ATERRADOR HOSPITALCAMIL ARAYUna semana después las cosas se habían aplacado un poco en el hospital. Al parecer se habían acostumbrado nuevamente a mi presencia. Era evidente que encontraron un chisme nuevo y yo y mis problemas dejamos de ser noticia. Después de sobrevivir los dos primeros días de ser el tema preferido de los comentarios y chismes de pasillo, las aguas parecían ir tomando su curso. No era lógico que dejara la mitad de mi especialización en cirugía, solo porque estaba embarazada, o porque había un maldito prófugo tratando de intimidarme con su ausencia. Si perdía los tres meses que me faltaban, tendría que esperar prácticamente más de un año para lograr titularme como cirujana general.Mi embarazo no era un inconveniente, ni me imposibilitaba para realizar mi trabajo, más aún cuando mi bebé estaba sano, y no corría riesgo de ningún tipo. La droga ya no estaba en mi sistema, y por suerte no había logrado penetrar al saco gestacional.Mi familia era lo primero, pero m
108 CRIMINALCAMIL ARAYInmediatamente sentí que no era capaz de articular palabra, y no tenía nada que ver con esa voz que amenazaba con cortarme el paso del aire, era miedo… puro y duro. Era un terrible miedo a mi ausencia, miedo de que ese degenerado pudiera hacerme daño, y Emira y Farid se quedaran sin mí, y el bebé que llevaba en mi vientre no tuviera oportunidad de nacer. No tenia dudas de quien pertenecía esa mano… al único desgraciado que conocía los quirófanos de ese hospital como la palma de su mano: Dave.—¡Camil, Camil, Camil!¡no debiste mandarme ese mensaje! —musito con una voz tan desquicida que logro que se me aflojaran las rodillas por el pavor. —No debiste retarme de esa manera no fue inteligente. Antes te creía una mujer inteligente, pero después de todo lo que hiciste…—¡Deja que me vaya! —logre articular sin que me temblara la voz. No quería parecer aterrada, pues él se aprovecharía aun más de eso, era como un oscuro dementor alimentándose de mi miedo—Saldré de est
PLAN DE UNA MUERTE ANUNCIADA CAMIL ARAYVer caer a Marta herida ante mi, ha sido uno de los momentos más duros de mi vida, pero aún asi saqué fuerzas no se de donde para empujar al cabron y correr hacia mi amiga, quien se revolcaba del dolor del disparo que había logrado alcanzarle la parte superior del muslo derecho.Él miraba con una sonrisa sadica la situación, y supe que no me había liberado, sino que era él quien me había permitido acercarme. Esa tranquilidad asesina que mostraba, era el presagio de un mal final; Dave no tenía nada. bueno para mi en la mente. —¡Me dio Camil!¡El muy cabr0n me disparó!— chilló Marta sorprendida tan pronto llegue hará ella, estaba estupefacta al igual que yo, con que el m@ldito se hubiera atrevido a dispararle prácticamente a traición, pues ella ya había dado la espalda.—¡Lo siento Marta! ¡Siento haberte metido en esto!— dije al borde de las lágrimas y revisando el pie de ella, quien se retorcía presa de un dolor sin precedente. Las manos s
UNA TERRIBLE NOTICIA FARID ARAY El escritorio lleno de planos de la nueva plataforma que se montará en el Golfo Persico, me mantiene concentrado. Me encanta todo lo que hicieron los ingenieros y diseñadores, ya que cumple con todas mis expectativas. La llamada entrante del jefe del equipo de seguridad, llama mi atención de inmediato. Me alarmo, pero no quiero pensar lo peor, quizás se deba solo un tema de rutina, y no una violacion flagrante a la seguridad de Camil o de la niña.Tomé la llamada rápidamente, y espero manteniendo la calma que me comunique que esta pasando antes de tensarme antes de saber a ciencia cierta qué está pasando. Lógicamente no deja de parecerme raro, pues en el tiempo que llevan trabajando conmigo, nunca habían llamado a esta hora. —¡Aray!— respondí como de costumbre al colocar el dispositivo en mi oído. —Señor Aray, llamó para informarle que uno de los hombres está reportando una amenaza, y no logramos…—¿Cuál de los hombres?— pregunté ya alarmado—
FARID ARAYINICIO DEL RESCATECorrí por el pasillo como un loco y con el alma pendiendo de un hilo, hasta el sitio donde la sangre manchaba en cantidad significativa el piso. Mire a todos lados tratando recibir un indicio en el aire que me hablara de Camil. Estaba tan desesperado como si si esencia pudiera estar impregnada en el aire. Totalmente desesperado juez que por ambos partes, hasta que apareció una de las amigas de Camil en una de las salas, y entonces vi a Marta, la mejor amiga de Camil herida. Me parecía como si estuviera viviendo una película con un final muy triste. Ni siquiera reaccionaba, actuaba por impulsos, no escuchaba a mi alrededor, en mi desespero solo podía buscar con la mirada a Camil. Marta agonizaba, y varias manos de médicos alrededor de su cama, luchaban por estabilizarla. Me acerque como si ella fuera la única pista que condujera a la mujer de mi vida, y sabiendo que era injusto con ella preocuparme más por Camil que por su estado, solo fui capaz de pre
SEGUNDOS… CAMIL ARAY Otra vez el miedo regreso con más fuerza, ese degenerado había estado amenazandome cada vez más cerca a punta de pistola para hacerme estremecer de pavor. Al principio quise no aparentar lo que estaba sintiendo, pero era casi imposible, pues el recuerdo de Magga tendida, con una pierna herida dura suficiente recordatorio de que ese maldito era capaz de cualquier cosa por salirse con lo suyo, y eso sin dudas incluido emplear sus técnicas quirúrgicas para abrirme el abdomen insercionandome como a un sapo en clase de biología, si es que era esa su propósito. Estaba a la Merced de ese idiota, y ser valiente ahora, solo lograría que me pegaran un tiro entre los ojos; lo más prudente sería ser inteligente… valiente después… —Dave no tenemos que hacer esto de esta forma— dije temblándome la voz— Podemos llegar a un buen acuerdo que nos sea provechoso a los dos. Él no contestó y solo termino de acercarse cada vez más amenazador. —¡Retirare la denuncia!— chille tratánd
TRES DISPAROS FARID ARAYCon la sangre golpeando mía sienes observo la imagen, y no creo que pueda hablar. Es más de lo que creí encontrar, demasiado para asimilar, mucho para no actuar como un animal a la defensiva ante lo que ven mis ojos. Ese rufián la golpeó, la tuvo que haber sometido a golpes. No alcanzó a ver del todo el rostro de Camil, pero puedo ver el hilo de sangre saliendo de su boca. Dave me apunta con su arma. Pero eso ya no es lo que importa. Aprieto los puños a ambos lados de mi cuerpo. Lo más importante es liberar a Camil y sacarla de aquí, antes de que ese imbecil logre pegarme un tiro que me inmovilice o me mate. El primer disparo surca el aire como un trueno, y espero que la bala me impacte, pero no ocurre. —Además de poco hombre… pues tienes muy mala puntería— rugi lanzándome hacia la dirección donde el ex cirujano está atrincherado. La primera prioridad es desarmarlo, pero no será tarea sencilla. Me acerque rápidamente y antes de ser blanco otra vez de u
CAMIL ARAYDespierto en la camilla, las luces del pasillo sobre mi rostro me parecen que pasan a velocidad supersónica como si me moviera en un tren de máxima velocidad. Tengo imágenes difusas en la mente que se confunden con una acuarela manchada de sangre.Pero ahí en pequeños flash backs que no logro entender del todo lo veo. El cabello negro despeinado. La ropa siendo cortada por los médicos, la camilla, los gritos…, los ojos verdes sin el brillo que habitualmente me corta hasta el habla. «¡Farid!»«!Farid!»Quiero gritar su nombre con fuerza como si con eso pudiera traerlo de vuelta a mi inmediatamente, como si eso me diera la seguridad que continúa en el mismo plano astral, que su alma está Justi en el centro de ese pecho tatuado que tanto me ha protegido.Logró emitir un gemido luchando por reincorporarme en la camilla. Me arden las costillas como si me hubiera pareado un m&ldito caballo, centro la mirada en un punto luchando por salir de la enajenación que me embarga, y enseg