Horas después
Cuando ya comenzamos a descender, es que me despierto. A diferencia del viaje de ida, este tardó ocho horas. Por lo que, fue la mayoría de ese tiempo el que me lo pasé durmiendo.Por ello, cuando finalmente aterrizamos, aunque mi espalda duele por no dormir en la posición adecuada, no me siento cansada. Por ende, apenas bajo, comienza a dar órdenes de en dónde deben colocar cada cosa y que lógicamente tienen todo el día de hoy para descansar.— ¡Muchas gracias, señora! — dicen todos al unísono, notablemente emocionados.— Es lo menos que puedo hacer por ustedes cuando se han esforzado tanto por tanto tiempo. — les respondo y todos me sonríen.— No debiste darle el día todos. Recuerda que debemos tener la seguridad mínima para poder estar tranquilos. — Dice Danell despertándose.El señor FComo me dijo Danell, ellos son tan comunicativos, que al poco tiempo, están todos en la sala emocionados aplaudiendo por toda la comida que ocupa toda mesa disponible en el piso.Incluso, hay comida en los asientos donde los chicos emocionados agarran sus platos para servirse de lo que les provoque. Cuatro horas fueron las que tarde para cocinar tanta comida, pero, ver la alegría en sus rostros, son más que gratificantes para mí.— Señora, usted es la mejor — dice Carlos levantando su dedo pulgar en señal de aprobación.— ¿Qué pasa? ¿Se está incendiando la casa y por eso, hay tanto escandalo? — escuchamos decir a mi esposo quien entra a la sala aturdido.— Señor…— ¿Qué pasó? ¿Por qué hay tanta comida? — pregunta Danell y el señor Ferrer da un paso adelante para responder sonriente a su
Todos sonríen y hacen chistes mientras comemos. Cuando ya hemos terminado, varios comienzan a lavar todo y otros a limpiar la casa, negándose a que haga algo porque según ellos, hice suficiente al cocinar para un ejército.El lugar que ha estado lleno de soledad, ha adquirido una vida que me emociona. La diferencia es evidente y siendo sincera, me alegra mucho que este así y no como antes. Los chicos agradecen y yo salgo un poco para caminar con el fin de que la digestión de toda esa comida que consumí, se realice apropiadamente y así no tener pesadillas.Sin embargo, mi esposo me sigue y aunque su silla de ruedas pasa por un terreno tan desigual como el de la isla, no se da por vencido.— ¿Por qué lo hiciste? — pregunto enfrentándome al hombre en silla de ruedas.— ¿Qué hice?— ¿Sabes cuantas veces me preocupe porque no regresabas? &mdas
Al día siguienteCómo le había dicho a Danell, me preparo para salir a comer. Debido a que estamos en una isla donde somos los únicos habitantes, no hay restaurantes o sitios agradables donde nosotros nada más deberíamos llegar y comer, para después pagar.Por lo que, si queremos salir a comer, es necesario sacar todos los alimentos fuera y comer donde deseamos. Por ello, tomar las carnes y demás alimentos que hay en el almacén de comida, y salir con ellos hasta la playa.— Hoy nosotros nos vamos a encargar del asado, señora — dice Felipe cuando comienzo a sacar la comida.Con él vienen varios chicos e incluso, mi esposo hace parte del grupo que va a estar a cargo de la comida del día de hoy. Por lo que, los observo confundida. Aunque sé que mi esposo cocina muy bien, no es una de las personas que le encanta cocinar.Es por ello mi sorpresa al verlo ser par
Termino de vestirme y en compañía de mi esposo, avanzó hasta el lugar donde se encuentra todo el equipo. Aunque he tenido mucho tiempo libre, no he tenido el interés de recorrer la isla, por lo que, no sabía que había una cascada tan hermosa.Por ello, deslumbrada ante lo que ven mis ojos, doy un pequeño salto emocionada mientras cubro mi boca ante la sorpresa. Vengo de una ciudad donde lo único mágico eran las tiendas con ropa y accesorios increíble.Pero, siendo sincera, ni siquiera el bolso más hermoso del planeta puede igualar la emoción que siento al ver esta cascada tan hermosa. Tengo un lugar increíble, rodeado de naturaleza y eso me relaja mucho.— ¿Te gusta? — pregunta a mi esposo y yo asiento de inmediato.— Por supuesto que me gusta. Es realmente increíble este lugar. Parece salido de un cuento de hadas. — Digo, saliendo de m
Mi cuerpo se enciende de inmediato, mientras mi mente se queja de cuan fácil soy de convencer y como lanzo el orgullo ante la primera oportunidad. Pero, no pienso perderme de algo tan increíble solo por orgullo. Menos, cuando llevo tantos meses en abstinencia.Por lo que, me concentro en disfrutar y no necesito hacer mucho esfuerzo, porque Danell se adentra más en mi short al punto que comienza a hacer círculos en mi botón de placer. Ese que esta tan caliente aunque este rodeado de agua y que siente a plenitud cada toque, aunque haya una tela en medio de ese contacto.— No gimas tan fuerte o lo notaran — dice Danell y yo miro hacia los chicos que bromean e incluso, comienzan a nadar hacia nosotros.‘Oh, no. No ahora. No vengan ahora.’ me digo mentalmente al tener un agua tan clara que puede verse donde Danell tiene su mano.Rápidamente, me alejo de él aunque no es lo que quiero y es por ello
La sensación que apenas estaba empezando a sentir, se expande de tal forma que no puedo evitar gemir muchas veces al igual que Danell, quien presiona con fuerzas sus manos en mi piel, ante la sensación que ambos sentimos.No podía entender cuanto lo necesitaba, hasta que me aferro a él y comienzo a moverme, para sentir más su contacto. El desespero me invade y yo muerdo mis labios al sentirlo plenamente.No sé si me muevo como se debe, porque lo hago de una manera tan desorganizada, pero, que expande las sensaciones que invaden mi cuerpo. Gimo y Danell lo hace igual, mientras él mueve como puede su pelvis y se aferra a mi cadera, para alejarme y pegarme a su cuerpo, tanto como sea posible.El agua choca con violencia por cómo nos movemos y yo sonrío satisfecha porque me estoy sintiendo muy bien. No hay promesas, solo hay deseo, uno que recibe lo que quiere con cada choque de nuestros cuerpos, q
El deseo de su mirada hace que quiera enloquecer. Creía que ver la comida favorita era el placer más grande que una persona hambrienta podría tener. Pero, el nivel de hambre sexual, va más allá del apetito que produce la comida que ingerimos.Danell, acaba de explicarme ello con solo una mirada, una que se acerca rápidamente a mí, porque aunque retrocedo, sorprendida por la velocidad de la silla de ruedas tuvo de un momento a otro, su rostro termina en mi abdomen.Su aliento golpea este, mientras su mirada se concentra en esa prenda de encaje que compré pensando que a él le gustaría cuando me viera con este y no me equivoque, le gusta y mucho.— Danell…— Dame un segundo con ella. — dice Danell y yo lo observo confundida.Danell inhala profundo y yo llevo mi mano a su rostro, pero, este besa mi mano y con ojos suplicante me observa desde su lugar.— D&ea
Aunque sé que la cascada es hermosa y que yo fui la de la idea de ir de paseo e incluso hacer un asado, no quiero regresar. Había pasado mucho tiempo desde que tenía sexo con mi esposo y por ello, quería quedarme más tiempo en mi habitación.No quería preocuparme por lo que, pudiera suceder o que nos llevó a eso, si no, descansar de los orgasmos que experimenté desde el momento en la cascada. Por ello, me encuentro en la cama, intentando recuperar la fuerza que tanto me falta.Danell, me sonríe. Parece complacido, aunque no se si satisfecho. Después de todo, aun con las sábanas por encima de su cuerpo, podía ver que su dureza no había disminuido.‘¿Qué rayos le sucede? Parece insaciable’ me dice mi mente, mientras yo no soy capaz de moverme, por el agotamiento.— Estando fuera, desee mucho que estuviéramos así. llevamos v