Sofía se sentía una niña en una gran juguetería, tantos rincones por recorrer y llenos de sorpresas. Estaba fascinada por los lujos del hotel y todos los servicios que brindaban a sus clientes y pensó que podría acostumbrarse a ello.Comenzó por la cocina, y espió por la ventana redonda de las puertas que se abrían para ambos lados, donde los meseros salían con exquisitos platos para los comensales de alto nivel.Ingresó sin decir nada, mirando el caos que era la cocina, la gente corriendo de un lado al otro, el chef gritando más fuerte de lo que su propia voz podía y miles de cocineros trabajando como expertos en muy corto tiempo.Simplemente estaba fascinada, nunca había visto tan perfecta sincronía.Uno de los juniors la notó, dejando de saltear sus verduras y parándose erguido.-¡Señorita vicepresidenta!- exclamó con terror.Todos dejaron de hacer sus tareas y se giraron hacia ella.-¡Buenas días vicepresidenta!- exclamaron todos al unísono, hasta el chef había dejado de dar órden
Sofía no podía creer el giro de 180 grados que había dado su vida.Habían pasado dos meses desde que se había convertido en la vicepresidenta de Hoteles Montenegro y había creído que el puesto le quedaría muy grande, que sería cuestión de tiempo para renunciar antes de arruinarlo todo.Pero no, había logrado ser más que el puesto, convirtiéndose en una excelente mujer de negocios que se preocupaba por su gente, sus empleados, sin perjudicar en ningún momento a la empresa.-Buenos días Sofía- exclamó con una hermosa y genuina sonrisa la jefa de recepcionistas del hotel, la cual la recibía todos los días con un enérgico saludo junto con las demás recepcionistas a su cargo.-Buenos días chicas ¿Ha sido una mañana tranquila?-Sí señorita, todo va viento en popa.-Perfecto chicas, sigan así- exclamó dándoles ánimo como todas las mañanas-Ah, por cierto... casi se me olvida- exclamó la joven, agachándose detrás de la mesa de recepción ante la mirada curiosa de la joven.- Tenga señorita Sofí
-¿Qué más podía esperar de tí? Me he olvidado que después de todo eres hombre y jamás vas a entender lo que es el miedo constante por el que pasamos las mujeres.- Sentenció Sofía, saliendo rápidamente de la oficina de Lucas.-¡Espera! ¡Sofi!- gritó el magnate, pero ya era tarde, la vicepresidenta había salido de la oficina.Lucas se recargó abatido en el asiento, la había cagado. Había permitido que su lado de hombre de negocios lo dominase.Tomó con frustración el gordo expediente.“¿Realmente esta cantidad de papeles eran sobre acusaciones contra el gerente?”Al principio le había parecido una exageración, una broma, algo que no era tan grave como para tener que actuar de una forma tan brusca como despedir al gerente que había estado ahí desde antes de que él tomara el mando y con el cual nunca había tenido problemas con su desempeño.Abrió el expediente, y no solo había acusaciones de ese año. Mientras pasaba las hojas se dio cuenta de que se habían encajonado años de acusaciones c
Sofía se levantó temprano para comenzar su día, aunque estaba enojada y dolida con Lucas, dormir lejos de él había sido todo un reto y había hecho una fuerza sobrehumana para no ir a mitad de la noche a acostarse en sus brazos.Se dirigió a la cocina y se decepcionó al no ver al magnate por ningún lado. Siempre desayunaban juntos, se había convertido en un ritual.Vio que sus llaves no estaban donde siempre las dejaba, se había ido al trabajo sin ella.“Prefirió entrar antes al trabajo antes de cruzarse conmigo” Se dijo a ella misma clavándose un puñal.Llegó al hotel cabizbaja, sintiéndose fatal por estar peleada con Lucas y además no haber podido resolver lo que le había prometido a Melisa.-Buenos días Señorita Sofía- exclamó la recepcionista tan sonriente como siempre, pero ahora su sonrisa le quemaba.-Buenos días.- dijo sin ánimos. – Hablamos luego ¿Está bien?-Espere…- exclamó saliendo del mostrador y acercándose a ella.-¿Qué sucede?-Déjeme acompañarla a la sala de eventos.-
-Tenemos que dejar de hacer esto en la oficina o se va a volver una adicción- exclamó la joven castaña mientras subía su ropa interior por las piernas--Bueno… ya no es para mí- Lucas la abrazó desde atrás y besó su cuello.-Basta… un día de estos nos van a encontrar en pleno acto- protestó.-Tranquila, a esta hora ya no hay nadie.Sofía abrió la puerta de la oficina del magnate y saltó asustada al encontrarse del otro lado a las chicas de recepción. La castaña se giró hacia Lucas, con una mirada de “¿No que ya no había nadie?”-Señorita Sofía, la fuimos a buscar a su oficina y no estaba.-Sí, imaginamos que estaba aquí.-¡Pero no estábamos haciendo nada! No es lo que parece…- empezó a explicar nerviosa la joven.Las chicas se miraron entre ellas, riéndose divertidas.-Vinimos a preguntarle si quería salir a tomar unas cervezas con nosotras.-¡Si! ¡Para festejar lo de Alexander y lo del gerente! Se lo merece.-Ohhh yo…Sofía se quedó sin palabras, luego del distanciamiento de Kate por
-Sofía…La nombrada se quedó congelada en su lugar, sintiendo que el terror recorría su columna vertebral y erizaba su piel.Se dio vuelta con el cuerpo tieso y comprobó lo que ya había imaginado.Frente a ella estaba Víctor, su ex esposo, con un ramo de flores rojas en su mano y una expresión de remordimiento que a Sofía le dio nauseas.-¿Q-que que…- comenzó a balbucear sin poder formular una pregunta.No había visto al hombre desde aquel día en que lo había encontrado en la cama con otra mujer haciendo el amor salvajemente.Aún no podía borrar su mirada de desprecio cuando la castaña le confesó que había sido abusada.Para luego echarla a la calle sin compasión.“¿Y ahora estaba con esa expresión de perro mojado?”Simplemente la joven no podía olvidar lo cruel que había sido su ex esposo.-¿Me estás siguiendo?- finalmente dijo.-No me atendías las llamadas- exclamó lastimosamente.-Porque te bloqueé, porque ya no quería hablar contigo ni tener ningún tipo de contacto. Pero veo que n
-Lucas ¿Estás?- preguntó la joven castaña asomándose a la oficina de su pareja.-El señor Montenegro tuvo que irse a una reunión de urgencia- exclamó su secretaria detrás de ella.-Oh… gracias- exclamó desilusionada.“Me había dicho que iba a estar para el ascenso de la recepcionista”-Supongo que lo tendré que hacer yo- exclamó para sí misma. Aunque ese no había sido el plan, ambos habían creído que sería buena idea ascender a la mujer y darle un toque femenino a la empresa.-Buenas tardes Señorita Sofía- exclamó alegremente Melisa.-Buenas tardes Melisa. Buenas tardes chicas.-Dejaron estas flores en la puerta hoy a la mañana, con una carta de perdón.Sofía tuvo que contener su bronca frente a sus empleadas.“¿No entendió que ya no quería saber más nada con él?”-Tíralas, cualquier regalo que sea para mí deshazte de él sin decirme nada ¿Está bien?--Sí señorita.Sofía suspiró con frustración y miró la hora.-Melisa, necesito que lleves a las chicas al salón de eventos.Sofía se enco
Sofía no esperó a Lucas en el hotel, algo le decía que no llegaría hasta dentro de un par de horas.Llegó a la casa y se sintió sola en un lugar tan grande y frío.“¿Así sería a partir de ahora?”“Si voy a estar siempre sola entonces no quiero esto” Pensó sentándose en el sillón, sin ánimos de comer sola ni hacer nada.Horas más tarde el magnate llegó arrastrando los pies y cabizbajo.Hace varias horas que había terminado la colérica discusión con su padre, pero estaba tan enojado y con los nervios en punta que no quería volver con esa aura a la casa. Pero cuando el enojo se fue, una fuerte tristeza lo invadió, al darse cuenta de que no tenía control de su propia vida. Que su padre siempre haría lo que quisiera con él.-¿Dónde estabas?- exclamó la joven, haciéndolo saltar asustado.No se había dado cuenta de que Sofía estaba sentada en el sillón.-Yo… eh…- comenzó a balbucear, ya que no estaba preparado para confrontar a la joven en ese momento.La castaña suspiró derrotada.-¿Es por