Aaron.
Ver a Amelia tan perturbada como estaba me volvía por completo loco, sabía que el momento de enfrentar a sus padres muy pronto llegaría pero no creí que fuera precisamente hoy. Había disfrutado estos días junto con nuestros amigos por la gran noticia de nuestro compromiso que se había mantenido tan entretenida organizando todo para la ceremonia que este enfrentamiento había arruinado toda su felicidad.
— ¿Qué fue todo ese griterío? ¡Amelia! ¿Qué está sucediendo? — la desesperación con la voz de Ximena hizo que reaccionara porque hasta el momento me había petrificado viendo a Amelia llorar por la frustración que sentía.
Ximena corrió hacia ella y la tomó entre sus brazos mientras yo me senté en la mesa ratona frente a ella tomando sus manos viendo como descargaba todo
Amelia. Había descansado gracias a las pastillas que me habían dado, pero de todas formas no podía dejar de pensar en que mis padres nuevamente habían aparecido en mi vida y sabía que eso traería consecuencias malas.En todo momento Aaron estuvo a mi lado diciéndome que él se encargaría de ellos si volvieran a aparecer, además me aseguró tantas veces que el que hayan vuelto otra vez no interferiría con nuestra relación ni con nuestros planes de familia.Gracias a que mis amigas no quisieron tampoco dejarme sola y decidieron extender sus tiempos libres logré estar acompañada en todo momento mientras organizamos la boda. Marina ha estado al frente del planeamiento junto con Daniela, mientras que las demás estuvieron apoyando con los vestidos y algunas otras ideas, pero principalmente en hacerme olvidar mis preocupaciones.<
Amelia. Jamás pensé que pudiera estar tan nerviosa como me encuentro en estos momentos, mis manos temblaban y transpiraban por las dudas que me asaltaban. Tenía muchas preguntas y mucho miedo de que las cosas no fueran a resultar como esperaba y tuviera que hacer lo que ya me había convencido que no lo haría.Lo único que me tranquilizaba en cierta manera era tener a Aaron a mi lado apoyando todas mis decisiones, sin importar toda esta historia con mis padres él aún está dispuesto a estar a mi lado.— No entiendo porque están tardando tanto, jamás llegan tarde a un negocio.— Tranquila, aún hay tiempo. Yo creo que quizás desconfían un poco, dales un tiempo.Aaron tenía razón, él los había amenazado cuando habían estado en casa posiblemente creían que podría traicion
Amelia. Mis amigos eran los mejores y de eso estoy muy segura. Han logrado que estos días fueran los mejores de nuestras vidas, todo el proceso y los preparativos fueron tan geniales que disfruté cada paso que dábamos, por más veloz o apresurado que podría haber sido, para mi fue perfecto. Sé que Aaron hubiera preferido darnos algo mucho mejor y eso porque en varias ocasiones lo ha mencionado, pero lo que él quizás no comprende qué es esto lo que siempre quise para mí. Una ceremonia hecha a mi medida, que me represente de todas las formas posibles y como planeadora de bodas estoy muy feliz de que este fuera finalmente mi momento y que lo haya logrado con las mejores personas de mi vida. Ciertamente no necesito más. — Estás tan hermosa Amelia. — Marina me miraba con una gran sonrisa en su rostro mientras las chicas del salón de belleza terminaban su trabajo. Siempre había dicho que quería algo natural pero delicado para mi maquillaje y peinado. El centro de estética que Marina cont
Amelia.— Felicidades chicos, estoy muy emocionada por ustedes y por la hermosa familia que formarán. — Muchas gracias Julia, eres de las mejores personas que he conocido en mi vida. Todos nuestros amigos se acercaron a felicitarnos y darnos muchos abrazos, mi hombre escosés no está tan acostumbrado a tantas demostraciones de cariño pero puedo ver cómo recibe las felicitaciones con gusto aunque algo incómodo. — Muy bien escuchen todos por favor, los invito a que me sigan para que podamos dar inicio a la recepción. Marina ya había dejado de lado su papel de Dama y se había puesto el papel de Wedding planner. Cuando todos llegamos al lugar donde se haría la recepción, varios ayudantes comenzaron a mover las sillas del altar para comenzar a armar las mesas y sillas para el banquete. Conocía esa euforia de que todo salga perfecto para que los novios no se preocupen por nada y vivirlo desde el otro lado es realmente increíble, me encontraba muy emocionada. — ¿Qué piensas, esposa? — s
Había comenzado mis vacaciones finalmente, debía descansar de todos mis clientes y sus infinitos problemas. La oficina era un caos diario, por lo tanto, mi vida era un huracán constante. Esto no quiere decir que no me guste mi trabajo, porque lo amo.Amo lo que hago y sé que soy muy buena en eso, pero es muy estresante a veces escuchar las infinidades de discusiones porque a veces me es imposible no ponerme en el lugar de algunas personas y ser imparcial en el tema. Soy una persona y tengo una vida, no puedo evitar no involucrarme con algunas historias porque muchas veces algunas son muy parecidas a la mía.Así que, aquí estoy con mi café y mis libros de novelas cursis, sentada en el desván de mi departamento observando el exterior que era tan triste y gris ya que era esa época del año donde el cielo en la ciudad no paraba de llorar, una llovizna constante que empa&ntil
Mi llegada a Buenos Aires había tomado su tiempo, escalas yescalas,pero finalmente me encontraba en la hermosa ciudad del tango esperando el siguiente avión que me llevaría a San Luis. Allí se encontraba la casa de campo de los Reyes que es donde celebraran una pequeña e íntima ceremonia.Me sentía tan nerviosa, que hasta incluso temía encontrarme a alguien conocido aquí mismo. Porque, aunque no parezca la ciudad era bastantepequeña,además, el destino podía hacerte bromas muy crueles cuando se lo proponía. La sola idea de cruzarme desde ahora a alguien que quizás me conozca era algo que no me daba tanta seguridad, aún quería disfrutar de mis pequeños momentos de libertad antes de irme a meter a la boca del lobo donde estaré mitad estresada y mitad enrabiada.Durante todo el trayecto mientras volaba
Me había quedado mirándolo por lo sorprendida que estaba, en definitiva, el mundo era muy muy pequeño. De todas formas, no pude evitar preguntarle los nombres de los futuros novios para corroborar los datos, me era imposible no ser desconfiada en algunas ocasiones. Aunque cuando lo escuché me dije a mi misma que sería muy curioso que hubiera dos bodas programadas en la misma ciudad el mismo fin de semana. No pude evitar sonreír por las vueltas de la vida, vaya manera de conocer a la persona que caminaría conmigo en el altar acompañando a nuestros amigos.De repente mi curiosidad se hizo presente y no lo podía parar una vez que se encendía no había forma de controlarme y no lo voy a negar quería saber más de este hombre ¿De dónde vendrá? Esto era algo que desde que lo escuché hablar con ese acento muy particular y delator de que era un turist
<<!Esa maldita voz!>>No importa el tiempo que pase dónde fuera la reconocería. Esteban Reyes, el hermano de mi mejor amiga y mi ex prometido. El idiota que rompió mi corazón y me dejó literalmente plantada en el altar. Había tenido la esperanza de tener más tiempo para prepararme mentalmente antes de verlo a él y a su “familia”. Pequeño detalle que había tratado de olvidar antes, pero el bastardo luego de abandonarme en la iglesia se había comprometido con su amante y decidieron casarse antes de que el niño naciera, lo cual no había faltado tanto.Esto quería decir que esta semana no solo tendría que ver el rostro del idiota energúmeno sino también el rostro de la mujer y del fruto de su engaño. La pobre criatura no tenía culpa alguna, pero eso no hacía que doliera men