Entro a la casa y lloro con enojo acostándome en la cama, sin prestarle atención a mi ropa. Ahora lo que menos me interesa es no mojar la cama que hice con sabanas en el suelo del último piso de la casa.
Por lo que, lloro sintiéndome patética. Pero, cuando Danell aparece, le sonrío. Le sonrío de tal forma que duele fingir estar bien. le sonrío porque frente a mí hay un hombre que amo y quiero verlo, crecer, pero, eso me está costando la construcción que había hecho en mí.— Dove…— Vete, Danell. Hazlo en silencio, como debe ser.— ¿Por qué estas tan molesta?— Porque siempre cedo, Danell. Cuando me dijiste que nos casáramos, lo hice, cuando me pediste huir del ataque lo hice, las veces que has pedido algo… no, las veces que has ordenado algo, lo he hecho, pero, no obtengo lo mismo de ti y eso agota.Dos meses despuésLa soledad que en el pasado causó desesperación cuando mi madre y mi hermana murieron, ahora es mi mejor amiga. Ya no me desespera pensar en Danell. Porque yo me había prohibido preguntar por él, durante todo este tiempo.Es Felipe que cuando me visita en las tardes, me cuenta las novedades de la isla o lo que ha hablado con Danell. Porque, aunque me reúno con los chicos para saber sobre la situación actual y que recomendaciones se hacen como parte del equipo, no soy yo quien las dice.Solo nos reunimos con la información que nos envían y damos recomendaciones de acuerdo con lo que hemos visto, ese reporte lo hace Felipe y cuando llama para dar el reporte en mi presencia, me marcho del lugar.— Señora, necesitamos hablar con usted — dice Felipe entrando a la sala y yo miro a mi alrededor.— ¿Necesitamos? — pregunto al ver que habla en plural
Me muevo de un lado al otro, al no encontrar acomodo en la cama. Estirándome, siento que estoy tocando algo que normalmente no está en mis pies, por lo que, esforzándome en abrir los ojos, analizo donde me encuentro.Por ello, ahogo un grito al darme cuenta de que no estoy en la habitación donde me quede dormida. De inmediato, me levanto abruptamente y lo que me encuentro es más sorprendente. Porque, estoy en un helicóptero.— ¿Se puede saber que pasa aquí? — pregunto aturdida.— Oh, ya ha despertado, señora — dice Felipe y yo miro hacia él en busca de respuesta.— Sí, ya desperté. Lo que no entiendo es porque estoy en un lugar distinto en el que me acosté.— Quisimos hacerlo por las buenas, señor. Pero, no fue posible. Así que, recurrimos al plan B.— Oh, claro. Entonces, su plan B está relacionado co
Suspiro profundo y me esfuerzo en no llorar. Él está muy mal y eso, en parte, es mi culpa. Por lo que, debo hacerme cargo de él e intentar solucionar el problema que nos está afectando a ambos.— Danell, necesito que me ayudes a colocarte en la silla de ruedas. — le digo y él sonríe negando.— Estoy bien, vengo del suelo y es lo mejor estar de dónde vengo. — dice Danell y yo suspiro profundo.— Deja de hablar tonterías y ayúdame a ayudarte. Necesitas un buen baño y dejar de beber alcohol ¿acaso quieres morir? Porque dudo que morir de alergia sea una muerte rápida.— Realmente no tengo idea de qué es lo que quiero. Pero mientras lo descubro, quiero quedarme bebiendo.— Eres alérgico al alcohol. Danell. Deja de complicar más su vida y hazme caso.— Por eso me fui, Dove. Ya nos hemos complicado la vida lo
Mi mano duele por haberlo abofeteado, pero, no duele más que mi corazón al saber que he golpeado a alguien que quiero. Suspiro profundo, preguntándome: ¿en qué momento se había deteriorado tanto en nuestra relación?Pero es evidente que ahora pensar solamente en el momento en que todo se destruyó, no me entrega la solución que necesito para que las cosas puedan funcionar de la manera adecuada.— Probablemente estás molesto con muchas cosas. Pero, eso no quiere decir que debes causarte daño. Tienes una venganza que te ha costado años realizar y no puedes darte por vencido solamente porque tienes un conflicto.— Por eso los chicos estaban estresados cuando vieron que cambiaba contigo. Sólo una mujer puede destruirme así. Pasó en el pasado y está sucediendo ahora. — Confiesa, mi esposo y yo suspiro profundo.— Entonces, es momento q
Danell recibe la atención correspondiente bajo la atenta mirada mía. El médico le da las recomendaciones pertinentes y entre esas está que no vuelva a ingerir alcohol. Además de eso, le hace estudios porque lo ve demasiado delgado y con aspecto terrible por una alergia mal cuidada.— Le daré las mismas recomendaciones de hace una semana: si realmente quiere mejorarse, lo apropiado para usted será que deje de consumir bebidas alcohólicas y no se esté rascándose por mucha picazón que sienta.>> Además de eso, es indispensable que usted descanse apropiadamente y se alimente de la manera adecuada en los siguientes días. Su cuerpo está demasiado afectado por la mala alimentación y todos los abusos que está teniendo con él.— Estoy bien, doctor, deje de exagerar.— No es exageración, querido esposo. — Digo con frial
Horas despuésCuando ya comenzamos a descender, es que me despierto. A diferencia del viaje de ida, este tardó ocho horas. Por lo que, fue la mayoría de ese tiempo el que me lo pasé durmiendo.Por ello, cuando finalmente aterrizamos, aunque mi espalda duele por no dormir en la posición adecuada, no me siento cansada. Por ende, apenas bajo, comienza a dar órdenes de en dónde deben colocar cada cosa y que lógicamente tienen todo el día de hoy para descansar.— ¡Muchas gracias, señora! — dicen todos al unísono, notablemente emocionados.— Es lo menos que puedo hacer por ustedes cuando se han esforzado tanto por tanto tiempo. — les respondo y todos me sonríen.— No debiste darle el día todos. Recuerda que debemos tener la seguridad mínima para poder estar tranquilos. — Dice Danell despertándose.El señor F
Como me dijo Danell, ellos son tan comunicativos, que al poco tiempo, están todos en la sala emocionados aplaudiendo por toda la comida que ocupa toda mesa disponible en el piso.Incluso, hay comida en los asientos donde los chicos emocionados agarran sus platos para servirse de lo que les provoque. Cuatro horas fueron las que tarde para cocinar tanta comida, pero, ver la alegría en sus rostros, son más que gratificantes para mí.— Señora, usted es la mejor — dice Carlos levantando su dedo pulgar en señal de aprobación.— ¿Qué pasa? ¿Se está incendiando la casa y por eso, hay tanto escandalo? — escuchamos decir a mi esposo quien entra a la sala aturdido.— Señor…— ¿Qué pasó? ¿Por qué hay tanta comida? — pregunta Danell y el señor Ferrer da un paso adelante para responder sonriente a su
Todos sonríen y hacen chistes mientras comemos. Cuando ya hemos terminado, varios comienzan a lavar todo y otros a limpiar la casa, negándose a que haga algo porque según ellos, hice suficiente al cocinar para un ejército.El lugar que ha estado lleno de soledad, ha adquirido una vida que me emociona. La diferencia es evidente y siendo sincera, me alegra mucho que este así y no como antes. Los chicos agradecen y yo salgo un poco para caminar con el fin de que la digestión de toda esa comida que consumí, se realice apropiadamente y así no tener pesadillas.Sin embargo, mi esposo me sigue y aunque su silla de ruedas pasa por un terreno tan desigual como el de la isla, no se da por vencido.— ¿Por qué lo hiciste? — pregunto enfrentándome al hombre en silla de ruedas.— ¿Qué hice?— ¿Sabes cuantas veces me preocupe porque no regresabas? &mdas