OMAR—Estas muy serio desde que salimos del departamento de Phoebe y Noah. ¿Sucedió algo? Vienes muy callado para mi gusto. —comentó mi madre y es que venía reteniendo un poco esta batalla en mi interior. —Le pedí a Phoebe casarse conmigo. —dije sin quitar mi mirada del volante. —y te dijo que no me imagino. —Asentí. —Es que es de lógica, Omar. La vida de esa chica ha sido muy complicada y cuando estaba logrando un equilibrio, tu apareces y todo se le pone de cabeza de nuevo. ¿Por qué no te tomas un tiempo en que se conozcan, salgan a cenar, a tomar un helado con Noah. No lo sé, entiendo que tu acto es noble, pero pueda que para ella sea más complicado de asimilar, las personas más cercanas a ellas han sido quien la han lastimado. Por lo que su nivel de confianza en las personas es muy poco. Vi sus ojos tristes cuando tu saliste del departamento. Posiblemente ella no se sienta merecedora de ti o no quiere que te involucres para que ninguno tenga problemas. —dijo mi madre y claro qu
OMAR—¿Esta todo bien? Te escucho algo nerviosa. —dije para molestar un poco.—No, todo está bien. Solo que tu no has hecho nada malo, todo lo contrario, y no eres el culpable de nada de lo que está pasando con Steven. Posiblemente iba a pasar sin importar quien mostrara interés en mí. —sonreí como un idiota al mismo tiempo que me miraba en el espejo del gimnasio y limpiaba el sudor en mi rostro.—Me alegra mucho que te dieras cuenta y no sé si podríamos cenar hoy. Mi padre cumple años mañana y nos reuniremos para celebrar. —No era una mentira solo para acelerar el vernos. Verdaderamente mi padre estaba cumpliendo años y debíamos estar presentes—. Si no puedes hoy, está perfecto puedes acompañarnos mañana.—No creo poder aguantar la manera en cómo ustedes celebran. Está bien si puedes venir hoy. —Eso me gustaba, ella estaba teniendo la iniciativa.—Por mi esta bien, ¿A qué horas puedo llegar?—No importa, pero después de las seis está bien.—Te veré a las seis, bombón. Pasa un lindo d
LEER CON DISCRECIÓNPHOEBELas palabras de Aida me golpearon como una cachetada. —Ay, no. —dije sentándome sobre la cama. —Ay, sí. Entiendo que se te olvidara completamente la primera vez, ¿pero y esta? Debes estar loca por el hombre para causar que la mente se te nuble hasta ese punto. —No tenía excusa, porque esa era la verdad, estar con Omar era olvidarme de todos mis problemas y de todo en general—. Primero que nada, debes calmarte. Segundo debes pensar en que es lo que sientes por el hombre. Él ha sido claro con sus intenciones, la persona que tiene el problema en aceptar eres tú.—¿Pero y si estoy embarazada que voy hacer? —pregunté con un escalofrío recorriendo mi interior. —Yo puedo casi asegurar, no tengo pruebas, pero estoy segura. Me imagino que esa noche no fue de una vez. Un hombre con su estamina, no es de un tiro y mira que en su familia salen de a dos o tres y hasta caminando los pequeños. —dijo y no fue hasta que estalló en una carcajada que salí del eco que hicier
PHOEBENos retiramos de la sala dejando a los familiares llorando en paz y con sus culpas. No fue hasta que llegué al piso de maternidad que vi a una mujer sonriéndole en brazos a su bebé que mis hormonas chocaron en mi cerebro. ¿Cómo puede ser la vida tan injusta? Mis ojos comenzaron a arder y me estaba faltando el aire.—¿Phoebe? —preguntó una de las chicas del triage cuando miró que me sostenía con fuerza en el stand. Me sentí mareada y con muchas nauseas—. ¡Phoebe! —segundos después todo me daba vuelta y caí desmayada en el suelo. —Phoebe, Phoebe. —Escuché a lo lejos que una voz me llamaba.—Déjala descansar. —la voz de la doctora Jiménez. Abrí los ojos y miré a Aida y a la doctora a mi alrededor que me encontraba en una camilla. —Ay, no. Phoebe me vas a matar del susto. —dijo Aida. —Phoebe, tuviste una baja de presión. Tienes que empezar a cuidarte especialmente en esta etapa, entiendo que, lo que se vivió allá abajo fue muy fuerte para ti. —Asentí, al mismo tiempo que intenta
OMARMe esperaba que me dijera cualquier cosa, menos que se trataba de algo como eso; sin embargo, esa información a quien podría interesarle era a mi tío Iván. Esa familia había sido responsable de lastimar su carrera, su vida y a su familia, bajo amenazas y chantajes.No lo dudé y al comentarle lo que me narró Phoebe. Me dijo que ya les habían avisado y que el problema era más grande de lo que esperaban. Pues ahora descubrieron que esa organización ha seguido operando bajo las sombras y bajo nuevos líderes. Esperando que los últimos eventos los lleven a dar con los culpables o los líderes de dicho nido de delincuentes y asesinos. Colgué la llamada y me acerqué a Phoebe, no me imagino lo difícil que debió ser vivir algo como eso, aunque ya lo había dicho, escucharla mencionar los detalles hasta a mí me causaron impresión. —¿Por eso estás así? Tus ojos brillan diciendo que estás mejor que nunca, pero tus ojeras me dicen que no la has pasado bien. —Es todo lo que ha pasado en los úl
OMARMe di la vuelta cuando lo vi con la intención de levantar la mirada. No creo que me viera, pues me desvié para subir las escaleras. Lo que menos necesitaba era crearle un problema a mi bombón. Esperé unos minutos hasta que logré bajar al estacionamiento. No miré nada más que me pareciera sospechoso. Lo único que podía hacer era llamar a Alexis, necesitaba refuerzos para saber un poco más sobre lo que acaba de pasar.No quería crear problemas si no era necesario.—Con razón se está cayendo el cielo de Madrid sobre mi cabeza en este momento. —dijo Alexis—. Que milagro que me estés llamando tu y cuando más a esta hora. ¿Qué hiciste? —preguntó, viré mis ojos al escucharlo.—Te necesito aquí. —dije poniendo mi auto en marcha.—Mi vuelo sale en un par de horas. Ya lo tenía arreglado para estar en la fiesta de tu padre, pero si es algo urgente me voy, ya.—Se me olvidaba que venías y sí, yo te espero por la tarde.—Me dejaras con la duda… —fue lo último que escuché que dijo antes de cor
PHOEBEVerlos a ambos como dos príncipes esperando por mí en casa y que tuvieran todo listo para mi cuando llegué de mi día de trabajo fue muy tierno. Andaba muy sentimental y lo atribuía a las hormonas del embarazo, aunque cualquiera en mi lugar se sentiria así al ser recibida en su casa de esta manera. Disfruté mucho del agua ligeramente tibia por unos minutos y luego comencé a prepararme para ir al cumpleaños del futuro abuelo de mi bebé. Que extraño se sentía, pero era algo a lo que me tenía que acostumbrar. Sin importar lo que pasara entre Omar y yo, sabía que mi bebé tendría una muy buena familia que cuidara de él o ella.Me miré en el espejo y esperaba que mi vientre no comenzara a crecer hasta que todo esto se termine. Esperaba que en uno o dos meses más, todo volvería hacer como antes. Una parte de mi quería creer en que Steven verdaderamente quiera lo mejor para el niño y que no siga con su demanda. Yo estaba dispuesta a permitir visitas, pero veríamos que sucia artimaña te
PHOEBESteven me miró y negué creyendo que podría ver la manera en cómo suplicaba con tan solo una mirada, de inmediato él se abocó a la jueza.—Si, no creo que mi hijo esté bien o seguro en ese lugar.—No… ¡no! —grité.—Tranquila, mamá. Estás soñando. —dijo mi Noah, tocando mi mejilla con su mano. Tomé su mano para traerlo a mi cuerpo. Abrazarlo con fuerza y repartir besos en su rostro.Si, eso último había sido una pesadilla. Steven dijo que no, que estaba bien que el niño estuviera conmigo hasta que se finalizara el proceso. Luz me motivó diciendo que esa decisión podría ser un punto a mi favor.—Y es la única cosa buena que ha podido hacer tu padre. —dije y él me miró con curiosidad.—¿Me dirás que pasó? —preguntó y negué.—No, y es mejor que no sepas. No quiero que te involucres, y esa cabecita tuya, comience a maquinar cosas que no necesita. Lo único que te pido es que sigamos nuestra vida como siempre la hemos llevado.—De acuerdo, ¿y has sabido de Omar? Hace un rato le llamé y