Él se quedó al borde de la cama, mareado. Aún bajo los efectos del alcohol. Sol se ubicó a su par y le entregó un vaso de agua. —Bebe un poco, y duerme —pidió cariñosa —. Yo me quedaré solo hasta verte dormido. —Puedes irte de una vez, créeme que estaré bien, no es como si fuera la primera vez que me pongo ebrio, esto ha sucedido cuantiosas veces. —¿Me estás echando después de ayudarte? —casi soltó a modo de reclamo, de forma que él negó. —No es eso, y si me has ayudado no deberías sacarlo en cara. ¿Te obligué, te pedí que me trajeras aquí? Nadie te retiene de irte tampoco —continuó y ella abrió la boca. —¿Cómo puedes ser así? No creí que... —Vale, solo déjame solo. Prometo que voy a compensarte por lo que has hecho. Sol lo besó, no perdió tiempo, tomó el control del momento y tiró de él hasta perderse en un espiral de sensaciones que los aventó a la pasión. Calvin, además de tener la guardia baja y ser de carne débil, cedió al toqueteo femenino que solo era el incio, pero que
—Señor, su padre está afuera y quiere platicar con usted, le informé que estaba ocupado y no parece estar contento con eso. ¿Le digo que pase? —Dina... ¿Cuántas veces te debo decir que no es necesario que me digas sobre la entrada de mi padre? Él puede ingresar sin problema. Hazlo pasar. —Lo siento, ya le digo, con permiso. Al poco tiempo apareció Joseph con cara de pocos amigos. —¿Qué demonios le sucede a Dina? Es alguien que siempre me deja entrar sin todo este protocolo. ¡Es mi compañía! —Lo sé, padre. Expiró. Después de todo, pese a que Ethan ocupaba la presidencia, su padre seguía involucrado con todos los asuntos allí. —Vale, vengo a dejarte varios documentos. Espero que los leas pronto. —¿No puede ser digital? Hoy día...—Sé lo que me vas a decir, pero a mí me parece más cómodo de esta forma —emitió subiendo los hombros. —Bueno, lo leeré. ¿Es sobre el proyecto con los Baxter? —quiso saber. —Pues sí, es sobre ello. Debes prestar muchísima atención a todo lo que se qui
Caroline avanzó a través de la ciudad pensativa, metida en un lío se encontraba y de eso no tenía idea de cómo podría zafarse, había sido una tonta... una completa estúpida al no ser cuidadosa, pensó que el test que se hizo pudo equivocarse, pero no fue su caso. Estaba embarazada, pero el bebé no era de Ethan, sino de alguien con quien estuvo solo una vez. Bufó. La felicidad o lo que ella llamaba estar en su mejor momento se desmoronó con la noticia, todavía era posible solucionar el problema. Un aborto. Para ello debía pagar mucho dinero, algo que tenía. Aunque, no estaba segura de hacerlo. Algo que la detenía era pensar en lo que el doctor le dijo ese día en la cita. Le había mencionado que ella no podría tener más hijos, por lo que si se practicaba ese aborto...Incluso cuando no había pensado demasiado en bebés o tener hijos, sabía que su decisión de ahora iba a determinar lo que aún no pasaba. Por eso se sentía atrapada. ¿Por cuanto tiempo realmente debía seguir fingiendo se
—¡Tenemos un contrato de confidencialidad! Hemos hecho un trato con mucho dinero de por medio y no puedes hacer lo que te vengan en gana. ¿Tengo la culpa de que te hayas embarazado? Si hubieras sido más cuidadosa... —gruñó —. No me interesa, pero, ¿sabes de quién es el bebé? —Tú mismo lo has dicho, eso no importa. —¿Se trata de un hombre casado? —tuvo la osadía de inquirir.Ella se quedó en silencio, eso se lo había confirmado. —Eso creí, al final no eres una mujer decente. —Solo quiero dedicarme a este bebé, No creo que pueda seguir haciendo esto contigo, mi panza se notará en algunas semanas. Puedes decirle a tus padres que terminamos la relación, no creo que de inmediato se pongan a buscarte pareja..—¿Te estás escuchando a ti misma? Todavía tienes el descaro de decirme eso, cuando te di mucho dinero a cambio de que me ayudaras con esto. No puedes retirarte así como si nada —golpeó el escritorio con fiereza. —Tendré un bebé. Puedo darte el dinero que me has dado, no he gastado
Luna se quedó mirando a su hija, la estaba pasando muy bien patinando sobre el hielo, verla sonreír y divertirse era lo que llenaba su alma. Si no estaba en la pista de hielo junto a ellos dos, es porque no se sentía tan bien, tenía un ligero malestar que no la soltaba. Calvin era tan bueno, y se llevaba de maravilla con su hija. Por eso comprendía el vínculo que se estaba creando entre ellos.Pensó en Hope y su pregunta. ¿Qué si podía decirle papá? Esa palabra era muy profunda. —¡Mamá, mira lo bien que lo hago! —exclamó riendo. —¡Mamá está orgullosa de ti! —respondió sacándole otra sonrisa. Al rato estaban comiendo helados. El postre favorito de su hija. —Luna, ¿cómo va el proyecto? —No puedo hablar de eso, no aún —admitió —. Todo está en orden. Eso creo. —De acuerdo, no te preocupes. —Yo... No es que desconfíe de ti, es solo que nada está definido, todavía estamos trabajando en el proyecto y se preve que no sea sino hasta dentro de varias semanas que se empiece, se está en
Afortunadamente tenía analgésicos y fármacos para atacar el malestar, había sido un resfriado tomando en cuenta que la jovencita se duchó tarde en varias ocasiones, también admitió mojarse con la lluvia. —Lo siento mamá —susurró cuando Luna también le ponía pañuelos mojados en la cabeza. —¿Por qué? No te sientas mal por eso, sé que no ha sido tu intención enfermarte, nadie podría saber cuándo sucederá. Sin embargo puede evitarse, la próxima vez solo deberías ser más cuidadosa. Ahora tienes que mejorar —besó su mejilla —. ¿Quieres que te prepare un caldo de pollo? Funcionará, te ayudará a recuperarte. —No tengo apetito, mamá, me siento muy cansada y tengo dolor de cabeza —emitió con sus ojitos rojos. —Vale, pero si te quieres recuperar, tienes que comer, solo así te vas a poner fuerte y volverás a sentirte bien. ¿Harás un esfuerzo para alimentarte? Dime qué sí, oh vamos. —Solo un poquito. —Comerás lo necesario —expresó con dulzura, de modo que la jovencita asintió con una débil s
—Lo siento pero estoy pasando un momento agradable con mi hija, hay bastantes mesas desocupadas, no tiene que permanecer aquí con nosotras —fue lo primero que se le ocurrió decir dejando al hombre con una sonrisa burlona en sus labios. Él no podía creer que ella estuviera siendo formal y además de eso fingía no conocerlo. —¿Por qué de pronto me hablas así? Luna, no somos un par de desconocidos. —Mamá, ¿quién es él? Tragó duro. (...)Sol rugió fieramente pensando en Calvin, en lo que él realmente estaba buscando.¿Cómo es que ella no podía ser su tipo? sinceramente tenía el corazón hecho pedazos, creyó que solamente era un gusto pasajero, pero se había enamorado del asistente del padre de su amiga y ese tipo no le correspondía. Apuñó las manos, todavía aferrada al lavabo del baño de la compañía. A pesar de recibir un mensaje de parte de Luna en la mañana, informando que no era necesaria su asistencia ese día, prefirió ir y de ese modo no acumular tareas pendientes. Suficiente co
—¿Ethan? Así se llama...Luna no perdió el tiempo y rápidamente le tapó la boca a su hija, antes de que soltara ese nombre y quedara al descubierto, de ninguna manera podría permitir que algo así se supiera. Definitivamente fue un error comentarle sobre el nombre de su papá, ahora cerca de ese tipo todo se volvía más peligroso. —¿Por qué se sorprende tanto tu hija? Supongo que jamás había visto a un tipo tan apuesto llamado Ethan. —¿Estás demente? —lo miró mal. Lo cretino no se le quitaba con nada, cada vez se portaba peor —. Ya que te has terminado el café deberías marcharte. —¿Me estás echando de una cafetería que ni siquiera es tuya? Se un poco más amable con las personas. ¿Un déspota e idiota hombre hablando de amabilidad? Sin duda alguna soltaba un chiste, una broma que ni él se creía. —Vale, amable dices —dijo sarcástica —. ¿Podría dejarme con mi hija? —Y vuelves a ser formal. Es innecesario, ¿sabes? Después se quedó mirando a la niña a los ojos, no encontraba ni un liger