Mientras iba caminando junto a Cesar de camino a la universidad, Alicia se encontró a su mejor amigo Oscar que también iba a la universidad.
- ¡Oscar ¡-Alicia levanto la mano, mientras lo llamaba.
Oscar escucho que alguien lo llamaba, así que al ver en la dirección de donde venía la voz, vio a Alicia y se acercó caminando para saludarla. Mientras más se acercaba, vio atrás de Alicia a una persona que no conocía de nada. Así que, al llegar, le pregunto a Alicia, sobre quien era esa persona.
- Oscar, este de aquí es Cesar, se acaba de inscribir a nuestra universidad, y me pidió que le diera un recorrido por ella para conocerla. –Alicia miro a Cesar y dijo. – Cesar, este es mi mejor amigo, Oscar, nos conocemos desde que éramos niños. –Alicia los presento a los dos.
Apenas termino de presentarlos, Oscar estiro su mano para saludar a Cesar y él le devolvió el saludo. Mientras caminaban hacia la universidad juntos, se sentía un ambiente extraño, y además había un silencio terrible.
Cesar estaba muy incómodo, así que sin dudarlo hablo.
- Alicia, perdón, pero acabo de recordar algo que deje en mi casa, así que voy a ir por mi cuenta mejor. Nos vemos en la universidad. –Sin dejar que Alicia responda, Cesar comenzó a caminar de regreso hacia la casa de Alicia.
Oscar respiro un poco al ver que Cesar se iba.
- ¡Uff! Que bien que se fue, me estaba sintiendo muy incómodo caminando junto a él. –Hablo Oscar mientras sonreía a Alicia.
- Puedes que no me creas, pero yo también quería que se fuera. Apenas lo conozco y ya estaba actuando con mucha confianza, eso no me gusta para nada, y peor después de lo que me paso con Pedro. Definitivamente no confió ni tengo una buena opinión de los hombres. El único en el que confió es en ti Oscar, mi mejor amigo. –Alicia le sonrió y le dio una palmada en la espalda.
- Por cierto, aun no me dices ¿Cómo te fue en tu cita con Pedro? –Alicia le lanzo una mirada de asco apenas menciono el nombre de Pedro.
- Así de mal te fue. –Con solo ver la mirada que puso Alicia al preguntar de Pedro, Oscar supo exactamente que no fue nada bueno. – Así de mal me fue, ese tipo Pedro es un idiota, mientras me invitaba a salir y me enamoraba, ese imbécil estaba saliendo con otra mujer, ¡Arsh! Lo odio demasiado, ¡definitivamente, todos los hombres son iguales! Algún día te contare el resto de la historia.
Oscar entendió exactamente a Alicia en ese momento, con solo escuchar una parte, pudo entender la razón por la que estaba diciendo todo eso, así que simplemente sonrió y siguieron caminando.
Cesar por otro lado, había regresado hacia donde estaba su chofer esperando.
- ¿Cómo le fue señor? ¿Qué tal le pareció esa jovencita? -Mauricio pregunto mientras abría la puerta del auto para que entrara.
- Fue exactamente como me lo dijo su padre, Daniel Flores. Definitivamente no estaba exagerando al decir que su hija es increíblemente hermosa. Mauricio creo que me enamore. –Hablo Cesar con una sonría.
- Así parece señor, ¿ahora que hacemos? Vamos directo a su casa o quiere ir a desayunar algún lugar por aquí, señor.
- No te preocupes, ya que estoy aquí, voy hablar con los señores Flores para acordar la fecha en que me voy a casar con su hija. –Cesar salió del auto y camino hasta la casa de los padres de Alicia.
Camino hasta la entrada y toco el timbre, solo unos segundos después, vio salir a Daniel Flores, el padre de Alicia. El cual apenas vio a Cesar, camino súper rápido para abrirle la puerta.
- B-Bienvenido a mi humilde hogar, señor Herrera, ¿Qué lo trae por aquí? –Pregunto nerviosamente Daniel.
- Quiero habla contigo sobre tu hija.
- ¿Ya la conoció? –Daniel estaba un poco nervioso.
- Si, ya tuve……
- ¡Cariño!, ¿con quién estás hablando?
De repente e interrumpiendo a Cesar, la esposa de Daniel era la que los estaba interrumpiendo. María salió de su cuarto y se dirigió a la sala donde su esposo estaba.
- María, te presento al señor Cesas Herrera, ella es mi esposa señor Herrera.
Cesar se acercó a donde estaba María y la saludo con un beso en la mano. – Es un placer conocerla señora Flores, ya veo de donde su hija saco toda su belleza.
María se sonrojo al escuchar el halago que le había hecho. – ¿Señor Cesar, le puedo ofrecer un cafecito o algún té? –Pregunto de manera tímida María.
- Esta bien, le acepto el café, ya que su marido y yo tenemos algunas cosas de las que hablar. –María al instante salió casi corriendo hacia la cocina para prepararle el café, dejándolos solos.
- ¿Aun no le ha dicho a su esposa que usted comprometió a su hija con conmigo? –Pregunto Cesar apenas María salió de la sala.
- A-aún no he podido señor, es que mi esposa es un poco, no está de acuerdo con los matrimonios arreglados, así que iba a esperar un mejor momento para poder hablar con ella sobre este asunto. –Daniel estaba sudando.
- No se preocupe, pero ahora que ya conocí a su hija, tengo que decirle que quede completamente complacido, su hija es tan hermosa como usted me había comentado. –Cesar estaba feliz.
- Me complace escuchar que mi hija si cumplió con sus expectativas señor. Ahora señor, ¿con respecto al préstamo que le hice? –Daniel estaba nervioso.
- No te preocupes Daniel, ese préstamo va a quedar completamente en el olvido, siempre y cuando me case con tu hija. –Cesar se puso serio.
- N-no se preocupe señor, yo me voy a encargar que mi hija entienda y si se case con usted como lo prometí. –Estaba nervioso.
- No, no, creo que no me estas entendiendo. No quiero que tu hija se case conmigo por obligación, no quiero que le digas nada sobre nuestro arreglo. Lo que yo quiero es enamorarla a mi manera, sin que nadie intervenga. ¿Está claro? –Pregunto Cesar muy seriamente.
Daniel asintió con la cabeza con nerviosismo. Después de unos minutos más hablando, María regresa al salón con tres tazas de café.
Pasaron algunas horas, hasta que se hizo de noche desde esa reunión.
- Alicia, ¿quieres ir a tomar o a comer algo? –Pregunto Oscar.
- Sí, tengo mucha hambre, ya que no pude ir a comer porque tuve que ponerme al día después de faltar 3 días. –Alicia se tomaba la barriga.
Ambos detuvieron un taxi y se fueron a un restaurante que estaba a unos minutos de la universidad.
Al llegar al restaurante, los dos se sentaron en una mesa desocupada y pidieron algo para comer y algunas cervezas.
- Alicia ya solo faltan unos cuantos meses para ya por fin graduarnos de la universidad. –Hablo Oscar.
- Si, ya en poco tiempo, todos nuestros esfuerzos darán sus frutos, así que brindemos por eso. –Los dos alzaron sus cervezas y las chocaron en el aire.
Mientras estaban comiendo y tomando tranquilamente, ven que al restaurante entran 3 chicas, al verlas bien, vieron que eran sus compañeras de la universidad que siempre molestaban a Alicia desde que ella ingreso a la universidad, hace 4 años. Además, atrás de ellas había 3 chicos, pero por más que Oscar y Alicia los vieran, no los conocían.
Al ver que Alicia estaba haciendo una mueca de disgusto, Oscar hablo.
- Alicia, si no estás cómoda comiendo en el mismo lugar que ellas, podemos irnos y continuar otro día.
- Si, mejor vámonos de este lugar.
Los dos ya se estaban poniéndose en pie, cuando de repente las tres chicas ven a Alicia.
- ¡Oye!, ¿esa no es Alicia? –Las demás personas miraron en la dirección donde apuntaba una de las chicas.
Al oírlas, Alicia quería salir lo más rápido posible del lugar, pero mientras iba hacia afuera ya para irse, las tres chicas la interceptaron, impidiéndole la salida.
Al ver que no la dejaban ir, Alicia dio un suspiro y dijo. – Inés, Verónica y Isabel, me da gusto verlas, pero ya nos íbamos, así que con permiso. –Alicia intento apartar a las tres chicas de la puerta de salida, pero fue imposible.
- Alicia, ya nos enteramos de lo que te paso con Pedro y déjame decirte que fue tu culpa al pensar que él se iría a fijar en una chica como tú. –Isabel la miro de pies a cabeza.
- Eres una chica muy estúpida al pensar que el chico más rico de nuestra universidad se iba a enamorar de ti, el solo quería jugar contigo. –Verónica hizo un puchero de burla.
- Si, eres una….
- Ya cállate.
Antes de que Inés dijera una palabra más, el chico de cabello oscuro que estaba detrás de las 3 chicas la interrumpió.
Abriéndose paso por las demás personas, llego hasta donde estaba Alicia.
- Discúlpame a mí y a mis amigos por las cosas que te dijeron, mi nombre es Mario Herrera, es un gusto conocer a una chica tan hermosa como tú, la cual es incluso más hermosa y bella que estas tres chicas atrás de mí. –Mario estiro la mano para saludarla.
Alicia estaba atónita por lo que este chico Mario había dicho, está dudando, ya que no podía dejar de pensar de que se trataba otro Pedro, el cual solo quería jugar con ella y burlarse, pero de igual manera para no quedar como una mal educada, también estiro su mano para saludarlo.
- Me llamo Alicia, es un placer igualmente.
Después de estrechar su mano, Alicia y Oscar salieron del lugar para irse a sus casas
Al día siguiente, Alicia se levantó un poco más tarde, ya que era sábado y no tenía clases, así que había decidido dormir un poco más. Después de levantarse y darse un baño, salió de su cuarto para ir a desayunar. Pero antes de siquiera llegar al comedor, escucho el timbre de la puerta, por curiosidad fue abrir la puerta, pero para su sorpresa, se encontró con alguien que no quería ver. - ¿eh? Cesar, te puedo preguntar ¿Qué haces en mi casa a esta hora? ¿o es acaso que me estas espiando? –Alicia esta desconcertada al ver a Cesar en su casa tan de mañana. - Buenos días también, Alicia, y no, no estoy aquí por ti, estoy aquí es porque tu papá me invito a desayunar en su casa, ya que tenemos algunos asuntos que atender, pero de igual manera, me da mucho gusto saludarte, estas hermosa. –Cesar sonrió de forma coqueta. Alicia lo miro con desdén. – Esta bien, pasa, siéntate en el mueble que ahora llamo a mi papá para que te atienda. –Alicia estaba disgustada. Cesar hizo caso a lo que Ali
- Señor bienvenido, ¿Cómo le fue? –Pregunto Mauricio.- Por el momento, todo va saliendo bien, ¿hay algún problema en la hacienda? –Pregunto Cesar mientras salía de la camioneta.- No señor, ningún problema. –Respondió educadamente.Cesar solo asintió con la cabeza y entro adentro de la hacienda.- ¡Niño Cesar! Qué bueno es ver que ya volvió. –Una dulce voz que provenía de la cocina.Cesar miro en la dirección de la cocina y pudo ver a Susana. Una señora de tercera edad, la cual trabaja como cocinera en esta hacienda desde hace 50 años, también fue la nana de Cesar y Mario cuando estos eran niños, prácticamente era como su segunda madre.Sin decir ni una sola palabra, Cesar comenzó a caminar en dirección de Susana para darle un muy fuerte y caluroso abrazo.- Si nana, ya volví. Mmm ¿Estas cocinando ese tallarín que tanto me gusta? –Pregunto Cesar mientras se relamía los labios.- Si, como Mauricio me dijo que hoy volvías a la hacienda, me dedique toda la mañana para prepararte ese tal
Cesar asintió con un poco de miedo, ya que no tenía ni idea de que Mónica tuviera una actitud de celopata, eso lo estaba poniendo bastante nervioso. Después de pasar algunos minutos más hablando, Mónica ya se estaba preparando para irse, al igual que Cesar, pero antes de subirse a su camioneta para irse, miro a Cesar y le dijo. - En unos días voy a estar por la ciudad, por si te interesa alcanzarme para poder estar solos. –Mónica le guiño un ojo. Estando nervioso y un poco incómodo, Cesar asintió con la cabeza y Mónica se fue de su hacienda. Cesar no sabía cómo librarse de ese compromiso, ya que, si decía que no quería casarse con Mónica, su padre podría vengarse de una manera muy asquerosa de él, además de que se regaría el chisme de que la familia Herrera no cumple su palabra y ya nadie confiaría en ellos, estaba completamente atrapado. - Señor, y ¿Qué tal si su hermano se casa con la señorita Mónica? –De repente hablo Mauricio, el cual estaba a un lado de Cesar. ¨Mario¨ Con es
Al ver a Alicia ya en la mesa, Cesar se puso de pie y tratando de ser un caballero, hizo la silla un poco para atrás para que Alicia se pueda sentar. - ¡Gracias! –Dio Alicia en respuesta a la acción de Cesar. - Por cierto, hoy te vez especialmente más hermosa de lo habitual, prácticamente me quede en shock al verte y estoy seguro que muchos otros se quedaron como yo. –Cesar trataba de alabar a Alicia. - Gracias, tú también estas bien. –La respuesta de Alicia fue fría como el hielo. Al ver la actitud que estaba teniendo Alicia, Cesar decidió cambiar de tema de inmediato. - Puedes elegir lo que tu desees, sin importar el precio. –Hablo Cesar mientras le entregaba la cartilla con los diferentes platos a Alicia. Alicia la tomo en sus manos y comenzó a leerla. Hubo un silencio incomodo mientras Alicia veía que pedir, para tratar de aliviar el ambiente, Cesar hablo. - Yo pedí unos camarones asados. Unos amigos me contaron que aquí tienen los mejores camarones de la ciudad, así que qu
Alicia hizo una mueca de disgusto al escuchar la opción que su madre le había dado. - No, no, eso es imposible que suceda, ese tipo me cae muy mal, no lo soporto, además lo que me estas pidiendo es que ¡me venda! Esto es algo que mi papá nunca aceptaría, nunca dejaría que yo me sacrifique solo para salvarlo de la ruina y la cárcel. –Alicia estaba muy disgustada con esa decisión. - Alicia, por favor piensa, piensa en el bien de tu papá, o acaso ¿quieres que el pase los últimos años de su vida encerrado tras una reja? ¡Eso quieres! –María le reclamo. - ¡No! ¡por supuesto que no quiero eso! –Alicia estaba sollozando. - Entonces por favor piensa hija, piensa en lo que más le conviene a esta familia y sobre todo a tu padre. Por cierto, antes de irme, déjame decirte que invite al señor Cesar a tomar un café este fin de semana, espero que, para entonces, ya hayas tomado una decisión. –Después de decir eso, María salió del cuarto de Alicia. Alicia se quedó pensando en lo que su madre le
Sin saber si lo que tenía era embarazo o no, saco de uno de sus cajones una lata, donde la abrió y saco de ahí muchos billetes y monedas, ya que no sabía cuándo costaba una prueba de embarazo y quería sacarse esa duda de la cabeza.Sin que su madre se diera cuenta, Alicia salió a escondidas con una mochila, donde tenía todo el dinero que había ahorrado todo desde que tenía 15 años. Estando afuera, pidió un taxi y se dirigió al laboratorio donde podía hacerse la prueba de embarazo.Al bajarse del taxi, su mochila se le queda enganchada con la puerta, mientras hacía fuerza para sacarla, la mochila se rasgó y todo su dinero termino en el suelo. Desesperada sin saber qué hacer, comenzó a recoger, moneda por moneda, ya que, si se demoraba, cualquiera podría robarle todos sus ahorros y no podría salir de esa duda que la mortificaba.De pronto, ve que una persona se arrodilla para recoger algunos billetes, pensando que se lo iban a robar, Alicia casi salta encima de esa persona como una gata
- ¿Qué me dices tú? ¿Cómo es tu vida? –Alicia pregunto para tratar de cambiar el tema, ya que no se sentía cómoda hablando sobre Cesar.- Pues, yo también estoy como tú, pero a diferencia, yo tengo que casarme con alguien que, si amo demasiado, desde que era una niña, ya que mi padre lo ayudo bajo la condición de que se case conmigo apenas cumpla los 19 años, ¡Ya solo faltan unos meses! –Mónica estaba emocionada.Así pasaron varias horas en las que Mónica y Alicia estuvieron hablando y conociéndose mejor. Después las dos se despidieron y cada una volvió a su hogar.Alicia llego a su casa ya en la noche, fue hasta su cuarto, pero para sorpresa de ella, su madre estaba ahí sentada en su cama esperándola, sin saber que ocurría, Alicia también se acercó a ella para hablar.- Hija, necesitamos discutir el asunto de tu compromiso con Cesar, ¿ya lo pensaste mejor? –María instigo.- Mamá, ya te lo había dicho, ¡yo nunca me pienso casar por dinero! Y, es más, ahora mismo voy a preguntárselo a
El mensaje del sobre salía positivo, Alicia estaba embarazada. Al terminar de leer la prueba, la hoja cayo de su mano y sin poder imaginar lo que sucedería después, Alicia comenzó a llorar desesperadamente sin poder calmarse, culpándose a sí misma por no haberse cuidado cuando tuvo relaciones.- ¡¿Por qué no tuve cuidado?! ¡Porque! –Alicia grito en su cuarto.Su mama que estaba arreglando la casa para en la noche recibir a Cesar, pudo escuchar los gritos de su hija, eran unos gritos de desesperación, fueron tan fuertes, que asustaron de inmediato a su madre, la cual al instante salió corriendo al cuarto de Alicia, dejando a un lado lo que estaba haciendo.Sin tocar la puerta, María intento entrar al cuarto de Alicia, pero al intentar abrir la puerta, se dio cuenta que esta estaba con seguro, así que de inmediato, saco las llaves de su bolsillo y buscando lo más rápido posible la llave del cuarto de su hija, apenas la encontró, entro de inmediato al cuarto de Alicia, y ahí la vio tirad