Capítulo 324
Mariana se negaba a que Sergio se quedara, pero tampoco me quedaba tranquila dejándola sola.

No tuve más remedio que pedirle ayuda a Paula, que además estaba de guardia nocturna.

—Señora Araya, estar de guardia es mi trabajo. Pedirme que cuide a tu cuñada es aprovechar mi posición, ¿no me estás tratando con demasiada confianza? —bromeó en ese momento Paula.

—No es cuidarla, a esta hora todos duermen. Solo que, si tienes tiempo, mires si duerme bien, que no pase nada —expliqué con un tono mimoso.

Paula gruñó:

—Tantos años de amistad, y siento que, comparado con tu cuñada, yo no valgo nada.

—No estés celosa por ella, para mí eres insustituible, ni siquiera Sergio puede reemplazarte —le mostré el pulgar, bromeando con gracia.

—No soy Sergio, no necesitas halagarme —tomó mi mano cariñosa, examinando mi anillo.

—Es antiguo, una pieza vieja. Y aunque no vale mucho dinero, lo valioso es que Sergio quiso dármelo, no como Carlos —de repente lo mencionó.

Ya no sentía nada por esa historia, incl
Continue lendo no Buenovela
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Digitalize o código para ler no App