - preguntó Valentina incrédula ante lo dicho por Adrián. - ¿Quien? ¿Porque? Varias interrogantes salieron a flote, ninguna sin su respectiva respuesta. Parecía una mala broma, pero en ese momento no lo era, jamás lo sería cuando de un Crown se trataba. __ No lo sé y es lo que me jode. - tiró la llave de su auto al escritorio. - Quien la tiene sabe que me pondría en una situación muy compleja. El muy maldit0 tenía pensado esto desde siempre seguramente. __ Si quieres que me entregue, no hay problema. __ No. - determinó de inmediato. - Odio este tipo de situaciones porque no tomaré ninguna opción y debo ser rápido para resolver todo. __ Estamos juntos en esto. ¿Lo sabes, verdad? - él afirmó con la cabeza mientras se hizo del computador. - Podemos hacer un plan de rescate, lo que sea, te apoyo. Quizá si me usas como carnada. __ Esa no es una posibilidad. - tecleó a una rapidez que la silenció, rodeó la silla y descubrió lo que estaba haciendo. No dijo nada,solo observand