CAPÍTULO OCHO: VERDADES — ¡Bien, me gusta, me gusta! —Dijo Yahir apuntando a las mujeres que pasaban frente a él y que no eran más que las nuevas modelos que acababan de llegar a la agencia.Rodrigo a su lado no hacía otra cosa más que sonreír ante las expresiones de su primo. Todas las mujeres parecían llamar su atención verdaderamente. Y es que nadie podía negar el buen gusto que tenía Rodrigo para escoger a las mujeres que le gustaban a su primo. Siempre sabiendo que su debilidad eran las de cabello rubio y cuerpo casi perfecto. Una vez más su primo había ganado. A Yahir le habían gustado casi todas.— ¿Crees que sigo teniendo buen gusto? —preguntó Rodrigo sabiendo la respuesta de su primo.— ¡Por supuesto, ¿cómo puedes dudar de ti mismo?!— ¿Con qué modelos nos quedamos? —preguntó Rodrigo sacando la lista en donde venía el nombre de todas las participantes.—Bien, déjame pensar un segundo.Y más que pensar en eso, ya se imaginaba quien iba a ser la siguiente en beber con él. Pa
CAPÍTULO NUEVE: PRIMERAS SOLUCIONES No sabía cómo Yahir lo tomaría pero al final, sabía que su nieto iba a tomar la decisión de firmar aquel matrimonio arreglado con la intención de seguir disfrutando de todos los bienes que él le otorgaba. Cuando se ha vivido entre lujos, es difícil renunciar a ello de un momento a otro.En ese momento en que más pensativo el señor Ferrer se encontraba, uno de sus hombres se acercó con mucho respeto, como era siempre de esperarse.—Señor Ferrer —lo llamaron.— ¿Sí?—Su nieto ha llegado.El señor Ferrer sonrió. El momento había llegado. Le importaba poco lo que fuera a decir su nieto, él se iba a casar lo quisiera así o no.—Que pase. Háganlo pasar. —Insistió.Afuera, Yahir permanecía esperando la orden de su abuelo. Las reglas en esa casa eran claras, él no entraba a menos que así lo dijera su abuelo, el hombre que había quedado al mando de todo después de la muerte de su hijo.Desesperado, caminaba de un lado a otro. Sí terminaba de hablar rápido c
CAPÍTULO DIEZ: CONTRAERÁS MATRIMONIO—A lo que venimos, ¿no crees, abuelo? —dijo Yahir levantándose del lugar que estaba usando solo para dirigirse a la mesa central donde siempre había licor listo para ser servido.—Yahir, por favor, ¿podrías ponerme atención?—Te estoy poniendo atención, abuelo.—Te pregunto una vez más, ¿qué estás dispuesto a hacer para seguir obteniendo todo lo que tienes ahora?— ¿Qué más quieres que haga aparte de que he trabajado desde que tengo memoria?—No digas, estupideces, Yahir, nadie te ha hecho trabajar sino fue hasta hace unos años.—Estudiar lo que no me gusta es trabajo, abuelo. Te lo recuerdo.—Ese fue tu destino desde el momento de tu nacimiento, ya deberías de saberlo.—Abuelo, ¿podríamos acelerar esto? Rodrigo debe de estar esperando por mí.—Que siga esperando, ¿no se da cuenta que es primo y amigo del hombre más importante de la compañía?El gesto de Yahir cambió al momento. Una vez más su abuelo iba a empezar la misma discusión. Molesto, bebi
CAPÍTULO ONCE: EL PRINCIPIO DE LA BATALLA Entre todo lo que pudo haber pensado, entre todo lo que pudo haber chocado en su mundo, entre todo lo que pudo hacer al final, su abuelo le había dicho de un matrimonio. Un maldito matrimonio que iba cambiarlo todo. Yahir no era el tipo de hombre que viera mal casarse pero sí lo veía mal, cuando no estaba enamorado. ¿Quién era ella? ¿Por qué de un momento a otro su abuelo había escogido ese destino para él? Golpeando el volante de su auto mientras continuaba sin rumbo, Yahir aceleró un poco más, cada segundo un poco más, cada minuto un poco más y el coraje que sentía en el fondo de su ser, no cedía no importa cuánto más pisara el acelerador.De todo lo que pudo ser consciente de un minuto s a otro fue de la curva que venía adelante y del auto que, con sus luces blancas y el sonido que emitía al claxon, avisaba que estaba ahí cuando claramente ya era muy tarde para que alguno de los dos pudiera detenerse.Yahir solo vio las luces blancas ser
CAPÍTULO DOCE: DESESPERACIÓN Todo quedó en silencio por un momento, solo miradas que divagaban de la una a la otra, Rodrigo y Yahir eran conscientes de aquellas palabras. No había nada que decir por parte del uno así como del otro, no había nada adelante, no había nada atrás, al final solo una confesión.Para ese momento Rodrigo Ferrer ya podía saber lo que su primo estaba sintiendo. Seguramente eso no había sido más que otro de los caprichos estúpidos que él como nieto del señor Ferrer tenía que cumplir. Por más ilógico que pareciera de ver en ese momento, no había duda, Yahir solo podía estar así de furioso cuando las órdenes de su abuelo iban más allá de lo que hubiera esperado. Solo dos veces lo había visto así, y con esa, ya sumaban tres. Para ese momento ya podía saber lo que él estaba sintiendo, su palabra no valía más de lo un 5% de las acciones de su abuelo podrían valer.Y era por esos momentos que Rodrigo sentía estar bien donde estaba, siendo simplemente la mano derecha
CAPÍTULO TRECE: PEQUEÑO ACCIDENTE —Da vuelta a la izquierda, llegaremos pronto si usas ese camino, siempre es solitario —dijo Yahir desviando a su chofer de la ruta que siempre seguía.Si iban a esa velocidad, seguramente estarían regresando a la empresa en no más de veinte minutos.Y de esa manera, siguiendo las órdenes de Yahir Ferrer, el chofer dio la vuelta por la calle solitaria.Entonces abrí mis ojos, había sentido la vida… de la misma manera que estaba por sentir la muerte llegar a mí ya que en ese mismo momento… mis ojos debieron de abrirse más de la cuenta al ver frente a mí a una camioneta negra.Pensando solo en mi pequeño cachorro, lo tomé con las dos manos, cerrando los ojos. Este era el final.Veinte minutos para que la junta comenzara, todos parecían ya estar solo esperando por la presencia del presidente quien decía que ya iba en camino. Todos estaban listos para ese momento menos alguien, que era el mismo que no aparecía por ningún lado, no importa cuánto ya le hubi
CAPÍTULO CATORCE: SOLO COSAS BUENASFue hasta ese momento donde me di cuenta que realmente estaba cerca de la muerte. Sin que él notara, resistiendo el dolor que el golpe de la camioneta me había dado, sentí mi rodilla y mi codo por encima de las telas, realmente sangraba pero no iba a decir nada cuando gracias a ese accidente en el que por supuesto, pudo haber muerto si la camioneta hubiera ido a más velocidad, iba a sacar el dinero y el alimento para su mascota para todo un mes.Vigilando que fuera detrás la camioneta, María Eugenia pudo seguir adelante. Una sonrisa se dibujó en su rostro. Sin que ella lo supiera, era un instrumento de Dios. El instrumento que él usaba para que todos esos pequeños que habían llegado hambrientos un día al convento, siguieran teniendo un plato de comida enfrente de ellos. Ella podía curarse sola pero aquellos niños necesitaban de alguien que los pudiera proveer. Realmente agradecía al cielo que aquel niño rico que viajaba en una camioneta último mod
CAPÍTULO QUINCE: EL ACCIDENTE SALVADOR Cinco minutos para que la junta comenzara, estaban a muy pocos minutos de dar con los puntos finales que darían paso al nuevo proyecto con el que iban a trabajar ese año, por supuesto que el presidente y su nieto, el heredero de todo cuando el presidente faltara tenía que estar ahí.Todos los lugares ya estaban ocupados, ya solo faltaba que por la misma puerta por la que muchos habían entrado, entrara el gran presidente Ferrer y detrás de él, como siempre tenía que ser, su nieto, el futuro heredero de todo. Inmediatamente, Rodrigo al darse cuenta de eso, marcó de su celular el número de su primo. Él tenía que contestar ahora o de lo contrario., él estaba perdido. S realmente quería que su abuelo no mandara más en sus vidas, si realmente quería que lo dejara actuar por su propia mano, debía de comenzar siendo responsable y creo que eso le iba a costar más que la vida misma.Uno, dos, tres, cuatro sonidos hasta que finalmente, Yahir contestó al