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Terminando el Contrato

Al día siguiente, Alicia se levantó un poco más tarde, ya que era sábado y no tenía clases, así que había decidido dormir un poco más. Después de levantarse y darse un baño, salió de su cuarto para ir a desayunar.

Pero antes de siquiera llegar al comedor, escucho el timbre de la puerta, por curiosidad fue abrir la puerta, pero para su sorpresa, se encontró con alguien que no quería ver.

- ¿eh? Cesar, te puedo preguntar ¿Qué haces en mi casa a esta hora? ¿o es acaso que me estas espiando? –Alicia esta desconcertada al ver a Cesar en su casa tan de mañana.

- Buenos días también, Alicia, y no, no estoy aquí por ti, estoy aquí es porque tu papá me invito a desayunar en su casa, ya que tenemos algunos asuntos que atender, pero de igual manera, me da mucho gusto saludarte, estas hermosa. –Cesar sonrió de forma coqueta.

Alicia lo miro con desdén. – Esta bien, pasa, siéntate en el mueble que ahora llamo a mi papá para que te atienda. –Alicia estaba disgustada.

Cesar hizo caso a lo que Alicia había dicho y se sentó en el mueble, mientras que Alicia fue a despertar a su papá. Después de unos minutos, los dos llegaron a la sala donde estaba esperando Cesar.

- Buenos días señor Flores, disculpe por molestarlo tan de mañana, pero ayer quedamos con algunas cosas pendientes y necesitamos llegar a un acuerdo lo más pronto posible. –Cesar estiro su mano para saludar a Daniel.

Daniel de igual manera estiro su mano para saludar a Cesar. – Es verdad señor Herrera, tenemos algunos asuntos urgentes que atender. –Daniel miro a su hija y le dijo. – Cariño. ¿puedes dejarme a solas con el señor Herrera mientras hablamos? Por favor.

Alicia sin decir ni una sola palabra, salió de la casa dejando a su padre y a Oscar solos.

Sin saber a dónde ir, Alicia fue a un parque cercano a su casa, ese era un plan espontaneo, ya que Alicia planeaba quedarse todo el día en casa leyendo algunos libros, pero ahora tuvo que cambiar sus planes.

- Tu eres la chica de la otra noche en el restaurante. ¿verdad?

Una voz algo conocida sonó detrás de donde estaba sentada Alicia. Sin saber bien de quien se trataba, se dio la vuelta de inmediato, solo para ver al chico que la defendió la otra noche en el restaurante de sus compañeras de universidad.

Al verlo, Alicia se trató de arreglar el cabello por impulso, y una sutil, pero nerviosa voz salió de sus labios.

- H-hola Mi-Mario. –Se notaba el nerviosismo de Alicia.

- Hola igualmente, señorita Alicia, sigue estando tan hermosa como la primera vez que la vi. –Mario se había dado cuenta de que Alicia estaba nerviosa.

- Dime algo ¿ya desayunaste? –Mario pregunto de improvisto.

Sin saber que responder ante tan rara pregunta de un hombre tan elegante y guapo como Mario, Alicia negó con la cabeza cabizbaja.

Mario rio suavemente y dijo. – Vamos, yo tampoco he desayunado todavía, te invito a comer.

Sin darle ningún aviso, Mario agarro la mano de la tímida Alicia y se la llevó hasta un restaurante cerca del parque donde estaban conversando.

Alicia estaba actuando de tal manera con Mario, ya que desde que lo conoció, él fue amable con ella y además la defendió sin siquiera conocerla, cosa que ni su mejor amigo Oscar pudo hacer, y eso que se conocían desde la infancia. Mario, además de ser amable y respetuoso, también es bastante guapo, cualquier chica se le quedaba viendo.

Alicia que había decidido no volver a estar ni confiar en ningún hombre a parte de algunos miembros de su familia, había roto su promesa al conocer a Mario. Sentía algo en el que la hacía confiar bastante en él, a pesar de que apenas se conocían.

En casa de Alicia.

- Bueno, ¿ya le hablo a su esposa sobre nuestro acuerdo? –Pregunto Cesar.

- Si, de hecho, fue anoche cuando me senté hablar con mi esposa, pero ella me dijo otros términos para permitir que nuestra única hija se case con usted. –Daniel estaba un poco nervioso.

- Mmm, está bien, solo porque su hija me gusta bastante es que voy a escuchar la petición que le hizo su esposa. –Cesar cruzo los brazos.

- Bueno, lo que mi esposa quiere es que, nos ayude a conseguir una mejor casa en un mejor lugar, y que, además, quiere que cuando la boda se realice, nos de 100 mil dólares para pagar todas nuestras deudas y no tener necesidades. –Daniel cerro los ojos apenas termino de hablar.

Cesar se quedó unos segundos en silencio, y mientras estaba pensando, Daniel estaba preocupado sobre lo que Cesar diría, ya que todo ese asunto del matrimonio para pagar el dinero que le presto a Cesar, se podría caer al suelo y quedarse en nada, lo que significaría que iría a la cárcel al no poder pagarle todo el dinero que presto.

- Esta bien, voy aceptar la oferta que su esposa hizo, solo porque me gusta mucho su hija. –Daniel estaba tan feliz que quería saltar sobre una pierna. – Pero. –Ese, pero de Cesar, le cayó como un balde de agua fría a Daniel, ya que toda su felicidad que había obtenido, desapareció en ese instante.

- Pero si me llego a enterar que su hija está enterada de nuestro trato y acepta casarse conmigo con mentiras el trato se acaba, ya que quiero que se enamore de mí, no quiero obligarla a casarse conmigo por interés. Además, la casa nueva y los 100 mil dólares, se los entregare después de casarme con su hija, si es que me llego a casar con ella.

Daniel asintió tenebroso, Cesar se puso de pie. – Muy bien, entonces todo está arreglado, más le vale seguir con lo acordado, ya que no sabe lo que les pasa a las personas que terminan traicionándome. –Cesar estiro su mano para cerrar el trato al igual que Daniel.

En el restaurante.

Alicia y Mario ya habían ordenado lo que iban a comer y mientras esperaban a que se lo trajeran, comenzaron a conversar.

- Y cuénteme señorita Alicia, ¿Cómo es su vida? –Mario trataba de hablar más para que Alicia no se sintiera más incómoda.

- P-pues nada del otro mundo, como casi todas las personas de esta ciudad, soy de una familia de clase media creo, soy hija única y tengo unos padres muy cariñosos, los cuales me han dado una vida todo lo mejor que han podido, así que por eso quiero graduarme de la universidad para así poder encontrar un mejor trabajo y devolverles todo lo que mis padres hicieron por mí. –Alicia perdió por un momento la timidez.

- Wow, tus padres deben de ser personas increíbles como para que hables y quieras hacer todo eso solo para devolverles el favor, realmente estoy impresionado contigo. –Mario enserio estaba sorprendido.

En ese momento, llega la camarera con la comida que habían pedido. Después de probar varios bocados de su comida, Alicia que ya había perdido casi toda la timidez, hablo.

- ¿Y qué me cuenta usted? Ya le dije como era mi vida, ahora ¿Qué tal si me cuenta un poco de la suya? –Alicia dejo de comer y miro fijamente a Mario para escuchar su respuesta.

- Mi vida, es un poco diferente a la tuya, yo nací en una familia acaudalada, nunca he tenido problemas con el dinero desde que tengo memoria, tengo 1 hermano mayor, el cual no es para nada cercano a mí ni yo a él, siempre peleábamos y ahora no recuerdo por qué. Nuestros padres murieron hace 3 años y mi hermano se hizo cargo de la familia a la edad de 20 años, mientras que yo apenas cumplí los 18 años, tomé la parte de la herencia que me habían dejado y me salí de mi casa y ahora vivo aquí en el centro de la ciudad. –Mario se notaba un poco triste.

Alicia también se había dado cuenta que Mario estaba un poco triste, así que se acercó a él y le dijo. – Lo siento mucho, no sabía que habías perdido a tus padres, no debí preguntar sobre el tema. –Estaba decaída.

Al percatarse de que Alicia se sentía culpable, Mario la hizo a un lado y dijo. - ¡Bueno! Ya basta se charlas sobre el pasado y mejor apurémonos a comer antes de que la comida se enfrié. –Alicia regreso a su puesto y los dos comenzaron a comer.

Mientras comían, Alicia recordó que el chico que conoció ayer mientras iba a la universidad y que ahora estaba en su casa, también se apellida Herrera, igual que Mario, y además Mario dijo que tenía un hermano mayor. ¿será coincidencia que los dos se apelliden Herrera? Esa pregunta paso por la cabeza de Alicia.

- Mario, te quiero hacer una pregunta. ¿Tu hermano se llama Cesar Herrera? –Alicia estaba ansiosa.

- Si, así se llama mi hermano ¿Por qué preguntas? ¿acaso ya lo conociste o lo conoces? –Ahora Mario estaba confundido.

- No, no, simple curiosidad nada más. –Alicia volvió a comer su comida.

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