—Que raro, no me contesta las llamadas, a veces creo que se ha puesto mal y no me dice nada —torció los labios. Hablaba sola cuando su padre irrumpió en su oficina y le dio el aviso de que Sol no vendría a trabajar. —Sol no viene. Pude hablar con ella. —Menos mal porque no toma mis llamadas, pero a ti sí te ha contestado, voy a creer que dejó el teléfono cargando, cualquier otra cosa con tal de no pensar que no me quiere contestar la llamada —llegó a la conclusión suspirando pesadamente. —Debe ser eso...—Ah, padre, ya terminé lo que me pediste. Espero sea lo que imaginabas. —Lo será, eres buena en todo lo que haces.—No lo apruebes sin antes verlo. —Luna, siempre lo haces bien —emitió dulce —. ¿Puedo saber cómo va todo eso de la casa? —Finalmente se ha decidido comprar esa propiedad, es grande, perfecta para Hope. Estaremos allí. Cada quien por su lado. —Vale. Ambos son adultos, podrán hacerlo. —Sí... —Iré a visitarlos después. —Avisa y haremos una barbacoa, padre. (...)
Luna, se quedó los brazos de su exesposo, intentando procesar una realidad que ella jamás habría imaginado, era demasiado extraño y sorprendente al mismo tiempo que su mejor amiga hubiera mantenido una relación secreta con su padre, eso era una semejante barbaridad; no podía creer lo estúpida que fue al no darse cuenta de que algo a sus espaldas estaba sucediendo, se llenaba de enojo su corazón y quería tener a su padre enfrente para exigirle una explicación. No importa que fuera un adulto y el mismo podía tomar sus decisiones o hacer lo que le viniera en gana en su vida. ¡¿Por qué de entre tantas mujeres se metió con su mejor amiga?! No lo entendía. —Luna, lo siento mucho. —¿Con pudieron hacerme algo así? no te imaginas la confianza que he depositado en Sol, llegué a considerarla como una hermana. Yo... como una tonta creí que ella era una buena persona, pero estaba completamente equivocada. No le importó revolcarse con el padre de su amiga. ¡Nada! —Sí, sé muy bien que todo esto e
Warren sintió como el frío lo recorría, como adolescente cuando era atrapado en algo malo, sin embargo él era un hombre que podía tener una relación como cualquier otro, el problema es que se metió con la amiga de su hija. —Papá, no te quedes callado ya lo sé todo, soy consciente de lo que has hecho y créeme que me siento molesta por el engaño, se siente como una traición; jamá pensé que sol sería capaz de hacer algo así, ¿como podría siquiera cruzar por mi mente que mantendría una relación contigo? al mismo tiempo es incómodo, porque se trata de una amiga incluso es más joven que tú. —Vale...Warren y Luna acabaron sentados en el sofá de la sala, era una conversación que se extendería por un largo rato, debido a muchas cosas ocultas, que se descubrieron dejando como consecuencia un montón de dudas. —¿Por qué Sol? ¡Maldita sea! —Sol... Ni siquiera sabía que algo podría pasar entre nosotros, las cosas se dieron con naturalidad, ella siempre me ha parecido atractiva, pero no fue sino
—También me dijo que necesitamos hablar, no sé que debería saber. ¿Así que iría directamente a preguntarle, ¿hay algo que tienes que decirme? —Yo...Así que Luna no le comentó, porque sabía que era un tema que a ella le concernía y debía ponerlo al tanto por su cuenta y no un tercero. —¿Puedo pasar? Ella a duras penas asintió con la cabeza y se hizo a un lado, en poco tiempo se adentró a su pequeño apartamento y se ubicó en la sala, ella estaba tan nerviosa que le temblaban todas las extremidades, se dirigió a la cocina por algunos aperitivos pero no encontró ninguno, así que finalmente dejó sobre la mesita de centro, frente al tipo con el que una vez se relacionó, una taza de café. —Allí tienes. —Gracias. Por favor, dime qué sucede. —Warren, ni siquiera debería decirte nada, yo, estoy bastante afectada con nuestra ruptura. Ya es suficiente. —Si me estás ocultando algo y eso me involucra de alguna la forma tengo derecho a saberlo, pero si no me dices ahora lo sabré por mí cuent
—No. Todavía seguiré pensando en eso y voy a seguir viendo a Sol como una traidora. Ya ni siquiera la puedo considerar una amiga, porque una amiga nunca haría semejante cosa —blanqueó los ojos y resopló. —No estoy diciendo lo contrario, también concuerdo contigo respecto a la actitud que tuvo tu amiga, sin embargo hay que dejar todo lo malo atrás y seguir adelante. —¿Me lo dices tú cuando tienes problemas con tus padres? Que yo sepa la relación con tu mamá todavía es bastante mala. —No estamos hablando de mí, además esa mujer no es mi verdadera mamá. Mi madre biológica se llama Regina. —Pero esa persona no puede ser considerada tu madre tampoco, puesto que no se ocupó de ti. —¿Es en serio? Maldita sea Luna, no sigas hablando de un tema que no te concierne en absoluto.—En ese caso te pediré lo mismo, no opines sobre la relación de mi padre. Con permiso. Iba pasando justo por su lado y perderse caminando rumbo a su habitación, pero el CEO se lo impidió. Aferró su brazo con dureza
—Te agradezco por la comida, sin embargo no es necesario que lo vuelvas a hacer, créeme que siempre almuerzo sola y es más cómodo para mí. —¿Esa es la manera cómo vas a agradecerme por ser tan bueno y traerme de comer? —soltó ofendido y ella resopló. —No te pedí que me trajeras nada, aún así... Olvídalo, solo no vuelvas a hacerlo. —¿Todavía es tan difícil para ti darme una oportunidad? ¡Lo sé! No es menester que me repitas lo malo que me porté contigo en el pasado, pero vamos a dejarlo enterrado, que se quede allí en el antaño y empecemos de nuevo. ¿Qué dices? —¿Por qué te empecinas con ese tema? Volver contigo jamás en mi vida. Solo estoy de acuerdo con vivir bajo el mismo techo que tú, por Hope, de no ser por nuestra hija en común, me mantendría a kilómetros de ti. —Te voy a conquistar, ya lo vas a ver. Y caerás. —No estés tan seguro de tener la victoria, porque no es así —escupió furiosa y él sonrió. —Siempre gano, Luna. Y no te volveré a perder —declaró dejándola con más en
Luna ni siquiera quería girar la cabeza a su dirección y verlo, estaba bastante avergonzada y arrepentida por lo que permitió que sucediera, ella pudo haberse detenido, pero no lo hizo, en lugar de eso siguió con su juego cayendo otra vez en sus redes. La mujer se sentía demasiado estúpida por haber seguido ese mismo rumbo equivocado. Mientras tanto el hombre no podía quitar la enorme sonrisa de su rostro, a sabiendas de que lo había conseguido, de que pese a toda su convicción que aseguraba evadirlo para siempre, no funcionó. —¿No ha sido maravilloso? —se atrevió decirle sin una pizca de vergüenza, al tiempo de observarla como si nada y ella quería desaparecer sobre la faz de la tierra, incluso sus mejillas ya estaban adornadas por aquel carmesí intenso. —No comprendo. ¿Cómo demonios eres capaz de preguntarme algo así? No quiero hablar sobre lo sucedido, todo esto es una locura. —Deberías admitir de una vez por todas que te derroté, que a pesar de tu insistencia por emitir que me
El momento llegó, se preparó a la espera de que esa mujer llegara en donde había sido citada, no sabía si realmente aparecería en el lugar en donde quedaron en verse, pero seguía aferrado a la esperanza de verle. Aunque sea deseaba conversar con ella unos minutos, tenía demasiada curiosidad por ver su rostro en persona, saber si ella era atenta, distraída, o por el contrario demasiado fría. Tal vez lo más acertado era que fuera su personalidad dura como una roca, después de todo no dudó al abandonarlo. Nunca antes se sintió tan nervioso, ni siquiera durante su primera presentación. No existía forma de explicar todo lo que pasaba en su interior. Quería que las cosas salieran bien. Le hizo señas a la mesera para que le trajera la carta, miró un largo rato todas las opciones infinitas que se ofrecían allí, pero nada le llamó la atención, así que se limitó a tomar un café bien cargado, a la espera de su orden hizo acto de presencia a una mujer. Era su madre. —Hola, tú debes ser Etha