Capítulo141
El viento marino cada vez más frío soplaba, mientras Ezequiel permanecía inmóvil al borde del acantilado, su cuerpo erguido balanceándose ligeramente con cada ráfaga.

—Señor, primero lo llevaré al hospital— dijo Lautaro preocupado. Observó la ropa empapada de él, recordando que el señor acababa de tragar agua y ahora estaba parado allí completamente empapado. Si algo le pasaba al cuerpo, sería un problema.

—No voy— respondió Ezequiel.

—Ezequiel, escucha a Lautaro y ve al hospital para un chequeo— dijo Jazmín con voz preocupada. Ezequiel, que había estado mirando directamente al agua del mar, giró la mirada hacia ella. Sus ojos carmesí destellaron con ferocidad.

—Lautaro, llévala a ella y a Santiago y lárguense— ordenó con firmeza.

—Así será— respondió Lautaro. Después de años de trabajar junto a él, sabía que Ezequiel había alcanzado su límite de furia en ese momento. La próxima vez, podría llegar a matar de verdad.

Era la primera vez que Jazmín veía a Ezequiel de esa manera. Decidió t
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