Aaron.
Al llegar a la casa todos nuestros amigos y familia sabían del gran progreso de Archie, Madison se había encargado de contar las buenas nuevas a todos. Estaba tan emocionado de ver como nuestros seres queridos disfrutaban y festejaban nuestra felicidad con nosotros, recibimos llamadas de cada uno de ellos sin importar que estuvieran del otro lado del mundo cada quien en sus cosas.
— Estoy tan feliz — Amelia estaba recostada en mi pecho mientras veíamos a Archie jugando con su tía, una gran sonrisa en su rostro que demostraba lo feliz que se encontraba, la noticia también lo había alegrado mucho.
— Yo también estoy muy feliz, me encanta verlo así tan emocionado y vivaz. Ya falta muy poco para que sea todo nuestro como es debido.
La idea de casarme con esta mujer finalmente se haría realidad. ¿Quién lo iba a imaginar? Luego del fi
Amelia. Aaron había logrado sorprenderme y llenarme de felicidad de tal manera que me siento dichosa, su propuesta había sido increíble y perfecta. La noche había sido más que emocionante, un momento solo para nosotros donde nos encontrábamos en una pequeña burbuja sin problemas, sin temores con solo nuestro amor como protagonista.Volver aquella mañana había costado porque sabíamos que debíamos regresar a la realidad, vivir nuestra dicha porque nos casaremos pero sabiendo que con él venía una batalla por la tenencia de nuestro pequeño hijo.Habíamos acordado que ese fin de semana tendríamos un almuerzo con todos nuestros amigos, yo por supuesto esperaba que Marina estuviera conmigo también así que luego de mucho insistir sin que supiera exactamente porqué logré que aceptara venir de forma muy repe
Aaron. Amelia y Madison se encontraban eufóricas con la tan esperada visita, como si esta fuera la primera vez que los vamos a recibir, pero comprendía que la razón por la que se encontraban ahí era por la noticia de nuestros compromiso.Quería que Amelia tuviera por lo menos algo normal en todo esto, a pesar de que todo sea tan apresurado, el poder verla disfrutando de esta cena de compromiso y planear lo que será una boda íntima pero hermosa, me alegraba en gran parte el corazón porque sabía que de eso no la iba a privar.Nada hasta ahora había sido normal en nuestra relación, todo había sido algo tormentoso, algo revuelto, pero a pesar de todo ambos nos amamos y principalmente amamos a nuestro niño. Nada nos importaría más que disfrutar de los momentos que eran hermosos y nos unían cada vez más.— &iexc
Amelia. Los días han sido más que fabulosos, disfrutar con los amigos que son familia en realidad es lo más hermoso que me puede estar ocurriendo en estos momentos que me encuentro muy feliz por estar comprometida con la persona que amo con todo mi ser.Estoy tan agradecida que las chicas estuvieran tan emocionadas al igual que yo con la boda, estos días fueron mares de ideas y ya teníamos un boceto armado para lo que sería una hermosa pero pequeña ceremonia.Había pasado toda mi carrera profesional y mi vida adulta organizando grandes bodas para los demás, pero ahora encontrarme en el papel de la novia hacía que las cosas se vieran totalmente diferente. Yo no quería nada ostentoso ni pomposo, ni siquiera quería un vestido tan glamoroso de novia.Había estado pensando en cómo quería ese gran día desde que Aaron hab&iac
Aaron. Ver a Amelia tan perturbada como estaba me volvía por completo loco, sabía que el momento de enfrentar a sus padres muy pronto llegaría pero no creí que fuera precisamente hoy. Había disfrutado estos días junto con nuestros amigos por la gran noticia de nuestro compromiso que se había mantenido tan entretenida organizando todo para la ceremonia que este enfrentamiento había arruinado toda su felicidad.— ¿Qué fue todo ese griterío? ¡Amelia! ¿Qué está sucediendo? — la desesperación con la voz de Ximena hizo que reaccionara porque hasta el momento me había petrificado viendo a Amelia llorar por la frustración que sentía.Ximena corrió hacia ella y la tomó entre sus brazos mientras yo me senté en la mesa ratona frente a ella tomando sus manos viendo como descargaba todo
Amelia. Había descansado gracias a las pastillas que me habían dado, pero de todas formas no podía dejar de pensar en que mis padres nuevamente habían aparecido en mi vida y sabía que eso traería consecuencias malas.En todo momento Aaron estuvo a mi lado diciéndome que él se encargaría de ellos si volvieran a aparecer, además me aseguró tantas veces que el que hayan vuelto otra vez no interferiría con nuestra relación ni con nuestros planes de familia.Gracias a que mis amigas no quisieron tampoco dejarme sola y decidieron extender sus tiempos libres logré estar acompañada en todo momento mientras organizamos la boda. Marina ha estado al frente del planeamiento junto con Daniela, mientras que las demás estuvieron apoyando con los vestidos y algunas otras ideas, pero principalmente en hacerme olvidar mis preocupaciones.<
Amelia. Jamás pensé que pudiera estar tan nerviosa como me encuentro en estos momentos, mis manos temblaban y transpiraban por las dudas que me asaltaban. Tenía muchas preguntas y mucho miedo de que las cosas no fueran a resultar como esperaba y tuviera que hacer lo que ya me había convencido que no lo haría.Lo único que me tranquilizaba en cierta manera era tener a Aaron a mi lado apoyando todas mis decisiones, sin importar toda esta historia con mis padres él aún está dispuesto a estar a mi lado.— No entiendo porque están tardando tanto, jamás llegan tarde a un negocio.— Tranquila, aún hay tiempo. Yo creo que quizás desconfían un poco, dales un tiempo.Aaron tenía razón, él los había amenazado cuando habían estado en casa posiblemente creían que podría traicion
Amelia. Mis amigos eran los mejores y de eso estoy muy segura. Han logrado que estos días fueran los mejores de nuestras vidas, todo el proceso y los preparativos fueron tan geniales que disfruté cada paso que dábamos, por más veloz o apresurado que podría haber sido, para mi fue perfecto. Sé que Aaron hubiera preferido darnos algo mucho mejor y eso porque en varias ocasiones lo ha mencionado, pero lo que él quizás no comprende qué es esto lo que siempre quise para mí. Una ceremonia hecha a mi medida, que me represente de todas las formas posibles y como planeadora de bodas estoy muy feliz de que este fuera finalmente mi momento y que lo haya logrado con las mejores personas de mi vida. Ciertamente no necesito más. — Estás tan hermosa Amelia. — Marina me miraba con una gran sonrisa en su rostro mientras las chicas del salón de belleza terminaban su trabajo. Siempre había dicho que quería algo natural pero delicado para mi maquillaje y peinado. El centro de estética que Marina cont
Amelia.— Felicidades chicos, estoy muy emocionada por ustedes y por la hermosa familia que formarán. — Muchas gracias Julia, eres de las mejores personas que he conocido en mi vida. Todos nuestros amigos se acercaron a felicitarnos y darnos muchos abrazos, mi hombre escosés no está tan acostumbrado a tantas demostraciones de cariño pero puedo ver cómo recibe las felicitaciones con gusto aunque algo incómodo. — Muy bien escuchen todos por favor, los invito a que me sigan para que podamos dar inicio a la recepción. Marina ya había dejado de lado su papel de Dama y se había puesto el papel de Wedding planner. Cuando todos llegamos al lugar donde se haría la recepción, varios ayudantes comenzaron a mover las sillas del altar para comenzar a armar las mesas y sillas para el banquete. Conocía esa euforia de que todo salga perfecto para que los novios no se preocupen por nada y vivirlo desde el otro lado es realmente increíble, me encontraba muy emocionada. — ¿Qué piensas, esposa? — s