“Cuando era pequeño, amaba ver las carreras de ciclismo contra reloj. Me parecía increíble como podían llegar a correr con tanta velocidad, pensaba que tenían mucha presión lo que los llevaba a mover sus piernas cada vez más de prisa y al parecer generará bastante adrenalina… A veces te encuentras como los ciclistas, en una carrera contra reloj, el problema es que sientes que la presión, en lugar de impulsarte, te hunde… Y así ¿Cómo puedes avanzar?”
 
Pensaba entrar con tranquilidad a los aseos y luego irme y poder llegar al puto concierto.— ¿Me estás amenazando? — Le responde la chica en un tono bastante agresivo en mi opinión.Intento pasar por en medio de toda la gente curiosa; ver a dos mujeres peleándose, después de veinte minutos de atasco, es un buen espectáculo.— Tómalo como quieras, me has dicho mentirosa y no me has visto reclamando — Contesta Awa — No soy una niña — ¿En serio? Creo que esto va a ser más largo de lo que pensaba. Seguro se hará pipí en los pantalones.— Por supuesto que no. Si eres una princesa gótica — Le responde la chica de forma despectiva y conociendo a Awa, creo que ahora sí va a formarse un lío.— No te golpeo porque debo proteger a mi hijo y para eso voy a hacer pipí ahora, así se te retuerza el intestino — Responde Awa y la veo avanzar y empujar a la mujer que la toma del brazo.— No vas a adelantarme, la próxima vez, pídele un certificado de embarazo
“Cuando era niña, me imaginaba teniendo hijos con Jael, el niño más sexi de toda la escuela, del que conocía todo; Nos imaginaba con dos niñas hermosas, con el cabello largo y crespo. Me ilusionaba pensando en hacerles miles de peinados, vestirlas como princesas de Disney y jugar con ellas a las Barbies… Bueno, era una niña y era comprensible que pensara a eso… Pero, luego creces y te enfrentas a la realidad y de golpe te das cuenta de que en lugar de niñas, tendrás un niño y que en lugar de Jael, no sabes nada en absoluto del padre de tu hijo” &nbs
— Pensé que estabas interesada en conservar las muestras de tu esposo — En esta ocasión, habla con un poco más de calma.— Estoy interesada en ir al baño, hacer pipí y luego comprarme tres crepes de chocolate y comérmelas con crema chantilly — Me muero de hambre y en este momento, tus problemas son lo que menos me importa, igual el idiota de Vico se fue de fiesta si avisarme .El teléfono suena, Milo no contesta, tengo rabia, hambre y mis hormonas andan bastante revolucionadas, así que presiono del botón que activa el altavoz.“Enano” — Se escucha una voz profunda y muy masculina por el altavoz ¡Caramba!— Rodo, te he dicho que no me llames así. No puedo hablar ahora — Milo parece incómodo ¿Quién es ese tipo?“Te he dejado varios mensajes, así que vas a escucharme y listo. Estoy en Marsella, con Helena, tenía una conferencia sobre Ciencias Espaciales y nos vamos a un concierto” — Milo suspira — “Te he llamado y Melissandre también está aquí,
“A veces, cuando las cosas se complican, solo hay que esperar a que se vuelvan peor. El que dijo que todo mejora, no tenía mis problemas” Milo— ¡Mierda! — No entiendo en qué momento mi vida se complicó de esta manera.Me han rayado el auto. Awa se queda mirándome con cara de pena, debería hacerlo, no sé en qué momento se le ocurrió romper la3.005808 ventana de m
— ¿No vayas a decirme que ya quieres dejarlo? — Le pregunto mientras volvemos a sentarnos.— Noooo, para nada — Dice.Lo conozco y estoy seguro de que está pensando en mandarlo todo al carajo, porque se está cansando, algo muy normal en él que las novedades amorosas le duran una semana, estoy impresionado por todo el tiempo que ha estado con Vico. Un récord.— Vamos a buscarlo — Me levanto y empiezo a salir de la habitación — Muévete idiota — Tomo a Julián del brazo y lo empujo hacia la puerta.— ¡Milo! — Escucho el llamado urgente de Awa, es que no puede quedarse callada un segundo.— Awa, en serio no tengo tiempo ahora para tus cosas, ¿te vas a quedar ahí sentada? — Continúo caminando.Ella se pone de pie y se apresura a alcanzarnos.— Milo, ¿has visto a Julián
Más de la mitad de la gente en el restaurante nos está mirando, por eso detesto que me vean con ellos y mucho más cuando están juntos Rodo y ella.— Helena — Saludo a la mujer que se pega como una lapa de mi hermano.Ella y yo no nos soportamos, originalmente, Helena empezó a salir conmigo, pero cambió de idea al conocer a mi hermano.— Déjate de estupideces Malo, a Helena ya la conoces, hasta bíblicamente como lo hace nuestro hermano, así que otro día se sientan a encontrar puntos en común sobre ella — Dice Melissandre y miro de reojo la expresión de Awa que tiene el ceño fruncido — Milo, explícanos por qué voy a ser tía y por qué no sabía que estabas saliendo con alguien — Cruza los brazos como lo hace mamá.Melissandre, toma un coctel que con manos temblorosas ha puesto el camarero fren
“Toda mi vida he evitado dar espectáculos o ser la causante de estos ¡Lo prometo! Ser la hija del medio no es muy divertido y es mejor no hacerse notar. El problema … Es que no he evitado de a mucho, lo de no hacerme notar, ni un poquito. Y al final, y casi siempre sin querer, termino metida en miles de enredos y creando más cuentos”Awa— ¡Madre del verbo! ¡Qué lo ha golpeado! — Grita Vico un poco histérico mientras sacude su mano, al parecer el golpe fue bastante fuerte.— ¡Vico! Casi lo matas — Digo.Veo un puño en extremo delicado pasar deprisa, por un lado, de mi cara y estamparse con violencia contra la cara de Vico.— ¿Le has pegado a mi hermano, imbécil? ¡Voy a matarte! — Escucho la voz de Melissandre después de haber golpeado a Vico.No sé qué hacer, ni cómo reaccionar. Milo, que había caído de manera aparatosa sobre una silla, se levanta y toma a su hermana por la cintura e intenta sacarla del restaurante.¡Mince!Han empezado a tomarles fotos; nunca pensé que esta chica pudi
El mesero me observa con mala cara, y yo solo miro el desastre a mi alrededor. La gente no ha parado de mirarme y tengo la impresión de que algunas personas han grabado todo lo que ha pasado.¿Habrá blogueros en este lugar? ¿Me volveré famosa?Aunque este no es el mejor momento para eso, no tengo buena pinta y no me he maquillado.— ¡Awa! — Escucho la voz de Milo y sin pensármelo dos veces corro a su encuentro como si me hubiese abandonado desde hace siglos.Lo abrazo con fuerza y permito que mi mejilla repose contra su pecho, porque a pesar de que no soy bajita, Milo es muy alto y eso me permite sentirme reconfortada.— Tranquila, ¡Vamos! — Me toma de la mano y empieza a caminar hacia la salida.— Milo, debemos pagar la cuenta y he dejado mi bolso en el auto — Él me mira como si no pudiese créelo y frunce el ceño.— A este paso, voy a gastar en un solo día mi salario de todo un año — Refunfuña y pasa su tarjeta al mesero.— ¿Q