PHOEBENoah entró de nuevo al departamento y después de mirarme de mala manera se fue directo a su habitación.—¿Viste cómo me miró? —pregunté a Aida.—Yo si fuera él te miraría de la misma manera. —la miré con la ceja alzada—. El malo de su cuento vino de nuevo a arruinar lo que por primera vez podría ser una relación de verdad que te conoce. Sin importar si es un posible felices para siempre o un felices hasta nunca. Sabes que desde hace mucho tiempo Noah idolatra a Omar o la idea de tener un padre y vio una oportunidad de por fin tener lo que tanto ha deseado.—Sabes que no fue mi culpa el que no pudiera darle una familia o un padre como él lo ha querido. —dije sintiendo como mi nariz y mis ojos comenzaban a arder. Aida se acercó a mí y acaricio mi espalda.—Lo sé, pero en este momento debes de pensar en que es lo que quieres hacer tu por el bien de tu hijo. Ese bastardo de tu ex no será el primero ni el último en ser egoísta solo porque eres la madre de su hijo y no quiere verte c
OMAR—Creo que debes de olvidarte de esa mujer. Está claro que esto se podría volver un enorme problema, para ti, para ella y hasta para su hijo. —dijo Alexis cuando llegamos al auto, después de salir del departamento de Phoebe.—Con mayor razón no la voy a dejar ahora que le causé este problema y que se clavó profundamente en mí.—¿No fue al revés? —dijo cubriéndose la boca.—Muy gracioso, ¿Quieres quedarte sin trabajo? —dije poniendo el auto en marcha.—No… te recuerdo que tienes un contrato conmigo firmado por dos años más.—Que se puede cancelar si así lo quiero.—De acuerdo no te enojes, pero si esta situación se te sale de las manos deberás aprender a no engancharte con cualquier mujer. —estaba a nada de llevar mi mano a rodear su cuello, pero un mensaje se escuchó en mi teléfono.«Mi madre cree que eres bueno, pero que no te conoce.»Se leía en el mensaje que recibí de Noah.«Gracias por el dato, campeón. Lo tomaré en cuenta.»Respondí. Estaba claro que esto significaba una opo
PHOEBELa impresión de verlo sobre su rodilla fue fuerte. Una parte de mí solo quería tirarse sobre él y comérselo a besos, pero mi otra parte sensata quería negarse a su petición de inmediato. Para mi mala suerte sus labios me invitaron a besarlo y el resto fue completamente una locura. Sus caricias, sus besos y su manera en cómo controlaba la situación, me hicieron olvidar de todo a nuestro alrededor.No nos importó estar en medio de la cocina, que alguien entrara sin avisar y nos encontrara teniendo sexo.Omar despertaba esta hambre de él, que no podía controlar. Mi corazón palpitaba con fuerza cada vez que se acercaba a mí. Sus brazos eran como un lugar donde todo a mi alrededor callaba y me hacía sentir segura. Para ser una persona que conocí hacía unos días tenía mucho poder sobre mi cuerpo.Disfruté de la manera en cómo me hacía sentir deseada, toda una diosa por poder tener a tal hombre entre mis piernas embistiendo con fiereza, sus ojos me miraban de una manera hipnotizante y
OMAR—Estas muy serio desde que salimos del departamento de Phoebe y Noah. ¿Sucedió algo? Vienes muy callado para mi gusto. —comentó mi madre y es que venía reteniendo un poco esta batalla en mi interior. —Le pedí a Phoebe casarse conmigo. —dije sin quitar mi mirada del volante. —y te dijo que no me imagino. —Asentí. —Es que es de lógica, Omar. La vida de esa chica ha sido muy complicada y cuando estaba logrando un equilibrio, tu apareces y todo se le pone de cabeza de nuevo. ¿Por qué no te tomas un tiempo en que se conozcan, salgan a cenar, a tomar un helado con Noah. No lo sé, entiendo que tu acto es noble, pero pueda que para ella sea más complicado de asimilar, las personas más cercanas a ellas han sido quien la han lastimado. Por lo que su nivel de confianza en las personas es muy poco. Vi sus ojos tristes cuando tu saliste del departamento. Posiblemente ella no se sienta merecedora de ti o no quiere que te involucres para que ninguno tenga problemas. —dijo mi madre y claro qu
OMAR—¿Esta todo bien? Te escucho algo nerviosa. —dije para molestar un poco.—No, todo está bien. Solo que tu no has hecho nada malo, todo lo contrario, y no eres el culpable de nada de lo que está pasando con Steven. Posiblemente iba a pasar sin importar quien mostrara interés en mí. —sonreí como un idiota al mismo tiempo que me miraba en el espejo del gimnasio y limpiaba el sudor en mi rostro.—Me alegra mucho que te dieras cuenta y no sé si podríamos cenar hoy. Mi padre cumple años mañana y nos reuniremos para celebrar. —No era una mentira solo para acelerar el vernos. Verdaderamente mi padre estaba cumpliendo años y debíamos estar presentes—. Si no puedes hoy, está perfecto puedes acompañarnos mañana.—No creo poder aguantar la manera en cómo ustedes celebran. Está bien si puedes venir hoy. —Eso me gustaba, ella estaba teniendo la iniciativa.—Por mi esta bien, ¿A qué horas puedo llegar?—No importa, pero después de las seis está bien.—Te veré a las seis, bombón. Pasa un lindo d
LEER CON DISCRECIÓNPHOEBELas palabras de Aida me golpearon como una cachetada. —Ay, no. —dije sentándome sobre la cama. —Ay, sí. Entiendo que se te olvidara completamente la primera vez, ¿pero y esta? Debes estar loca por el hombre para causar que la mente se te nuble hasta ese punto. —No tenía excusa, porque esa era la verdad, estar con Omar era olvidarme de todos mis problemas y de todo en general—. Primero que nada, debes calmarte. Segundo debes pensar en que es lo que sientes por el hombre. Él ha sido claro con sus intenciones, la persona que tiene el problema en aceptar eres tú.—¿Pero y si estoy embarazada que voy hacer? —pregunté con un escalofrío recorriendo mi interior. —Yo puedo casi asegurar, no tengo pruebas, pero estoy segura. Me imagino que esa noche no fue de una vez. Un hombre con su estamina, no es de un tiro y mira que en su familia salen de a dos o tres y hasta caminando los pequeños. —dijo y no fue hasta que estalló en una carcajada que salí del eco que hicier
PHOEBENos retiramos de la sala dejando a los familiares llorando en paz y con sus culpas. No fue hasta que llegué al piso de maternidad que vi a una mujer sonriéndole en brazos a su bebé que mis hormonas chocaron en mi cerebro. ¿Cómo puede ser la vida tan injusta? Mis ojos comenzaron a arder y me estaba faltando el aire.—¿Phoebe? —preguntó una de las chicas del triage cuando miró que me sostenía con fuerza en el stand. Me sentí mareada y con muchas nauseas—. ¡Phoebe! —segundos después todo me daba vuelta y caí desmayada en el suelo. —Phoebe, Phoebe. —Escuché a lo lejos que una voz me llamaba.—Déjala descansar. —la voz de la doctora Jiménez. Abrí los ojos y miré a Aida y a la doctora a mi alrededor que me encontraba en una camilla. —Ay, no. Phoebe me vas a matar del susto. —dijo Aida. —Phoebe, tuviste una baja de presión. Tienes que empezar a cuidarte especialmente en esta etapa, entiendo que, lo que se vivió allá abajo fue muy fuerte para ti. —Asentí, al mismo tiempo que intenta
OMARMe esperaba que me dijera cualquier cosa, menos que se trataba de algo como eso; sin embargo, esa información a quien podría interesarle era a mi tío Iván. Esa familia había sido responsable de lastimar su carrera, su vida y a su familia, bajo amenazas y chantajes.No lo dudé y al comentarle lo que me narró Phoebe. Me dijo que ya les habían avisado y que el problema era más grande de lo que esperaban. Pues ahora descubrieron que esa organización ha seguido operando bajo las sombras y bajo nuevos líderes. Esperando que los últimos eventos los lleven a dar con los culpables o los líderes de dicho nido de delincuentes y asesinos. Colgué la llamada y me acerqué a Phoebe, no me imagino lo difícil que debió ser vivir algo como eso, aunque ya lo había dicho, escucharla mencionar los detalles hasta a mí me causaron impresión. —¿Por eso estás así? Tus ojos brillan diciendo que estás mejor que nunca, pero tus ojeras me dicen que no la has pasado bien. —Es todo lo que ha pasado en los úl