18. "Te me antojas"CAMIL DE LA FUENTESin saber cómo manejar el error que acababa de cometer, al permitir que Farid me besara, salí de la sala de cirugía menor dejando a Marta haciéndole compañía al árabe. De seguro mi mejor amiga se encargaría de echarlo del hospital, y de ser posible del país.Ese no era el modo de hacer las cosas, ¡por Dios! Yo no podía estar yendo por ahí besado al padre de mi hija, sin pensar que eso tendría consecuencias directas, si se llegara a desentrañar alguna vez la verdad. Si Farid no pensaba dejar Atlanta, yo tendría que tomar a mi hija y desaparecer hacia otro de los cincuenta estados, pero lejos de ese jeque, de su influencia sexual sobre mi y de esos besos que me robaban hasta las ganas de pensar.Farid podía ser muchas cosas, pero ninguna de ellas lo hacía fácil de evitar o de resistir.Y si… resistir era la palabra correcta…porque yo no podría evitarlo tanto tiempo o borrarlo aunque lo deseara con todas mis fuerzas. Farid era parte de m
19. "¿Una beba?FARID ARAYRealmente no había ido a aquel hospital con idea de besarla, solo quería verla, hacerme notar, pero una vez estando allí todo se desencadenó como una avalancha de nieve cayendo desde la cima de la montaña. Nunca conté con que nos quedáramos completamente solos, mientras que la tenía tan cerca. Las manos de ella sobre mi cabeza, aunque fuera por meros motivos médicos, fue más de lo que pude soportar. Camil era una cerilla capaz de prenderme desde una pequeña llama hasta convertirme en un incendio de grandes proporciones. En todos los años ninguna mujer me había hecho sentir tan hombre, con deseos tan violentos y desesperados por poseer. Después de regresar a casa prácticamente me tome una ducha de agua fría. Aún sentía a Camil en cada célula de mi cuerpo. Conciliar el sueño fue una tarea titánica. Cómo deshacerme de un fantasma... de un fantasma que tenía el provilegio de hacer despertar mis más feroces deseos sexuales. Desperté varias veces en med
20.“Un ángel de pelo negro”FARID ARAYTomé el expediente completo, pagué el total de los honorarios, y además dejé una jugosa propina. En mi actual estado mental no estaba pensando en nada más que en Camil, y en aquella bebé de la cual acababa de enterarse de su existencia.Bajé tan o más turbado que antes con aquella noticia, que evidentemente era lo ultimo que espere encontrarme. Me metí en el Ferrari que ilógicamente había rentado para impresionar Camil, y antes que nada revise aquellos documentos buscando la nota en que se encontraba la dirección de Camil. Estaba bastante lejos de la dirección en que me encontraba, pero bastante cerca del hospital. Tiré el expediente sobre el asiento del copiloto, y llevé las dos manos al volante tratando de sosegarme. Sin saber porque, no pude evitar sentirme traicionado. Un nudo se instauro en mi garganta, y si antes me sentía frustrado, ahora estaba desesperado por conocer la verdad sobre la verdadera causa de que Camil hubiese cambiado tan
21. "Mi sangre, un pedazo de mi"FARID ARAYLas vi alejarse por la acera, sin que Camil notara mi presencia, mientras los ojitos de la niña no dejaban de inspeccionarme de los pies a la cabeza. Aquella belleza de pelo negro era un pedacito de mi… era mi legado en este mundo.El alma se me estrujó al verla, así, observándome con aquella intensidad, como si me reconociera entre otros miles de hombres que había visto frente a ella en su corta vida. Algo había de diferente, ella lo sabía y yo también. Algo más fuerte que la hacía mantener sus hermosos ojitos verdes sobre mi, aunque su madre le estuviera hablando ella continuaba observándome por encima de su hombrito.«Mi hijita»«La vida después de todo no había sido tan mala conmigo» La mala había sido Camil. «Esa bruja ma había robado más que nadie en el mundo»El peso de la sangre no se disuelve solo por ocultar la verdad. Una mentira no borra el lazo inefable que me une a esa niña.Paso saliva emocionado hasta la médula, mientras o
22. “Conversaciones difíciles”FARID ARAYAterricé en Los Ángeles, cuatro horas después. Era demasiado tarde para tratar el tema que tenía pendiente con mi primo Liam. Así que solo bajé en la pista del areopuerto privado y fui directo a la mansión de mi tío en Bevery Hill…El mayordomo me recibió cerca de la media noche, y el resto de la familia dormía. Me fui a la habitación que sentía como mía en la casa de mi tío y exhausto me dejé caer en la cama tratando de buscar sosiego. Los descubrimientos recientes me mantenían con el alma pendiendo de un hilo. Así que no me quedaba más remedio que esperar a la mañana para darle la cara a quien quisiera escuchar la verdad. A penas logré pegar un ojo esa noche, casi que conté los minutos hasta el amanecer. Una pequeña carita decorada por dos gemas verdes esmeraldas me atormentaban, me apuñalaban el corazón cada vez que pensaba en ella, y en la falta que le había hecho durante todo este tiempo. Yo debí haber estado allí, sosteniendo la ma
23. “Doblegar a una fiera”FARID ARAYLiam se sentó frente a mí en uno de los amplios sillones del patio mas alejado del centro de la casa. Hasta aquí lo había atraído para comentarle o que había ocurrido años atrás cuando puso bajo mi cuidado a su hermana, que por ese entonces solo tenia dieciocho años, y era unos cuantos años más maduro, y debí haber sido quién controlara aquella situación.—¿De que quieres hablar con esa imperiosa necesidad y esa intriga? —interpeló Liam mirándome a los ojos con intensidad. El no sospechaba nada en absoluto, y no me sorprendía… mi primo a pesar de ser un feroz abogado en ocasiones pecaba de ingenuo.—Quiero hablar de algo que ocurrió en el pasado— expliqué haciendo una mueca de pesar y pasándome la mano por el pelo. —Algo que no debió ocurrir, pero aun así paso… y yo fui el único responsable…—Déjalo en el pasado entonces…—sugirió Liam hablando como abogado y no como mi mejor amigo.—¡No puedo! No después de descubrir…. Ni después de saber o que ah
“Un cuento de Hadas”CAMIL DE LA FUENTESentada en la mesa del comedor de la casa hago las cuentas para el próximo mes.Saco el dinero para las compras, para abastecer la despensa, y lo de los gastos diarios de la casa de Emira.Además separó lo del profesor de danza, el de canto y el de karate. Mi hija parece una máquina de actividad en actividad, pero adoro que sea una niña tan activa, despierta e inteligente.A esa edad mis intereses eran otros, así que trato de mantener la inocencia de mi pequeña lo más íntacta posible.—¡Mami! ¿Separaste lo de mis vacaciones en Disneylandia?— pregunta la niña desde su habitación y respondo distraída.—Mmmm, si claro bebita. Ya casi está todo completo.La verdad es que habia olvidado las dichosas vacaciones en Orlando. Anotó también eso en mi libreta de cuentas. Tenía que reconocer que se me hacía demasiado difícil llevar las cuentas, a lo largo de los años las únicas cunetas en las que me había hecho experta era en calcular las dosis de medica
25 “La Visita de Aladino”FARID ARAYRegresar a Atlanta esta vez fue casi como una emancipación de la culpa, después de haberme liberado del terrible peso que tenía sobre mis hombros al haber traicionado la confianza de mi primo.Ahora que Liam me había aclarado que siempre imaginó que entre Camil y yo había pasado algo, pues sentía las puertas abiertas para enseñarle a esa malcriada unas cuantas cosas que debí haberle impuesto en el pasado.No sabía si ya era tarde para nosotros, pero al menos era el momento preciso para estrenarme como padre.Emira sería mi prioridad, después me encargaría de su madre.La casa que recién había comprado en Atlanta me recibe esta vez. Es en un vecindario exclusivo, y la mansión de tres pisos es lo más bonito y pintoresco que pude encontrar para impresionar a mi hija.Aunque me gustaría que la niña me quisiera por mi y no por lo que puedo ofrecerle de bienes materiales.Hay cosas que el dinero no puede comprar, y el cariño de mi hija era una de ellas.