Ella puede escuchar la pesada respiración de su esposo y eso le hace recordar lo que sucedió el día anterior, por lo tanto, su rostro se ruboriza.
—Y bien, ¿qué quieres decirme? —el hombre rompe el silencio, esperando nuevamente escuchar esa voz. —Es que yo… —Estoy muy ocupado, cuando estés clara de lo que quieres hablarme, lo haces. —Arrogante… —susurra por lo bajo por la forma en que él le habla. —¿Qué has dicho? —Archie arquea una ceja por el atrevimiento de su pequeña esposa. —Que… yo estoy estudiando en la universidad, no puedo perder mis clases. —¿Estudiar? —eso lo llena más de intriga, percibiendo que algo más está pasando. —Sí, le pido por favor que no me encierre en esta mansión, no puedo encerrarme. —Puedo hacer contigo lo que quiera, prácticamente tu padre te vendió. —¿Qué…? —eso ella no se lo esperaba. —Lo que has escuchado, por eso puedo hacer contigo lo que quiera. Y para que veas que no soy tan malo, si quieres seguir estudiando, debes portarte bien. —Pensé que… mi familia eran los únicos malvados de mi cuento, pero ya usted está incluido en ellos —le cuelga la llamada. —¿Cloe? —la menciona Archie y nota que ella le colgó la llamada. Agarra el móvil con fuerza—. ¡Caprichosa niña! —espetó—. Verás de lo que soy capaz con tal de que pagues tu burla.Precisamente recibe una llamada de su escolta Jackson.
—¡Espero que tengas la información que te pedí! —Así es, señor —afirma—. Es extraño, pero en este preciso momento estoy viendo a su esposa ingresar a la piscina de la mansión Watson. —¡Explícate! —se coloca de pie porque algo que odia es que le quieran ver la cara. —Señor Villarreal, si no estoy equivocado, son gemelas, porque son muy idénticas, señor. De lo contrario, me quedo atónito. —¡Maldición! ¡De mí nadie se burla! —camina hacia la puerta para salir de su oficina. —Señor, la reunión inicia en 7 minutos —Susana lo empieza a seguir. —¡Cancela esa reunión! —ordena y entra al ascensor. —¡Pero señor… esa reunión es importante! —la mujer se agita y lo mira con preocupación. —¡Que canceles! —le grita y las puertas del ascensor se cierran. —Señor, conserve la calma, no se deje llevar por la ira —le aconseja Jackson. —¡Tú no me dices cómo comportarme! ¡Llama ya a los escoltas, iré ya mismo a la inmobiliaria Watson! —al dar la orden cuelga la llamada.Archie está tan enfurecido y en su rostro es notable que nadie se atreve a decirle nada, y mucho menos a mirarlo por mucho tiempo.
—¡Aarchiee! —su mejor amigo llega muy galán y se acerca para estrechar su mano con él—. ¡Huy! ¿Por qué estás así? —lo mira con extrañeza—. Acabo de llegar de viaje, lo primero que hago es venirte a visitar ¿y así me recibes? —Vete al diablo, Ryan. No necesito que vengas a darme un sermón. —Sí que estás molesto, soy tu mejor amigo, comparte lo que te está amargando. Sabes que yo tengo la mejor medicina para el estrés: un bar VIP, unas nenas bien buenotas, whisky del mejor y excelente música. —Sabes… por fin dices algo bueno, te lo acepto cuando termine de hacer una visita. —Te acompaño —lo dice emocionado. —Como quieras —la actitud de Archie es seria, pero a Ryan eso no le importa, ya está acostumbrado.Al salir de la empresa, Villarreal y su mejor amigo son escoltados. El auto ya espera por ellos.
—Señor, ¿a dónde lo llevo? —pregunta el chofer abriendo la puerta del auto. —¡Inmobiliaria Watson! —responde y sube al auto seguido por su mejor amigo. —¿Qué vas a hacer en la inmobiliaria? —Ryan no se aguantó las ganas de preguntar. —¿Te acuerdas de Cloe Watson? —¡Por supuesto! —se ríe a carcajadas—. Es la chica que te dejó en la habitación con ganas. —Sonríe aún más—. ¡Eso sí que dolió! Ninguna chica te rechaza, amigo, y ella sí que supo burlarse de ti. —Si te sigues riendo, te juro que te hago echar del auto. ¿Entendido? —le amenaza mirándolo con desdén, por lo que Ryan pasa saliva y deja de reírse. —Lo siento, Archie, solo que no lo supero. Y entonces, ¿qué piensas hacer allá? Tanto tiempo separados y siento que tienes mucho por contarme. —Ya lo verás —se cohíbe de contarlo.Al llegar a la inmobiliaria Watson, Archie se dirige a la oficina de su ahora suegro.
—¡Buenos días, señor Villarreal! —la secretaria es una rubia hermosa que al verlo, sus ojos se iluminan como dos luceros. —¿Dónde está el señor Watson? —pregunta sin detener sus pasos. —En su oficina, señor. Ya lo anuncio —se apresura a llamar. —¡No lo harás! —Archie está poseído por el diablo y Ryan no pudo evitar mirar a la secretaria de pies a cabeza. —¡Señor, no puede entrar sin ser anunciado! —ella se preocupa e intenta convencerlo, pero a Archie nada lo detiene y abre la puerta de un portazo.El señor Maxwell Watson, al verlo, abre sus ojos par en par y su rostro palidece.
—¡Señor Villarreal! Qué gusto tenerlo por acá —se acerca con una falsa sonrisa de felicidad y extiende su mano derecha para saludar, pero esta quedó en el aire, porque el saludo no fue correspondido. Lo único que recibe es una mirada asesina.—¡Lo lamento, jefe, intenté detenerlo! —la secretaria pasa saliva, Archie la hizo correr.
—¡No tienes por qué detenerlo, si es mi yerno! —sonríe aún más—. ¿Se te ofrece algo de tomar? —¡Largo! —Archie le ordena a la secretaria y esta mira a su jefe, el cual asienta con la cabeza.Cuando la secretaria cierra la puerta, el infierno se desata en la pequeña oficina.
—¿Pasa algo? —el señor Watson actúa como si nada pasara. —¿¡Cómo te atreves a burlarte de mí!? —se acerca quedando frente a frente y Ryan es como si estuviera viendo la mejor película. —No entiendo de qué hablas —Watson frunce el ceño. —¡La mujer que tengo en mi poder no es Cloe Watson! ¡Ahora mismo me das una explicación, porque tan solo con una llamada destruyo tu empresa de m****a!El señor Maxwell siente un escalofrío recorrer su cuerpo. No pensó que Archie supiera la verdad tan pronto y ahora su empresa está en peligro. —¡Responde!— Villarreal está con un carácter de los mil demonios. —Yo… lo puedo explicar—. Se afloja la corbata y luego siente gotas de sudor rodar por su frente, además de un calor en todo su cuerpo que lo hace sentir tenso y acorralado. —¡Hazlo ya!— le ordena con desdén, y Ryan sonríe para sus adentros, ya que su parte favorita es cuando su mejor amigo actúa con un supremo poder que opaca a cualquiera. —Señor Villarreal, la verdad es…— El señor Watson piensa rápidamente qué decir. —Mi hija… sí, tengo dos. La que tienes se llama Kiara y ella es una hija despreciable. Le quitó el lugar a mi hija Cloe. —¿Cuándo pensabas decirlo?— Se acerca a él con firmeza, con ganas de darle un puñetazo. —¡Lo iba a hacer, se lo juro!— se apresura a decir. —Solo que todo se complicó y Kiara, que siempre ha envidiado la vida de mi hija Cloe, tomó su lugar… i
El toque de la puerta le paraliza el corazón por segundos, congelando su cuerpo y haciéndola erizar su piel porque sabe que es él y tampoco se atreve a desobedecer y hacerlo enojar, más de lo que seguramente estará al verla vestida de esta manera y no como una mujer digna del señor Villarreal. Ella retoma aire para controlar su respiración y se coloca la venda sin hacer trampa.Archie está impaciente, incluso pasado de tragos, no entiende por qué simplemente al saber la verdad no puede dejarla ir, es como esa necesidad absurda de tenerla sometida para él solamente. Y cuando iba a volver a tocar, ella abre la puerta y de inmediato la chica percibe el olor del exquisito perfume de su esposo. Inconscientemente retrocede un paso.—Bienvenido —hace una mini reverencia que lo hace fruncir el ceño, pero al verla vestida nuevamente como si fuera un hombre. —¿Por qué no tienes la vestimenta adecuada? —pregunta acercándose a ella y verla con esa venda color roja cubrir sus ojos literalmente sa
Ella se lo quita y Archie apaga la luz.—¿Por qué no te dejas ver?— Kiara quiere ver exactamente cómo es él.—¡Estás castigada!— Archie se volvió más arrogante ya que es su juego, no el de ella.—¡Está bien, castígame!— lo desafía.—¿Cómo carajos me estás hablando?— se acerca a ella tomándola por sorpresa, la agarra del rostro teniéndola a escasos centímetros.—Si tuviera tres deseos en estos momentos no dudaría en pedirlos.—¿Ah, sí? Entonces comparte conmigo esos tres deseos, querida esposa. Ya que eres tan rebelde, así no lograrás nada conmigo.—Mi primer deseo es terminar mi carrera en la universidad. Mi segundo deseo, irme lejos de ti. Y mi tercer deseo, irme a otro país junto a mi hermana Lia, dejando atrás todo lo que hace daño, todo lo que lastima mi corazón— se le salen las lágrimas y Archie la suelta.No fue capaz de permanecer más en esa habitación, tuvo que salir e ir directamente a su despacho, mientras que ella quedó allí, consternada por todo lo que le dijo. Pero al rec
Kiara está en la habitación de su madre, bailando al compás de la música con el palo de la escoba. Cada vez que hay fiesta en la mansión Watson, se emociona mucho, aunque la hagan a un lado y no pueda asistir como la Watson que es, sino como una empleada más para su propia familia. A pesar de que no tiene los mismos privilegios de su hermana Cloe, su espíritu de valentía no se apaga. Ella es estudiosa y una chica amable, aunque con carácter fuerte cuando es necesario para defenderse de sus amigos de la universidad. Kiara viste como niño porque ni vestimenta le compran, así que debe ponerse lo que deja su mejor amigo.De repente, unos aplausos exagerados la sacan de sus pensamientos, donde ella imaginaba que era una princesa con un espectacular y reluciente vestido. Al abrir sus ojos café con destellos dorados, se percata de que es su hermana.—Cloe… —sus mejillas se ruborizan.—¿En qué tanto piensas, hermanita? —la mira con seriedad, dejando de aplaudir, y se acerca para apagar el equ
—¡Ups…! —Cloe deja caer el cabello al suelo y luego, muy satisfecha, se aparta de su hermana.—¿Cómo… cómo pudiste? —pregunta con los ojos llorosos, mirando al suelo donde está su larga melena esparcida.—Sabes, me he equivocado, con el cabello corto te ves horrorosa —sonríe a carcajadas—. Sigo siendo hermosa…—¿Qué está pasando aquí? —la señora Watson ingresa a la habitación de Kiara, la cual le parece desagradable.—Madre… —Cloe la mira esbozando una sonrisa de complicidad.—¡¡Kiara, te has cortado el cabello!! —la reprende—. ¡Es notable que envidias a tu hermana!—No, madre… yo no me lo corté, ella…—¡Silencio! ¡Cada vez me decepcionas más! —la mira con desdén—. ¡Cloe, ve a organizarte, tienes un compromiso por cumplir! Y tú, Kiara —la señala—, espero que por primera vez en tu vida seas una Watson —se retira sin permitirle a Kiara darle una explicación, contar la verdad de los hechos.—Aprovecha la oportunidad, hermanita —lo dijo burlona y se dirige a la habitación.—¡Cloe! —la men
Archie Villarreal, joven apuesto de cabello rubio oscuro, ojos cafés oscuros, cuerpo tonificado, está en el rincón de la habitación, sentado de manera varonil en el sillón que queda cerca de la ventana. La oscura habitación es iluminada por la luz de la luna que se filtra suavemente a través de las finas cortinas blancas. El hombre está fumando un cigarrillo para apaciguar su furia hacia la familia Watson, hacia la chica que será su prisionera. Ansioso por hacerle pagar su burla, tiene su mirada clavada hacia la puerta, su mirada es como un fuego ardiente que aumenta al verla abrirse y ver la figura de su escolta Jason, que entre sus brazos trae a Kiara inconsciente.—Señor —su respiración es agitada y el humo del cigarrillo se impregna en sus fosas nasales, sabiendo que su jefe está estresado—. He cumplido.—Adelante —ordena, y Jason dirige sus pasos hacia la cama, donde cuidadosamente acuesta a la chica y luego, al retomar su posición, Archie le dice:—¡Largo! —Jason, al escuchar la
¿Quitarse la ropa? Eso es algo que la llena de impotencia, porque recuerda a Cloe, su gemela. Y le indigna porque es ella la que siempre paga por culpa de Cloe, siempre. —no quiero se parte de su mundo— musito—si no haces lo que te ordeno, tu familia quedará en la ruina, no tienes idea de lo que soy capaz de hacer contal de verte de rodillas suplicando —mi familia…— susurra y sus ojos se humedecen porque el único miembro de su familia que la quiere es su hermana menor, Lia.—dejaré a tu familia en bancarrota, no tendrán nada y morirán de hambre ¿eso es lo que quieres?— pregunta con arrogancia y ella llora en silencio. Sus lágrimas se deslizan por sus ruborizadas mejillas —si obedeces nada de eso pasara —señor… no le haga nada a mi familia, menos a mi pequeña hermana, ella… tan solo es un angelito inocente del frío corazón de los Watson, por favor…— Kiara solloza, pues su hermana es su razón de vivir en esta vida tan miserable que le ha tocado —haré lo que usted me diga…Archie se
Kiara pasó toda la noche despierta, el temor de que aquel hombre volviera y la tomara a la fuerza la tenía sumergida en pánico. Estaba en el rincón de la habitación, sentada con su espalda apoyada en la pared y aferrada a sus rodillas, suplicando a Dios que no la convirtiera en esclava de aquel hombre que la proclamó suya.Al salir el radiante sol, la habitación quedó bien iluminada y ella pudo contemplar el lujo que la decoraba. De hecho, ni siquiera viviendo en la mansión de los Watson había pasado la noche en una habitación tan lujosa, pues su dormitorio estaba en el ático. De repente, abrieron la puerta de la habitación y ella se puso de pie de inmediato.—¡Buenos días, señora Villarreal! —saludó la ama de llaves, Mercedes. Al ver lo aterrada que estaba la chica, se preocupó, pero su único deber era atenderla—. Me llamo Mercedes y soy la ama de llaves de esta mansión.—¡Señora… por favor, ayúdeme! —se acercó asustada.—Es hora de desayunar y de que te des un baño. El señor Villarr