*—Layonel:Habían pasado tres días desde que Damien se embarcó en su viaje fuera del país, y lo que más enfadaba a Layonel era que, justo cuando todo estaba claro y sus sentimientos eran correspondidos, el destino parecía jugarles una mala pasada, enviando a Damien lejos como si los pusiera a prueba. ¿Qué más pruebas quería el destino para que pudieran ser felices? Layonel solo quería estar con su amado, pero ahora tenía que esperar a que Damien volviera. No sabía cómo iba a aguantar; solo habían pasado tres días desde que se fue y, ahora que eran novios, Layonel sentía que una parte de él faltaba.Layonel soltó un suspiro y tomó su vaso de cuba libre, dándole un largo sorbo. Después de saborear el ron con jugo de limón, volvió a suspirar, quizás por enésima vez esa noche.—Llevas toda la noche suspirando —se quejó Uriel.—Déjalo ser, Uriel —comentó Clayton, dándole un ligero golpe en el brazo—. Cuando estás alejado de tu amado, esas cosas pasan. Si estuvieras saliendo seriamente con
*—Layonel:Era increíble que tuviera que encontrarse con Corey allí.Layonel miró nerviosamente a su alrededor. Corey no debería estar en ese lugar; Damien le tenía prohibido visitar los clubes y bares que frecuentaba. Sin embargo, allí estaba, como si nada.—¿Qué haces aquí? —preguntó Layonel, intentando mantener la calma.—Solo vine a beber —respondió Corey con un encogimiento de hombros, observándolos a ambos con una expresión entre desafiante y divertida.—No deberías estar aquí —dijo Layonel, tratando de sonar firme.—Es un bar libre, ¿no? —replicó Corey con un tono despreocupado, pero sus ojos verdes destellaban con una intención oculta.—Corey... —empezó a decir Layonel, su voz cargada de advertencia. Iba a llamar a seguridad y poner a Corey en su sitio. Damien había sido claro de que el hombre estaba vetado de sus negocios, pero de alguna forma, aquí estaba Corey. —Así que ustedes son amigos —interrumpió Corey, dirigiendo una mirada de arriba abajo a Layonel y pasando luego h
*—Layonel:La situación con Corey se había resuelto. Desde aquel encuentro en el Dove, Corey no había vuelto a aparecer en ninguno de los clubes. Los guardias de seguridad tenían una estricta orden de expulsarlo inmediatamente si lo veían, y cualquier empleado que lo dejara pasar enfrentaría problemas con Damien, quien aún seguía en su viaje de negocios.Layonel había tenido que informarle de los sucesos por correo debido a la diferencia horaria entre ellos. Al despertar al día siguiente, encontró un sinfín de llamadas perdidas de Damien. Como no pudo hablar directamente con él, le envió un mensaje para asegurarle que todo estaba bien. Bueno, estaba bien en cuanto a Corey, pero…Su mirada se dirigió hacia los ventanales, que mostraban un cielo gris cargado de nubes y llovía, muy parecido a cómo se sentía él ese día. Hoy era el 15 aniversario de la muerte de sus padres. Hace quince años, sus padres habían fallecido en un accidente de auto, dejándolo solo en el mundo, sin familia ni ami
*—Layonel:Sintió una caricia suave en el rostro, una sensación cálida y reconfortante que interrumpió su sueño inquieto. Layonel se movió incómodo, intentando acomodarse en la cama mientras la caricia continuaba. Su mente, aún medio dormida, trataba de reconocer esa presencia familiar.Despertando lentamente, Layonel entreabrió los ojos, solo para cerrarlos de nuevo debido a la intensa claridad en la habitación. La caricia en su rostro persistió, y en ese momento se dio cuenta de que no estaba solo. Sus ojos se volvieron a abrir, esperando ver a Benito buscando atención como siempre. Sin embargo, lo que encontró a su lado no fue a su felino, sino a un gran hombre con tiernos ojos azules y una sonrisa amplia.Un susurro de sorpresa y alivio escapó de sus labios mientras los detalles de la habitación y la realidad se volvían más claros. Damien estaba allí, inclinado sobre él con una expresión de ternura y preocupación en el rostro. La visión de Damien, su presencia tan esperada y su mi
*—Layonel:Como tenían una reunión importante con el equipo de la empresa de los clubes, Damien y Layonel partieron temprano para la oficina. Al llegar, se encontraron con el equipo esperando por ellos. El personal administrativo trabajaba más temprano que ellos y estaba compuesto únicamente por mujeres. Las chicas solían irse a las 7 cuando ellos llegaban y, tras reportarle a Damien, se iban a casa. Sin embargo, hoy se habían quedado debido a asuntos pendientes.Mientras se dirigían a la oficina, Damien le había comentado a Layonel que detuviera la búsqueda de su reemplazo porque ya había encontrado a alguien. Cuando Layonel trató de averiguar quién era, Damien solo dijo que era una sorpresa. Layonel no tenía idea de quién podría ser, ya que todas las personas que conocía estaban bien establecidas y tenían buenos trabajos.La mirada de Layonel se dirigió hacia Damien, quien estaba hablando con la encargada de las finanzas de la oficina, Jenilda, quien manejaba todos los fondos de los
*—Layonel:Después de quedarse solos, se dirigieron hacia la oficina de Damien. Este se sentó en su sillón ejecutivo detrás del escritorio, mientras Danny ocupaba la silla del otro lado. Damien abrió su maletín y sacó una carpeta, de la cual extrajo un contrato de trabajo. Sin decir una palabra, se lo pasó a Danny y comenzó a explicarle los detalles.Layonel, de pie a un lado como asistente y supervisor, observaba la escena con una mezcla de desconcierto y molestia. No podía evitar sentirse excluido. ¿Por qué Damien no le había mencionado nada antes y había mantenido todo esto en secreto? Mientras trataba de no mostrar su incomodidad, una mueca se formó en su rostro.No iba a quedarse callado por mucho tiempo. Estaba acostumbrado a estar al tanto de las decisiones importantes, especialmente cuando se trataba de los clubes que supervisaba día a día.—¿Qué te parece la suma? —preguntó Damien, sacando a Layonel de sus pensamientos.—Es demasiado elevada —respondió Danny, revisando el con
*—Layonel:Después de realizar el tour por los clubes nocturnos de Damien, Layonel condujo hacia la oficina. Allí se despidió del nuevo administrador, deseándole un buen fin de semana, y observó cómo Danny iba hacia su propio vehículo que había dejado estacionando frente al edificio. Anoto, mentalmente, conseguirle una plaza dentro del estacionamiento subterráneo. Layonel subió al ascensor con una meta clara en mente: exigir respuestas. Damien había mantenido todo esto en secreto, y eso le molestaba. ¿Acaso no le tenía confianza? Eran pareja y se suponía que deberían compartir todo, pero Damien hizo todo esto a sus espaldas y aunque no tenía que meter las narices del todo en esto, le enfadaba que, como su asistente personal y supervisor, no le dijera nada. Cuando entró en la oficina, su actitud era decidida y Damien se percató de su estado al instante.—¿Por qué no me dijiste que era ese hombre quien te sustituiría? —preguntó Layonel con firmeza.—¿Sorpresa? —respondió Damien, sin p
*—Damien:La relación estaba avanzando por buen camino. Layonel y él estaban en una etapa de confianza mutua, donde las conversaciones fluían con naturalidad y el vínculo entre ambos se fortalecía día a día. Damien sabía que no podría mirar nunca hacia otra persona que no fuera Layonel; seis años le hicieron darse cuenta de lo enamorado que estaba, de cómo cada momento a su lado solo reforzaba sus sentimientos.La mirada de Damien se desvió hacia Layonel, sentado a su lado, vestido con un esmoquin impecable y mirando por la ventanilla del vehículo en el que se dirigían hacia la celebración. Su amado se veía tan hermoso, con su oscuro cabello peinado hacia atrás, resaltando sus rasgos elegantes y serenos. La tenue luz que entraba por la ventana acentuaba la perfección de su perfil, y Damien sintió cómo su corazón latía con fuerza. Se preguntaba cómo alguien podía verse tan majestuoso sin siquiera intentarlo.Sin poder evitarlo, su mano se movió lentamente hasta rozar la de Layonel, bu