Matthew estaba más que feliz con su vida, con lo que tenía y con todos los proyectos que esperaba se cumplieran en un futuro. Y todo se debía al hombre que había conquistado todo de sí. Enamorarse de Ethan solo fue el primer paso de muchos que vinieron después y Matt quería seguir dando pasos por siempre y siempre se sentía tan poco… No es como si Matt se estuviera quejando de que «siempre» le pareciera poco, aunque, bueno, tal vez sí. ¿Qué podía hacer si amar a Ethan con todo lo que tenía y era le parecía poco? Y pensar de esa manera quizás era algo fuera de lugar porque ellos estaban más que bien, felices y con sus pequeñeces como cualquier matrimonio.Honestamente, Matt supo desde siempre que ninguna pareja, casada o no, era perfecta, que todo el mundo tenía sus problemas y ellos, por supuesto, no eran una excepción. Discutían y se peleaban, y de alguna manera encontraban el modo de arreglar los problemas. La comunicación era uno de los ingredientes principales en un matrimonio jun
«—Un nuevo virus ha causado estragos en Wuhan, China. Un brote epidémico de neumonía de causa desconocidas...».Dibujó una mueca con los labios y cambió de canal.«—La OMS¹ anunció que COVID-19² sería el nombre oficial de la enfermedad...».Negó con la cabeza y volvió a hacer zapping.«—La rápida expansión de la enfermedad hizo que la OMS declarara una emergencia sanitaria de preocupación internacional, basándose en el impacto que el virus podría tener en países subdesarrollados con menos infraestructuras sanitarias...».Musitando algo ininteligible, cambió nuevamente el canal y lo dejó en uno local.«—Lamentamos informar que tenemos los primeros casos de Covid en nuestro país. Ante las medidas decretadas esta mañana por el presidente, recomendamos a los ciudadanos a permanecer en casa. Sin embargo, se les informa que solo podrán salir para realizar compras esenciales y básicas con el fin de mantener los cuidados necesarios y evitar la propagación de la enfermedad...».Apagó la televi
Empujó el carrito repleto de víveres y artículos varios mientras miraba las estanterías de productos de higiene y limpieza. Detergente, servilletas, desodorante de piso, esponjas para lavar platos hasta que llegó al sector de papel higiénico. Su madre le dijo que comprara mucho.Ahogó un improperio dentro de su boca al percatarse de que no quedaba papel, todos los estantes vacíos y... Un momento, aún quedaba un paquete. Con los ojos puestos en dicho paquete, se acercó lo suficiente para agarrarlo, pero tuvo que hacer acopio de sus fuerzas y frenar el carro antes de que un accidente ocurriera.Delante del estante, había una persona pegando saltitos, tratando de obtener, sin mucho resultado, el último paquete de papel higiénico. Sin embargo, cuando quiso emitir alguna palabra, la persona logró su cometido y sonrió feliz en el instante que el paquete cayó al suelo.En un pestañeo, se abalanzó hacia delante y agarró el producto.—¡Hey, eso es mío! —exclamó una voz.Inhaló y exhaló hondo,
Mirar las noticias no lo estaba ayudando y las vídeo-llamadas con su madre mucho menos. Optó por mantener la calma y relajarse. El mundo se encontraba en un inminente caos, pero él poco y nada podía hacer.Los días mutaron a semanas y, lamentablemente, el virus parecía no dar treguas. Muchas personas contrajeron la enfermedad, algunas se encontraban bajo estricto cuidado médico, otras lo llevaban un poco mejor y otras, bueno, no lograron sobrevivir.Nunca imaginó que algo así, una pandemia, pudiera ocurrir en la actualidad y era agobiante no tener idea de cuándo la humanidad volvería a la normalidad.Si hubo noches en las que lloró por la situación, bueno, nadie tenía porqué saberlo. Si hubo días en los que solo se dedicó a cavilar en su pasado, cuando aún podía salir, ir a la universidad, ir a bares, bueno, tampoco nadie tenía porqué saberlo.Todo era desesperante y si le deba riendas suelta a su mente, sería nefasto. No podía darse el lujo de deprimirse y buscó formas y maneras de e
—¡Eres tú, el tipo del supermercado! —exclamó el muchacho, ocasionado que frenara sus repentinas reflexiones—. Tengo memoria fotográfica y no se me olvida un rostro tan apático como el tuyo. Además, esa mirada indiferente como si no te importara nada más que tu persona, un completo ser egoísta y encima ladrón.—Sigues empleando mal las palabras o situaciones, para el caso —Ups, se delató solito—. Eh, quiero decir... Olvídalo, no puedo desperdiciar mi preciado tiempo con una persona que no sabe expresarse correctamente.—Como digas —Arqueó una ceja al ver la postura del chico, brazos cruzado como si quisiera impedirle el paso, ¡já!—. Ahora, seamos civilizados y dame una bolsa de alimento y de esa manera, ambos nos llevaremos dos.—No —imperó, dando un paso hacia delante—. ¿Puedes, por favor, quitarte del camino?—No —Vaya, al parecer, tendría una batalla nuevamente. Esta vez era por el alimento para gatos—. Te dejaré pasar solo si me das una bolsa de alimento o puedo hacer un escándalo
«Él es la persona más hermosa que he visto en toda mi vida; es simpático, risueño, trabajador, cariñoso y podría seguir enumerando las cualidades buenas, pero creo que sería muy excesivo porque, por supuesto, no es perfecto». «Lo quiero porque me quiere y lo amo porque me ama, aunque a veces tengamos nuestras diferencias y él piense que no lo entiendo». (…) Su vida y su rutina son tan ordinarias que ni siquiera presta interés en nada que no sea cumplir con el trabajo y mantenerse lo más distanciado de sus padres y no, no es como si se llevara mal con sus padres… Es solo que no soporta los largos sermones de su madre y el constante reproche de su padre por no tener vida social. Sin embargo, todo modificara cuando descubra frente a la puerta de su departamento a una criatura que definitivamente volteara patas arriba su ordinaria existencia. A veces las modificaciones no son malas, ¿o sí? (…) Él no era malo, solo quería una oportunidad para vivir. Él quería amar y ser amado. Él q
No soy alguien extraordinario, tampoco me considero especial, pero sí creo que he tenido suerte.Mi vida es relativamente tranquila y casi siempre estoy, bueno, descansando. Trabajar no es lo mío, por supuesto que no. Nunca me falta nada, a pesar de que no muevo un solo pelo por conseguirlo, porque para cualquier necesidad lo tengo a él.¿Cómo comenzar a describirlo a él? Bien, aquí vamos. Él es la persona más guapa que he visto en toda mi vida; es simpático, risueño, trabajador, cariñoso y podría seguir enumerando las cualidades buenas, pero creo que sería muy excesivo porque, por supuesto, él no es perfecto. Como cualquier ser humano, posee unos cuantos defectos, como el humor ácido cuando las cosas no le salen bien o ese léxico burdo que esporádicamente emplea para despotricar como un crío; es terco como una mula cuando quiere algo y no se detiene hasta conseguido, como aquella vez que se le antojó hacer una tarta de fresas a las tantas de la madrugada y terminó con la vecina llama
Tuve que salir de casa, el ambiente se puso muy, muy caluroso y sí, él ha solucionado los problemas con Keith.No sé cuánto tiempo pasó, pero el sol ya no está y la noche comienza a dar los primeros signos de penumbras, aunque no tanto. Las luces de las calles pueden provocar ceguera porque son tan intensas, casi igualando al sol. Es hora de regresar a la tibieza de casa.—Te amo, bebé, mucho —Oh, esa es su voz—. ¿Te quedaras esta noche?Ruego porque Keith diga que sí, en serio.—Te amo también, cariño —Aw, el amor es lo mejor, ¿cierto?—. Puedo quedarme, pero tendrás que prestarme algo de ropa.—Todo lo que quieras —Suena muy empalagoso, pero eso está bien—. Estoy muy feliz, no discutiremos más.—Jaren Jouvet —Oh, Keith acaba de... Vaya—. Todo esto no ha sido más que un malentendido. Esto nos hace saber que debemos mejorar nuestra comunicación.Él, Jaren, se percata de mi presencia y entrecierra los ojos... De acuerdo, es mejor no estar en el centro, uno nunca sabe lo que...—Tienes r