Al despertar a la mañana siguiente escucho mucho ruido y pasos que iban de un lado al otro del pasillo era básicamente como estar en la entrada de un estadio.

—Toc, Toc, Toc. Buen día, Williams ya estamos todos listos, vamos a desayunar para salir al aeropuerto, necesito que te des prisa, ya tienes todo empacado para mandar a bajar la maleta.

—Buen día Eliza si anoche cuando llegue arregle todo, luego me costó dormir siéntate debo contarte algo.

—Sucedió algo durante tu cita, ¿no fue tan genial como pensabas?

—Creo que tenías razón Elizabeth, mi cita lo único que le importaba era saber de ti y aunque trato de disimular me pude dar cuenta lo que me preocupa es que sin querer le di información del viaje.

—Odio decir esto, pero te lo dije Williams. En esa historia había algo que no me convencía, el chico apareció de la nada y te invita a cenar en todo el tiempo que llevo conociéndote los chicos los conoces en la disco y siempre se están viendo este llego con una excusa barata te abordo p