Clan Harmonía, una base sólida de ideas dirigidas en un mismo sentido, así les gustó definirse siempre. En dicho clan, la familia principal estaba constituida por mujeres esbeltas, de cabello dorado y miradas verdosas, realzando el poder de la mujer, catapultando su nombre por guerreras, inteligentes y hermosas criaturas nacidas para gobernar. Diamond, apellido que se pasó de generación en generación, pues las féminas eran vistas como Amazonas nacidas entre dimanantes, vistas como tal y tratadas como las piedras preciosas que ponían el nombre del clan en alto. Sí había algo de admirar de dicho clan era su capacidad de mantener la cabeza en alto cuando de enfrentar al enemigo se trató. Dichas acciones levantó envidias, enemigos que quisieron derribar o adueñarse de dicho poder. Su nombre era sinónimo de resiliencia. Su última líder, Vanessa Diamond, desaparecida por 23 años, con rumores de una bebé perdida...Valentina cerró el computador, dejando de leer lo que en la primera de las
Sí algo había que resaltar en la familia que jamás dejaba d actuar en conjunto era su astucia, acompañada de la inteligencia que cualquiera podía corroborar al verlos actuar como potenciales amenazas, siempre.Pero adivinos no eran. El instinto los hacía estar al pendiente de cualquier cosa que les resultara sospechosa, pero no podían saber con exactitud lo que ocurría a su alrededor.Adrián vio a su hermano charlando con Luca Ferrer cuando regresó a su casa, ni siquiera sabía que se encontraban ahí, pues estaba al tanto del regreso de su hermano, más no que su madre recibiera a su pareja en esa casa y ya lo tuviera conversando con él. __ ¡Regresaste! - Geovanny se levantó yendo a abrazarlo, estrechando sus manos como un saludo después de no haberse visto durante meses. - Aún no me acostumbro a verte tan grande. __ Ni casado. - comentó Silvia atrás suyo. Adrián no dijo nada ante el recordatorio de su madre adoptiva para su hermano. __ Es que de verdad no me acostumbro a que estés ca
__ ¿A mí? - preguntó Valentina incrédula ante lo dicho por Adrián. - ¿Quien? ¿Porque? Varias interrogantes salieron a flote, ninguna sin su respectiva respuesta. Parecía una mala broma, pero en ese momento no lo era, jamás lo sería cuando de un Crown se trataba. __ No lo sé y es lo que me jode. - tiró la llave de su auto al escritorio. - Quien la tiene sabe que me pondría en una situación muy compleja. El muy maldit0 tenía pensado esto desde siempre seguramente. __ Si quieres que me entregue, no hay problema. __ No. - determinó de inmediato. - Odio este tipo de situaciones porque no tomaré ninguna opción y debo ser rápido para resolver todo. __ Estamos juntos en esto. ¿Lo sabes, verdad? - él afirmó con la cabeza mientras se hizo del computador. - Podemos hacer un plan de rescate, lo que sea, te apoyo. Quizá si me usas como carnada. __ Esa no es una posibilidad. - tecleó a una rapidez que la silenció, rodeó la silla y descubrió lo que estaba haciendo. No dijo nada,solo observand
__ Son muy cómodos e imperceptibles. - comentó Grayson cuando estuvo fuera del auto. - Ni siquiera recordaba que lo traía. - ella movió la cabeza solamente. - No lo pienses tanto si se da la oportunidad. __ No sé si pueda. No los hemos probado, pueden fallar. - replicó con nervios. Tenerlos no era seguro, pero no tenían más opciones. La amenaza de asesinar a Renzo si no llegaban en el momento exacto los tenía atados de las manos. Evitar los riesgos era imposible, la estaban vigilando, eso era claro, por lo que los movimientos en falso no podían permitirlos.No eran unos novatos y con lo poco que Valentina sabía de sus padres, no necesitaba más para entender que la base para que Zeus la buscara eran ellos. __ ¿Terminaste todos los archivos? - la pregunta la hizo detenerse. Aún faltaban unos minutos y el lugar lo tenían al frente. Puntualidad, esa era una de las exigencias. Pero podía sentir algo pesado sobre ellos, ya estaban en la mira. __ El final no es lo que esperé. - fue lo ú
Adrián escuchó las paredes crujiendo, con cada disparo solo reiteró que no habían llegado indefensos. Soltó el cargador vacío, lo cambió y continuó, aún con los pedidos de no hacerlo, pues estada seguro qu Valentina se encontraba en ese lugar. Derribó a todo el que se le puso frente a él. Detalló los explosivos en el suelo y supo que tenía aún menos tiempo, yendo lo más rápido que sus pies se lo permitieron. El segundo piso se vió vacío,pero disparos salieron de todos lados, por lo que se escudó contra la pared,recibiendo el lanzacohetes listo,un segundo bastó para detonar la bazuca en su hombro y crear la bola de fuego que abrió paso para ellos.Sus hermanos y sus hombres lo ayudaron a atravesar el anillo de sujetos armados que cayeron uno a uno, en tanto él llegó al tercer piso, tirando cada puerta de lugar vacío, el olor junto a la humedad molestó su nariz, pero continuó hasta que la última dejó a la vista un cuerpo, una jeringa y a su madre, quien no dejaba de llorar. Este revis
La camilla estaba esperando desde que aterrizaron en el edificio en donde ayudaron a Adrián a moverla. Este no se quiso separar de Valentina cuando emplearon maniobras de resucitación. Su propio corazón estaba a punto de dejar de funcionar, el aire no llegó a sus pulmones y si antes probó el dolor físico, en ese instante estaba experimentando uno que lo sobrepasó por mucho. La fuerza en sus brazos se convirtió en una tensión que podía hacer estallar lo que fuera. Le gritó que despertara, pero la rubia que tenía leves golpes en su rostro no abrió los ojos, ni dió ninguna señal, causando que este sufriera mucho más. __ La frecuencia cardiaca cayó. - dijeron y este luchó por estar con ella, siendo detenido por tres sujetos que no pudieron con la fuerza del hombre que llegó hasta la camilla, mientras los médicos trataron por todos los medios en recuperar a Valentina. Los médicos continuaron lanzando datos de su estado, pero él dejó de escuchar al verla inmóvil en una camilla, mientras
La noticia de que su mujer estaba embarazada lo mantuvo en silencio por varias horas. Todo comprendieron que no era una noticia para celebrar, no aún. Aunque la emoción sí estaba presente. Luisa confiaba en sus nietos. Ese bebé, por muy diminuto que fuera ya lo era. Para Adrián, aún cuando fue inesperado, pensó en tantos posibles escenarios que se sintió como un completo absurdo al pensar en positivo, en que lo vería o tan solo iba a conocerlo, cuando los diagnósticos no eran nada favorables. Le dieron espacio para que tomara un respiro. Sin embargo, se quedaron a su lado. Para unos aún era el pequeño que recuperaron luego de años, pero el orgullo por verlo determinado a no perder a su familia, fue imposible de no mostrar. Debía celebrar esa noticia, no pensar en que podía perderlo. ¿Como era posible sentir algo por alguien que nunca había visto? Algo tan diminuto, indefenso y que esté en riesgo de desaparecer de la misma forma en que llegó. ¿Era real? Lo era, pero por saña de
Legión Harmonía, división de mujeres comandando por féminas con un parlamento propio. Auspiciado por comandante de armas, analista de conexiones y su capitán economista. Alice Da Silva, la primera de las tres mujeres que conformaban dicha legión se presentó a la dirección que iba en la carta que recibieron, la cual contenía el mechón de cabello que tomaron de la heredera de Vanessa Diamond, cuando esta aún era una bebé. Al hacer las comparaciones, el positivo salió a la luz y ella no dudó en trasladarse desde Saõ Paulo, como el resto, la segunda aterrizó en ese preciso momento, abordando los vehículos que la llevaría a la casa donde Freya se encontraba, mientras la última, aún estaba en el aire. Su viaje llevaba muchas más horas que las primeras dos. Brasil, Grecia y Australia. Tres destinos. Entre más distancia había entre las tres, sería mucho más difícil encontrarlas. __ Ellos son Alexandre, mi analista de conexiones. Gabrielle, mi capitán economista y Finn, comandante de armas