La expresión de Estefanía, era bastante mala, por lo general se mantenía al margen de lo que no le concernía, por lo que nunca le interesó si estaba de buenas o de malas. Cosa que también le hizo percatarse de lo cretino que era con ella en algunas ocasiones. Suspiró por lo bajo y se prometió cambiar esos detalles en el futuro. ****************** —¡Señora! Samantha en cuanto vio el post, palideció y se tambaleó. Se sujetó la cabeza mientras, jadeaba incrédula. «Sabía que no estaba loca… ése es…» Estaba casi eufórica, pero más aterrada, debido a que ése hombre, era el vivo retrato de su padre en sus mejores tiempos. Se sujetó fuertemente a su escritorio, y rechinando los dientes, sintió como su espalda sudaba frío. Algo en su interior se retocía de dolor, pero al mismo tiempo, se sentía tranquila y en paz. Ése hombre tan guapo, fuerte y serio era uno de sus hijos, uno de sus preciosos hijos… Justo cuando estaba inmersa en su momento de sentimentalismo, de nueva cuenta el
Fue tan profundo y magnífico, que ambos se rehusaban a detenerse, ella sentía que si en algún momento se separaba de él, despertaría de ese maravilloso y ardiente sueño. Todo en su mente parecía invadido por fuegos artificiales, tan hermosos y cautivadores, que sentía como sus lágrimas caerían en cualquier momento. Su entrepierna comenzó a cosquillear, y su cerebro estaba tan inmerso en grabar ese momento para siempre, que le importaba un carajo que estuvieran cerca de la escuela y además, ya todos supieran que él era su guardaespaldas. Después de un tiempo, él la tomó firmemente del mentón y con su pulgar masajeo sus ya enrojecidos labios, y, como si fueran un delicioso manjar, no les quitó la vista de encima como si quisiera devorarlos por completo. —Richard… Estefanía que no podía creerlo, se abalanzó sobre él, y lo besó nuevamente con ansias locas. Sin embargo, él tomó su rostro con ambas manos y la separó de sí un poco. —Escuchame claramente. Jamás me traiciones. Su voz
Después de tener los nervios de punta todo el trayecto, Richard tragó mientras sentía como Estefanía tragaba su longitud hasta el fondo y lo sacaba. Estaba tan duro que ya estaba soportando un dolor constante, pero se resistió fervientemente a liberarse. Estefanía que sentía que ya le dolía la quijada, hizo un puchero. Quería vengarse de él haciendo que se liberara rápido, no obstante no solo no lo consiguió, sino que cuando él le hizo levantar su rostro, le dedicó la mirada y sonrisa triunfal, más dominante y deseosa que jamás hubiera visto. Le puso el saco que había arrojado a un lado y le dió un profundo y dominante beso mientras sujetaba y masajeaba sus pezones.Los gemidos de Estefanía se escucharon involuntariamente y pareció derretirse ante sus movimientos. Completamente embelesada, lo miró con una expresión ansiosa después de separarse un poco. —Te quiero dentro de mi. Él gimió al verla y escucharla, seguro que sabía cómo volverlo loco. Bajó su vestido con rapidez y mie
Después de ese día, Richard lejos de haberse mostrado más amable o sonriente como todo el mundo pensaría que sería al “conocer” el amor, su aura se volvió fría y aún más rígida.—Aléjese de la señorita. Ese día, un joven irritante estaba más que molesto con ella, además, de que el cretino de Conrad comenzó a hacer más “apariciones accidentales” por lo que después de unas pocas veces, se estaba volviendo algo estúpido de ver. Gracias a la publicación de las constantes fotos y anuncios de las redes sociales, y Samanta constantemente buscándolo, la frustración debido a ella y su asistente; estaba por volverse loco, pero de otra manera. —Ya te dije que… —¡Escucha a tu madre por esta ocasión! ¿Tienes idea del daño que le vas a provocar a tu hermano? Richard, no eres un niño o un adolesente, esa niña tiene un gran futuro por delante, que puede ser aún más próspero y perfecto con tu hermano, ¿que le puedes dar tú? ¿Ella estaría dispuesta a vivir en la miseria como tu padre me tuvo a mi
Los días siguieron adelante sin ningún inconveniente, Samanta entre su frustración, comenzó a tomarlo con cierta normalidad, aunque después de varios días también se percató de que el cambio de actitud de su esposo, no era como normalmente lo era. Pese a eso, trató continuamente de ponerse en contacto con Richard y envió a su asistente directamente varias veces más. Mientras tanto, con Leonard; las menciones de Irene crecían exponencialmente haciendo que los que le rodeaban se sintieran aún más incómodos, por lo general su personalidad era fría y algo demandante, no obstante, debido a su gran perseverancia y visión en los negocios, no era alguien fácil de ignorar o hacer a un lado. Estaba comenzando a irritarse con la "tibieza" de su esposa. —Señor, esta noche… —Leonard interrumpió a su asistente, levantando la mano en señal de molestia. —Esto se está tornando estúpido, se nota que esa mujer jamás pensó en nosotros como una familia, solo están sus prioridades. —Al ver la expres
La bodega era bastante espaciosa y el silencio y el eco eran audibles sin esfuerzo. l lugar no estaba sucio ni olía mal, pero se podía percibir que se encontraba en medio de la nada, Carlos suspiró y trató de sostener su cabeza debido al dolor, no obstante, se percato de que estaba atado y además, después del fuerte golpe, había sido prácticamente atado como un animal. Al mirar a su alrededor, se percató de la presencia de una mujer atada a uno de los pilares del techo. Ella no mostraba interés en nada e incluso permaneció impasible aún al verlo despertar. se encontraba bastante desorientado y le dolía la cabeza, no obstante su preocupación era más grande. —C…Can you t…tell me where we are? —preguntó en un inglés bastante torpe.—Tu pronunciación es terrible, evita hablarlo o perfeccionalo. Y no me vuelvas a hablar. La voz firme y grosera de Samanta, fue algo dulce y temblorosa. Carlos suspiró por lo bajo y miró nuevamente a su alrededor. Pese a todo, era extraño que el lugar estuvi
—¿Leonard se movió? —preguntó Irene algo extrañada, por lo general Leonard si era calculador y muy precavido, no obstante eso iba más allá de lo que en realidad esperaba. Tobías asintió, pero había algo que no había dicho. Irene se sintió algo incómoda debido a que para que el muchacho se quedara en silencio, debía ser algo de verdad preocupante. —Si confías en mí, por favor déjame manejar esto —dijo él mirando al inconsciente Alan en la cama. Desde el accidente no había despertado, todo apuntaba a Leonard, pero aún no podían recolectar las pruebas suficientes. Mientras el problema no se hiciera aún más grande y Estefanía no se moviera, no pasaría de una nota amarillista más, por lo que era más que importante que se hiciera todo con la mayor tranquilidad posible. Al final Irene asintió y salió de la habitación para ir a una reunión importante, mientras él estaba por llamar a Richard para pedirle que reuniera lo necesario de su lado no obstante, uno de sus hombres de confianza lo de
¡PAS! —¡Eres una zorra! Con los ojos completamente abiertos y llena de incredulidad, Estefanía miró a la mujer frente a ella. No podía dar crédito a lo que había dicho, al punto en el que ni siquiera había procesado la fuerte bofetada. —¡No puedes simplemente escudarte en todo tu dinero y tus padres para arruinarle la vida a los demás! ¡Richard estaba comprometido! mocosa engreída y arrogante. La mujer completamente hecha un mar de lágrimas y rabia, se alejó caminando con firmeza del lugar. Estefanía por otro lado, parecía haber perdido la noción del tiempo y únicamente las palabras; “estaba comprometido” se repitieron una y otra vez en su mente, mientras la palidez de su rostro se intensificaba.—Comprometido…Muchos a su alrededor miraban la escena curiosos, algunos, con algo de vergüenza y otros con burla, pero a ella no le importó en lo más mínimo debido a la fuerte noticia. Zulema, su mejor amiga, se acercó a ella y la llevó a un lugar apartado de las miradas. —Ni siquier