Al salir de la tienda, el sol le dio de lleno en el rostro. De manera automática se puso los lentes negros.
Aún no soportaba el resplandor del día.
Observó a su alrededor.
En cada tienda grupos de varones estaban ensimismados en sus tareas. Algunos afilando cuchillas, otros remedando sus ropas, otros preparándose para partir a la granja.
Algunas tiendas estaban vacías.
A medida que avanzó hacia la de su hermana, saludó a todo el que se cruzó en el camino.
Antes de llegar arrojó una mirada al cuartel central. El Falcón estaba estacionado, a la par de otra camioneta enorm
Cuando Reynaldo salió hecho un rayo a encontrarse con su hermana, Barba Blanca y Matute se quedaron en su tienda.Barba Blanca sacó un cigarro de uno de sus bolsillos. Vestía una campera color verde militar, y una gorra del mismo color.-¿No le dijiste nada todavía,no?-¿Nada de qué, Barba? ¿De que es hermano de Mario?-Matute...no sabemos si es hermano de Mario. Eso suponés vos. No sabemos si es así.-Yo se que es así. Y no. No le conté nada, de lo contrario no estaríamos acá, ¿no te parece?-Se armaría tremenda cosa en el campamento.
-¿Capitana Zafra? -Hola Regente Umha…¿a qué debo el honor de su llamada a esta hora del día? -Novedades Zafra. Novedades. En primer lugar, hace unos minutos terminé de hablar con el Comité nacional de nuestra Matria. Me comuniqué con el Comité para hacerles saber nuestra situación. Aprobaron que avancemos sin compasión sobre los rebeldes que se opongan al Régimen. Esta es una directiva que afecta no solo a los bastiones rebeldes, sino también a todos los varones heteros que se rebelen a la visión del Régimen. Limpiaremos el Centro de Acondicionamiento. Es una avanzada mundial, dado que se ha resuelto el problema de la fecundación. Nuestras científicas han desarrollado y concluido su labor. Somos libres. La raza superior jamás volverá a depender de la raza inferior. Quieren que eliminemos a todos los varones posibles, esta misma noche.
Los galpones de pollos estaban escondidos entre árboles caídos y arbustos medianos. Eran dos galpones de unos 50 pollos cada uno.Los pollos eran enormes, pelados y listos para cocinar llegaban a pesar tres o tres kilos y medio.Se turnaban para atender los galpones, en grupos de tres, una semana cada grupo.Además tenían los galpones de conejos, más retirados del campamento, y casi escondidos en la ladera de una colina, cerca del arroyo Chantal.Pero hoy escogieron pollo.Unos diez pollos fueron sacrificados para abastecer a todo el campamento.Un día especial, el día aniversario de la batalla de Piedr
El aroma a pollo cocinado se mezcló con el de verduras hervidas y frescas, preparadas en ensaladas. Dos largas mesas armadas con anchas tablas sostenían un banquete. A los costados, decenas de banquetas de madera, artesanales, estaban dispuestas para cada uno de ellos.Mario se ubicó en la cabecera, y los demás líderes a uno y otro lado.Reynaldo estaba sentado cerca, al lado de Matute, pero aún así anhelaba aproximarse más a su mentor. Le envió un gesto, con un leve movimiento de cabeza, el cual fue correspondido con una sonrisa y un guiño de ojos.A pesar del viento, el clima que se percibía era el mejor.Reynaldo podía sentir el compañerismo, la camarader&iacut
Al caer el sol por la tarde, una sirena retumbó en las paredes del cuartel de las Perséfones.Era hora de levantarse. De empezar la noche.El cuartel era un pabellón de unos 30 metros de largo por 15 de ancho, con distintos ambientes separados por armazones de durlock.Si uno entraba por el frente, a través de una pequeña puerta común, se topaba con un salón enorme, que por lo general se utilizaba para realizar fiestas, como cumpleaños o casamientos. Pero generalmente se realizan allí ceremonias de graduación. O de ascensión.Más allá del salón, el pabellón se divide en dos: el ala este y el ala oeste. Al inició de ambas estaban las oficinas d
-Solo tiene que hacer un esfuerzo más...y va a tener su recompensa…La obesa mujer apretó con fuerza la mano de la doctora, y la de su marido, cerró los ojos, apretó los dientes, y emitió un grito desgarrador que aturdió a los presentes.-¡Ya sale! ¡Ya sale!Las fuerzas que estaba haciendo eran inhumanas. El sudor empapaba las sábanas, las ramificaciones de venas se le marcaban en todo el rostro, en los brazos, en el cuello.Exhalando el último suspiro, un lloriqueo de bebé inundó la sala, enmudeciendo a todos.-¡Nació, nació!-gritó el padre con lágrimas en los ojos. -Así es. Esta misma noche vamos a atacar. Tenemos orden de hacerlo. Es un decreto, diría, mundial.-¿Mundial?-Si. No sé mucho, pero sé que es un inicio de aniquilación sistemática. Aparentemente encontraron la vuelta al tema de fecundación.-No puede ser posible, Xena…-Si lo es mi amor…-Lo que me estás diciendo cambia todo...todo.-Ya sé que es así. Por eso vine a verte y avisarte...hay que decidir ahora mismo. ¿Qué vamos a hacer?-Xena...mi amor…-sus manos acariciaron su rostro-lo mejor que podemos hacer es estar juntos&hAMOR EN LA GUERRA
-No…¡no! -Betiana...es una orden de Mario… -¿Una orden de quién? ¿De ese pobre tipo, raza inferior? Como no lo maté mientras pude…-dijo en un susurro. -Te escuché...así que lo hubieras matado… -¿Lo hice? -No… -¿Entonces porqué decís algo que no pasó…? Reynaldo estaba sentado, mientras ella caminaba de un lado a otro. -Me voy a escapar…-irrumpió su hermana-y vos me vas a ayudar… -Ni lo sueñes, Bety...ya no me vas a dar órdenes. Las órdenes las vas a obedecer vos ahora… Ella lo miró con