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Capituló 2: ¡Somos chicas!

*A partir de este momento Daniel está en el cuerpo de Nataly y Henry en el cuerpo de Johanna*

~7 de enero de 2015. 10:34 AM.~

—No, no, no puede ser... no quiero estar en este cuerpo... ahora soy la que alguna ves fue mi ex...—expresa Nataly con angustia y mientras niega con su cabeza, aún incrédula.

—Cállate, tú quisiste apresurar a la bruja esa, hay que buscar alguna solución, y por el momento actuaremos normal, trataremos de no llamar la atención...—responde Johanna mientras está sentada en una silla frente a un mueble.

—Esto es una estupidez, no me quedaré atrapado en el cuerpo de una chica... ¡somos hombres!—Nataly protesta con bastante molestia

—Tendremos que esperar hasta la fecha indicada... serán 5 largos años...—responde Johanna mientras abre los cajones y saca ropa.

De pronto tocan la puerta de la habitación, Johanna y Nataly se voltean a ver una a la otra sin decir una palabra, sin saber qué hacer.

—¿Puedo pasar, Nataly?, ¿Ya despertaron?—pregunta una mujer del otro lado de la puerta.

—Creo que es... ¿nuestra madre?—comenta Nataly mientras se levanta de su silla.

Johanna se queda blanca como un fantasma al escuchar a la señora y ver que está a punto de entrar.

Gira la manija de la puerta lentamente, la señora Paola entra a la habitación y ve a Johanna en medio de la habitación, estática, Nataly está de pie, solo mirándola sin expresar o hacer algo.

—¿Qué les pasa?—pregunta la madre riendo.

—Nada... es solo que...

—Solo que nos acabamos de levantar... creo que Nataly tuvo una pesadilla y por eso tiene esa expresión en su rostro, bueno, siempre ha sido así—interrumpe Johanna con una sonrisa nerviosa.

—Hmm, recuerden que deben cambiarse, saldremos a comer y pasaremos a la tienda a comprar algunas cosas, quizá quieras comprar algo para tu cita, Nataly...—comenta la madre con una sonrisa y antes de preparase para salir de la habitación.

—¿Mi cita?... Ah sí, pero creo que así estoy bien, ma... mamá—responde Nataly riendo y levantándose de la cama para evitar a su madre.

—Está bien, estaré abajo, por favor apresúrense...—agrega la madre antes de salir.

—Si, mamá—responde Johanna mientras ve como ella sale de la habitación.

—No puede ser... ¿a quién se supone que veré? ¿Me veré a mi mismo en la cita? No quiero tener runa cita...—comenta Nataly mientras de un tocador toma un teléfono que parece ser el de ella.

—No te pongas así de histérica... no sabemos nada, actúa como lo haría una chica común, como recuerdes que es Nataly...—responde la hermana disimulando su risa.

—No te burles, no soy chica. Se lo que soy... —bufa Nataly negando con su cabeza y bailando los ojos.

—Si, eres una chica—ríe a carcajadas. —Vamos, prepara algo para ponerte, no tan provocativa, eh—agrega con sarcasmo mientras toma su teléfono y revisa algunas datos.

Baila los ojos. —Estupida...—responde Nataly. —¿Como voy actuar?—

—Nos hablaremos con los pronombres femeninos, trata de actuar como una chica, no hagas tus comentarios estupidos, a ambas nos duele la cabeza y parecemos tener recuerdos de esta vida, aunque no la hemos vivido, en teoría... hay que llevar nuestra vida normal, y esperar que llegue la fecha para salir de esta realidad—responde Johanna mientras prepara aún Jean y una blusa.

—Siempre fuiste el nerd, en este caso, ya eres. LA nerd...—ríe. —Tengo un mal presentimiento sobre todo esto. Pero tendré que hacerlo, ya que nadie puede enterarse de esto, ya veré como me las arreglo con mi "cita"—responde Nataly mientras prepara ropa y se dirige a la ducha.

Johanna se queda sentada en su cama con su iPhone en sus manos, revisando fotos y algunos datos que les puedan ayudar a ellas, de una forma peculiar y extraña llegan recuerdos de su actual vida, sensaciones y sentimientos como si hubiesen vivido siempre en esa realidad.

Nataly comienza a desvestirse mientras se ve a un espejo que está sobre la pared, sonríe nerviosamente aún incrédula sobre lo que sus ojos se ven, aún le resulta extraño ser una chica.

—Esto es extraño— deja caer su última prenda.

—Creo que no tengo mal cuerpo— ríe ante su propio comentario y voltea hacia atrás, pensando que Johanna la vería o escucharía.

La curiosidad la lleva a con sus dedos rozar algunas partes de su cuerpo, toca su vagina lentamente. —Wow...— suspira y levanta su cabeza con una mueca de asombro, niega con su cabeza, tuna toalla y entra a la ducha.

Minutos después sale cambiada y con el teléfono en la mano, mirando un video en YouTube sobre cómo maquillarse para chicas adolescentes principiantes.

Johanna de inmediato levanta su mirada y observa de pies a cabeza a su hermana. —Wow... eres ahora toda una diva...—ríe al ver a Nataly saliendo de la ducha.

Nataly viste un Jean negro y una blusa del mismo color, un sombrero beich, lentes para el sol y una chamarra ligera de color negro.

—Ya cállate...—responde Nataly ante el comentario de su ahora hermana.

—Para estar "molesta" se ve que te adaptas muy bien a tu papel de chica adolescente—comenta Johanna al ver como ella se expresa y habla.

Ella niega con la cabeza. —No es eso, pero quiero verme bien... al fin de cuentas, parece que estaremos aquí 5 años... veo que tus Jeans están rotos....

—No, así son, tú que sabes si nunca quisiste mirar a la moda—contesta la hermana mientras se prepara para salir de la habitación.

Johanna viste un Jean color gris, una blusa negra y una chaqueta café con unos tenis vans.

Ambas chicas salen de la habitación y se preparan para bajar las escaleras y encontrarse con sus padres.

Bajan lentamente las escaleras y repasan el plan antes de bajar a la primera planta.

—Buenos días, princesas—se pronuncia Alberto, su padre.

—Buenos días—responden las dos al unísono con una sonrisa.

Su padre hace una mueca de confusión y cuando ve que ambas se retiran a la sala las detiene. —No se les olvida algo?—pregunta él.

Confundidas voltean a ver a su madre quien las ve extrañadas, se coloca un dedo en la mejilla haciendo una clara señal de un beso en la mejilla.

—Ah... sí. Lo siento, es solo que sigo un poco cansada...—Johanna se acerca a su padre y le da un beso en la mejilla. —Buenos días, papi—agrega antes de apartarse y voltea a ver a Nataly.

Gira los ojos hacia su padre y hace una señal para que Nataly se acerque.

—Está bien, no es obligación que me den un beso de buenos días, solo que siempre lo hacen y me sorprende que hoy no lo hiciesen, pero supongo que están madurando—agrega Alberto al ver a Nataly estática frente a ellos.

Nataly lentamente se acerca y le deposita una beso en la mejilla, gira y ve a Johanna, invitándola a que haga lo mismo.

Después de unos minutos Paola se levanta de su silla y sale de la cocina, toma su bolsa y la familia sale de la casa.

Ambas hermanas ven en su entorno, siguen un poco incrédulas por la situación que están viviendo, lentamente se dirigen al auto y suben. Durante el trayecto ambas se colocan audífonos y tratan de buscar canciones que recuerden, pero notan que sus gustos musicales han cambiado, mientras navegan por sus smartphones pueden ver y recordar con as facilidad algunos momentos en especial.

Escuchan la música qué hay en sus teléfonos, lo ultimo que fue descargado y escuchado.

Nataly se nota confundida y molesta, la realidad en la que está no le gusta y se arrepiente de haber regresado atrás.

Llegan al restaurante, se quitan el cinturón de seguridad y bajan del vehículo, caminan y es un restaurante el cual conocen, y en el cual estuvieron días antes de que regresaran en el tiempo.

—Es extraño estar aquí y saber que estuvimos aquí pero fue en el futuro...—dice Nataly mientras caminan hacia su mesa.

Johanna asiente.

Ambas se sientan, toman el menú y minutos después se acerca un mesero para tomar la orden.

15 minutos después regresa el mesero y entrega los platillos ordenados, coloca el plato de Nataly y le sonríe para después retirarse.

—Creo que le gustaste... deberías decirle que ya tienes novio y que tu padre aún no lo ha matado—comenta Alberto mientras toma un poco de jugo.

Nataly ríe y voltea a ver a Johanna, la cual sonríe al escuchar el comentario. Al mismo tiempo el teléfono de Nataly vibra, es un mensaje de Karen, la mejor amiga de ellas.

—Creo que sería muy bueno que ambas revisáramos nuestros perfiles en redes sociales, nos ayudaría de mucho, ya que recordamos haber vivido muchos momentos, pero a la hora de estar frente a esas personas o de recordar, no sirve nada—comenta Nataly en voz baja mientras ve que sus padre están charlando sobre los platillos que ordenaron.

—Eso mismo pensé cuando íbamos en el auto, revise lo poco que pude ya que me llegaron mensajes mientras estaba en línea y no quería contestarlos—contesta Johanna mientras muestra en su iPhone alfunas gogós destacadas de su galería, en algunas están ambas abrazadas o en alguna reunión familiar.

El padre interrumpe la conversación. —Oye hija, ¿y cuando piensas presentarnos a tu novio? ¿Cuando planeas llevarlo a casa? Ya tienen meses saliendo y nada más no nos dices cuándo irá a la casa...

—Am... creo que ese momento llegará pronto, ya que tengo planeado algo especial, se los aseguro—contesta antes de dar un sorbo a su bebida.

—Créeme que lo que te he dicho de él, es cierto papá... es un chico de bien, no hay de que preocuparse—agrega Johanna y guiña el ojo.

La comida transcurre y después salen del restaurante caminan cerca de una plaza que está ahí, para comprar unas cosas en unas tiendas.

Horas después ambas hermanas se encuentran en su habitación, con su laptop resolviendo sus dudas e intentando esclarecer y aceptar su nueva vida.

Mientras revisan sus laptops, redes sociales, carpetas con fotos. —Juzgando por nuestros perfiles, somos muy populares en redes sociales y en la escuela, el regreso a clases de mañana será difícil, pero actuaremos normal, trata de estar en sintonía con ellos, de esa forma no nos haremos notar...—expresa Johanna mientras revisa sus fotos en la laptop.

—¿Y cómo carajos haré eso? No se ni maquillarme. Peor aún, ¿qué pasara si alguien lo descubre?—pregunta Nataly mientras se levanta y se ve frente al espejo el maquillaje que se aplico.

—No quiero averiguar qué sucedería sí alguien se entera, quizá nos tachen de locas... pero lo lográremos, nos adaptaremos. Calma, te irá bien ton tu novio...

—Es que...—Nataly se ve interrumpida por una llamada en su teléfono.

Nataly: ¿Hola?

Karen: Hola, Nataly. No me respondiste el mensaje hace rato, se me hizo extraño que desde en la mañana no avisarás nada...

Nataly: Ah sí, disculpa es que estaba con mi familia jaja, pero ya estoy aquí, amiga...

Karen: ¿Hoy iras a tu cita? Me dijiste hace días que te verías con Nicky hoy, ya casi cumplen 4 meses ¿cierto?

Nataly: Si sí, ya 4 meses, de hecho mis papás quieren conocerlo, supongo que ya es hora que lo conozcan...

Karen: Suerte con eso jaja, cuando tus padres se enteren que el está en la mafia te apartarán de él jaja

Nataly: ¿¡Qué?!

(Llamada entrante)

Nataly: Espera, tengo una llamada entrante, te llamo ahorita...

Karen: Seguro es él...

Nataly ríe nerviosamente y cuelga la llamada y ve la foto de un chico y agendado como "Mi príncipe".

—Genial...—exclama al ver el nombre.

Nataly: Hola, a.. amor...(inicia la conversación tímidamente)

Nicky: Hola, princesa. Pasaré por ti en unos 10 minutos, te aviso para que tengas tiempo de prepararte jaja

Nataly: De hecho ya estoy lista, cuando estes afuera puedes llamarme, cielo

Nataly cuelga cuelga la llamada y comienza a sentir un malestar en el estómago, sus nervios por estar a solas con un chico, que es su novio y que no debe saber la verdad, le hacen sentir nervios.

Se acerca a Johanna con un rostro de preocupación mientras ella sigue revisado las redes sociales. —¿Qué voy hacer? Nos alejamos de nuestras vidas para evitar meternos en la mafia, y ahora resulta que mi novio está en ella...—pregunta alarmada.

—Solo actúa como lo haría una chica, y arréglate un poco ese maquillaje, te ayudo—se levanta rápidamente, sienta a Nataly para tratar de maquillarla y corregir sus sombras y delineado. Y para agregar un poco de lápiz labial y rímel.

—Creo que este no es el plan que tenía cuando quería rehacer nuestra vida fuera de la mafia, evitar nuestros problemas y demás—remarca Nataly mientras se ve al espejo, su maquillaje y la figura de una chica adolescente.

—Yo tampoco, pero aguantaremos, quizá ser chicas no es tan malo, no olvides nuestro pasado-futuro, no se donde sea mejor...—responde Johanna mientras se aparta de ella.

Después de unos minutos Nataly recibe una llamada y es Nicky, se levanta lentamente y se asoma por la ventana para verlo.

—Bueno, deséame suerte...—Nataly toma su teléfono y un bolso.

—Suerte... hermana—Johanna ríe ante eso último.

—Ya, no molestes con eso—ríe Nataly mientras sale con su cabello agitándose por ir de prisa.

—Si tienes algún problema envíame mensaje, cuídate...—su hermana le grita mientras Nataly camina hacia las escaleras.

No puedo creer que tenga que estar con otro hombre encerrada en un auto, solo espero que no suceda nada extraño...—expresa ella con un poco de nerviosismo.

—Solo que tú ya no eres hombre, ahora eres una chica...—sentencia Johanna antes de que Nataly baje por las escaleras.

¡Muchas gracias por leer!

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