Dimitri entró al despacho y vio a su hermano con la mirada perdida, Dimitri no era tonto. Sabía que esa niña tocó el corazón de su hermano, por mucho que Dante lo negara, no podía ocultarlo.—¿Estás bien? — Dante le miró y asintió. —No puedes engañarme, Dante, te conozco.—No sé que me pasa, pero su partida me ha dolido en el alma. — confesó. —No sé que hacer.—Buscarla. — dijo obvio. —Búscala y está vez conócela con citas, como una pareja normal. — Dante sonrió.—Sergey no querrá que se acerque a mí. — dijo con tristeza. —Y lo entiendo, yo secuestre a su hermana —Pero ella es mayor de edad. — el ruso asintió. — Ella decide.—Lo intentaré y está vez haré las cosas bien. — se sinceró. —Y si Sergey no quiere, no puede hacer nada, si ella quiere. Eli es mayor de edad, ella decide por su vida.—Asi es. — Dimitri chocó puños con su hermano. —¿Que harás con Danielle?—Nada, ella salió de mi vida. — se puso serio. — Ella y yo, ya no somos nada, me centraré en Eli y en mi.—Perfecto.En la m
Hola, mis bellas. Perdonad mi retraso en las actuaciones, pero hace una semana, tuve una accidente, nada grave. Tuve una luxación de rótula, me escayolaron una semana y ahora estoy con rodillera e intentando volver a caminar. Cuando tienes la pierna inmovilizada muchos días, digamos que los músculos están dormidos y hay que darles caña. Estoy con fisioterapia, haciendo los ejercicios que me han pedido. Volver apoyar el pie e ir poco a poco, ir sin muletas.. Estoy súper agobiada, intento actualizar pero el dolor y el agobio, no me deja concentrarme. Yo para escribir, necesito tranquilidad y paz mental, pero ahora mismo, no tengo nada de ambas cosas. Sólo me centro el poder hacer los ejercicios, y volver a escribir. Os pido disculpas y paciencia, hasta que yo pueda volver. Si Dios quiere, en una semana estaré bien... Lo siento y mil perdone, por mi retraso. Besos desde España.
Habían pasado dos días y Dante cada día estaba peor, la echaba de menos. Su olor seguía en la habitación que ella ocupaba, tal vez su hermano tenía razón, tenía que conquistarla como una persona normal; con cenas, salidas, regalos, etc. Pero hacía tiempo que no lo hacía, pero por ella, haría lo que fuera. Quién le iba a decir, que después de sufrir un desamor, volvería a ser atraído por una chica, pero no era una mujer cualquiera, si no la hermana de su amigo. Pero si él hubiera sabido, que Eli era su hermana, jamás la hubiera secuestrado. Él sabía que se dejó llevar por el capricho y no pensar, esa americana le cegó con su belleza, su inocencia y cuando supo que tenía problemas cardíacos, le destrozó. Lucharía por conquistarla, costará lo que le costará.Metido en su despacho, con la mirada puesta en un punto fijo, con una copa en la mano, sentado en el sofá individual. Su mente divagaba a sus anchas, desde que ella se fue, solo ella estaba en su mente.Le dolía su partida, le dolía
Salió de la mansión sin despedirse de nadie, se metió en su Lamborghini, y dos de sus escoltas iban detrás de él. Salió del terreno Ivanov y fue hasta la de su amigo. Tal vez él no le dejaría verla, pero no se iba a rendir, por ella iba a cambiar. Dejaría las drogas si era necesario, Eli le enseñó que no todas las mujeres son iguales y ella era pura inocencia.Cuando llegó, el portón se abrió y metió su auto, apagó el motor y fue hasta la puerta. Pero escuchó una risa muy conocida, él se dirigió hasta donde provenían las risas y a lo lejos la vio jugar con un perro. Dante sonrió y la miraba con alegría y amor, ella era puro amor. Caminó hasta ella, Eli al verle se sorprendió, pero sonrió. Se levantó del césped y caminó hasta él y sin pensarlo lo abrazó, algo que él ruso correspondió con anhelo.—¿Cómo estás? — preguntó él. —Estás muy guapa.—Gracias, estoy bien. — no le iba a decir que hace unas horas se desmayó, no quería preocuparle. — ¿Tú cómo estás?—Bien, la casa se siente sola
Después de cuarenta minutos, Eli apareció con un vestido color pastel, zapatos altos negros y un bolso. El ruso se había quedado mudo al verla, se acercó a ella y ambos se miraron.—Estas hermosa. — dijo con una sonrisa de bobo.—Gracias. — agradeció.—¿Nos vamos? — ella asintió.—No la traigas muy tarde. — voz de Sergey, llamó la atención de ellos.La parejas salió de la mansión, Dante la abrió la puerta y la ayudó a entrar, rodeó el auto y salieron de allí rumbo al restaurante. La cogió de la mano, se la llevó a sus labios y le dio un beso en el dorso.Cuando llegaron, la volvió a ayudar a salir y cogidos de la mano, fueron hasta el interior del restaurante.—Buenas noches, señor Ivanov. — dijo el camarero. —Señorita. — dijo y ella asintió sin entender nada. —Acompáñenme a su mesa.— ellos siguieron al camarero hasta llegar a su mesa.—Gracias. — agradeció el ruso y ayudó a sentarse a Eli.—¿Qué desean tomar.—Una copa de vino. — miró a Eli. —¿Tú puedes tomar vino? —Solo una copa. —
Al día siguiente, Dante estaba en el jardín desayunando. La oportunidad que ella le había dado, no iba a desperdiciarlo, había quedado con ella en su casa y la estaba esperando.Escuchó unos pasos y se giró feliz, pero su sonrisa se borró al ver a su ex prometida.—¿Qué haces aquí? —exclamó serio.—Vaya, veo que no era la persona que esperabas. — dijo y se metió un trozo de uva en la boca. —¿Cómo estás?—¡Sal de mi casa, Danielle! —advirtió. —No eres bienvenida en mi casa, solos causas problemas.—No me iré, volví para recuperarte. — esté rió sin gracia. —Jamás me rendiré, sé que me amas.—Lo que eres, es pesada. — la apartó. —Ya no te amo, estoy interesado en otra.—¿Por la cardíaca? —él la cogió del cuello.—Ten cuidado, no vaya a usar tu corazón para ella, no me toques la polla. Puedo sacar tu corazón, estando tú viva. — ella tragó grueso, se asusto.Ella se lanzó a besarlo, Eli pasó en ese momento y lo vio todo. Su corazón se rompió, unas lágrimas salieron de sus ojos. Dante apart
Eli tenía los brazos cruzados, esperando que Dante le contara todo, reconocía que estaba celosa. Danielle era hermosa y estuvo con él y él estuvo enamorado de ella, Dante la miraba con temor, a que no le creyera.—Nena, te juro que yo te estaba esperando, cuando ella cruzó la puerta y creí que eras tú, pero no.— sensuró. —La dije que se fuera, pero ella se me lanzó. Nena, te juro que no hice nada...—Te creo. — lo interrumpió y él la miró soltando el aire contenido. —Sé que esa mujer va detrás de tí, como una gata en celo. — él sonrió con su comentario.—Jamás te traicionaría, jamás te engañaría con ninguna. — dijo sincero y ella lo besó, se dejó llevar por sus labios cálidos y dulces. Él era pasión y sensual. —Me encanta tenerte en mis brazos, eres el ángel, que cayó en mi vida para mejorarla.—No, Dante, yo no quiero cambiarte. Cuando alguien te gusta, te gusta tal y como es; con sus defectos, sus bobadas, todo. — la mirada azul del ruso, la miraba con anhelo. —Yo no quiero que cam
—Me estoy dando cuenta, que te gusta la ensalada de frutas. — dijo con ternura. —Ya sé con qué chantajearte, cuando no me des lo que deseo. — se burló y ella sonrió.—Tú en cambio solo tomas café. — dijo señalando la taza. —¿No te gusta comer? O ¿Es que no te levantas con apetito?—No, solo me acostumbré a levantarme, beber el café y correr a la empresa. — respondió.—Eres un hombre entregado al trabajo. — pinchó un trozo de fruta y se lo llevó a la boca del ruso, él gustoso aceptó. —Tienes que llenar el estómago y el café no te llena, te espabila.—¿Vas a cuidarme? — dijo sonriendo.—Pues te diré una cosa, quiero que todas las mañanas desayunes y si me entero que no lo hiciste, me enfadaré contigo, ruso gruñón. — él se carcajeo.—¿Me estás amenazando, americana del demonio? — la siguió la broma.—No, es una advertencia. — corrigió y el ruso la robó un beso y empezaron a desayunar. Dante obedeció la petición de Eli. Iba a desayunar todos los días, ella se preocupaba por él.Tal vez ha