Tanto tiempo en esto. Tantas evasivas, conflictos y momentos queriéndonos, estaban yéndose al canasto de la basura. Todas las discusiones, acercamientos, obsesiones con dejarlo y el amor que estuve dispuesta a darle, me hacen pensar que hemos recorrido un largo camino donde este ha llegado a su final.
— Dove…— ¿Qué quieres, Danell? — pregunto agotada.— No sé qué es lo que quiero. Esa es la verdad— dice Danell y yo estoy de acuerdo con él en eso.— Es verdad, no sabes lo que quieres y es eso lo que me está lastimando. No prolonguemos más esto, estoy lista para saber que quieres que haga. Si es lo último que haré por ti o no. Dilo de una vez, tienes ese poder de terminar o mantener esto.— Yo… ¿puedo quedarme con las dos en mi vida? — pregunta Danell y yo comienzo a reírme.— Si que eres descaradoComprendo perfectamente que es lo que he hecho. Danell me trató tan bien que olvidé mi lugar. Fue tan evidente que era inmensamente feliz, que olvidé que no era un amor que duraría hasta el final. Porque como dijo Flavia, yo era su esposa sustituta.Una que recibía el amor que estaba probando para ver si era lo que la mujer que ama, quiere. Me confundí, muchos lo hicimos con su trato especial hacia mí, pero, no fue más que un espejismo, uno que desapareció cuando la verdadera dueña de su amor, apareció.Entonces, ¿Dónde quedo yo? He perdido algo que ni siquiera tenía. Tan tonta que disfruté más de lo que tenía, pero, ahora… ahora que existe la posibilidad de no quedarme con las manos vacías, de no quedarme sola. El dolor es menor fuerte.— ¿Estás ahí, Dove? — preguntan en el teléfono.&m
Justicia, ¿a quién le puedo pedir justicia si la vida misma es injusta? No puedo pedirle a Danell que me ame, no puedo hacerlo más de lo que lo he hecho, no puedo suplicar que me quiera, cuando es claro que es feliz con alguien más.Entonces, ¿un bebé marcará la diferencia? ¿Dejará de amarla a ella y al menos amará a su hijo? ¿o será capaz de arrebatármelo para dárselo a Flavia?El abrazo de Felipe, me hace sentir mejor, pero, cuando nos separamos, la soledad es quien toma su lugar y se aferra a mí justo como desee que Danell se aferrará a mí. Pero, es claro que eso no fue posible.— Felipe, el señor pregunta que si sucede algo — dice uno de los chicos.— Gerald…— No pasa algo. — digo y Felipe me observa preocupado.— Entonces, ¿Por qué se abrazaban? — pr
Los chicos caminan a cada lado de donde me encuentro, mientras otros buscan la habitación perfecta para que yo pueda soportar la lluvia tan fuerte que se escucha caer en el interior de la casa.— Todas las habitaciones tienen la misma infraestructura: una sola pared no es de vidrio, la pared donde se visten. — dice uno de los chicos, causando que suspiren con preocupación.‘La habitación de Susan’ me digo mentalmente.— Ya sé dónde quiero dormir. — digo caminando en dirección a la habitación que Susan me describió.Todos miran dudosos al ver que está en el segundo piso y que es más grande, por lo que, las paredes de vidrio más. Pero, ellos rápidamente cubren estas con sus cortinas y cierran todo para que el agua no moje el interior.— Puede ser sincera conmigo. Si debo saber algo o necesita ocultar algo, aquí estoy, seño
Era el momento, no podía simplemente marcharme y fingir que soy la que ha actuado mal. La ladrona que entra a una casa y huye antes de ser vista. No quería eso. No podía hacerlo cuando sus palabras me estaban doliendo tanto.No quiero que mi matrimonio llegue a su fin, no quiero que mi bebé crezca sin su padre. No deseo ser parte del gran porcentaje de relaciones que terminan por un malentendido que después de aclararse, ya es muy tarde para regresar a estar juntos.Por eso, avanzo hacia donde ellos están teniendo su conversación para mirar al hombre que días antes se preocupaba por mí y me hacía pensar que la mujer sobre sus piernas, era parte del pasado.— Yo también estoy sorprendida, Flavia. Después de todo, parece que mi esposo tiene un trastorno de personalidad quizás producto de todas las vidas cargadas de mentiras que se ha creado. — digo mostrándome f
Respiro profundo, deseando calmar el dolor que se centra con fuerzas. Cierro los ojos y asiento, sabiendo que el final se ha acercado y abofeteándome mentalmente porque mi corazón aun guarda las esperanzas.Unas que debo ahogar y si no mueren quemar, porque no puede permitir querer a alguien que no me valora. No puedo amar a alguien que no le importa destruirme, porque es eso lo que está haciendo justo ahora.— Necesito que hablemos a solas. — digo y una risa escandalosa se escucha.— De verdad que no te quieres, ¿realmente crees que quedándote a solas, vas a causar que él cambie de opinión? — pregunta Flavia en tono burlón.— ¿Debo utilizar a los chicos para algo tan escandaloso como es que te saquen a patadas? — pregunto mirando hacia la silueta borrosa de Flavia.— No te atreverías.— Rétame, Danell. Solo ponlo por duda y enton
Trago duro y llevo mi mano a esa parte de mi pecho que tanto me duele. Intento calmar el dolor que siento y procesar la derrota que no se puede evitar. Sabiendo que las cosas no van a cambiar, acepto mi derrota.— Entiendo, no hay algo más que hacer.— Me alegra que lo estes entendiendo.— Una última cosa que quiero decirte. — digo y Danell suspira frustrado.— Termina con todo esto, no me importa lo que quieras decirme, solo márchate, Dove. Vete a ser feliz como desees. — dice Danell con evidente molestia.‘A eso me he resumido al ya no ser útil para él: ser una molestia.’ Me digo mentalmente ‘Aun así, debo decirle lo de mi embarazo. Aunque nuestra relación haya llegado a su fin, Danell merece saber que estoy embarazada’Suspiro profundo porque no es algo fácil de decir y duele que no lo sea. Porque me había imaginado que cuando este momento llegara, los dos celebráramos que seriamos tres y no como una noticia de despedida. Pero, es claro que las cosas no suelen salirme como espero
Narra DanellSu rostro cargado de dolor, impacta fuertemente en mí, pero, no lo suficiente para renunciar a Flavia. Por lo que, cuando ella entra, le doy la buena noticia que me deja como recompensa muchos besos.— Ahora podemos follar. — dice Flavia y yo detengo su mano mientras notas de un piano se escuchan.— Te lo dije, debo respetar a mi esposa.— Te dejó su firma para que se divorcien, eso ya cuenta como divorcio para mí.— No, Flavia. Ella tenía razón, ni siquiera debí permitir que me besaras cuando tengo mi esposa. Es momento de detenernos hasta que se esté divorciado legalmente. Debo hacer las cosas bien.— ¿Ahora que ella no estará?— Debí hacerlo con o sin ella presente. Me prometí no herirla de esta forma y lo hice, lo menos que puedo hacer es esto. — digo escuchando su voz levemente.— Vaya, esta casa sí que es terrible con los sonidos, incluso con la lluvia, se puede escuchar su patética voz. — se burla Flavia.— Calla, Flavia. — digo porque no me deja escuchar.— Pero,
Narra DoveAunque no deseo mirar lo que dejo atrás, me resulta imposible retener el impulso de al menos ver un auto corriendo hacia la pista o a Danell apareciendo en la terraza haciendo alguna señal que muestre que no quiere que me marche.Pero, nada de eso sucede. La isla que dejo atrás, se ve tan calmada que parece que la causa del infierno el que viví durante las últimas horas, fuera yo. Sonrío con tristeza y suspiro profundo concentrándome en lo que hay frente a mí.— ¿Se encuentra bien, señora? — pregunta Felipe y yo sonrío con tristeza— No estoy bien, pero, es normal en una situación así, ¿no crees? — digo y él asiente.— Lamento que haya terminado todo así.— No ha terminado. Solo terminará cuando este segura. Sus enemigos podrían poderle un fin a mi vida que no merezco. Así que, por favor, no piensen en cómo puedo estarlo pasando y ayúdenme a sentirme a salvo.>> Es el único favor que pienso pedirles. Después de eso, me esforzaré en no ser visible. Solo llévenme a salvo dond