CAPÍTULO NOVENTA Y TRES: DOS PERSONAS DIFERENTES Ambos se miraron como si en sus miradas buscarán la respuesta que les exigía el señor Ferrer pero por desgracia ninguno de los dos sabía donde estaba Maria Eugenia.-¿No piensan responder?- Les preguntó el señor Ferrer.Yahir al igual que el señor Ferrer buscaba una respuesta por parte de Rodrigo. Pero él sin saberlo era el único responsable de la desaparición de Maria Eugenia.-Como ¿En dónde está Maria Eugenia?- Le preguntó Yahir mirando a Rodrigo.-¿Qué…? Ella ¿No está contigo?El tono de su voz sonaba tan desilusionado, tan decepcionado. Tenía la esperanza que ella estuviera con él pero no era así, ella no aparecía por ninguna parte, había revisado su habitación pero estaba vacía, fue a buscar a todos los lugares por los que estaban cerca de la empresa, la busco en los restaurantes cerca pero no había señal de ella. Al ver el miedo y la incertidumbre en los ojos de Yahir pensó lo peor de Maria Eugenia, y ¿Si la habían secuestrado?
CAPÍTULO NOVENTA Y CINCO: ACEPTACIÓN La mirada con la le hablaba de su pasado provocaba que el corazón de Maria Eugenia doliera, parecía tan solitaria triste. -Recuerdo que estaba muy emocionado por comer mi comida favorita, siempre amé todo lo relacionado con la comida del mar aunque mi madre siempre dijera que a veces tenía que comerla con cuidado.- Soltó una leve sonrisa.-¿Amas el pescado?- Le preguntó Maria Eugenia.-Eso es algo que sólo tú lo sabes ¿Entendiste? No se lo digas a nadie.Maria Eugenia asintió y Rodrigo siguió hablando. -Los 3 caminábamos juntos a casa, Stella, mi madre Luz y yo reíamos felizmente. A pesar de que no teníamos mucho dinero éramos felices los 3, era como si Stella fuera mi tía la quería demasiado al igual que mi madre.Parecía que Rodrigo se iba recordando esos momentos con felicidad, para ser honesta nunca antes vio esa mirada en los ojos de Rodrigo. Stella era el nombre de la otra mujer, pensó que esa mujer era su madre pero no era así, mientras e
CAPÍTULO NOVENTA Y SEIS: PARANOIA Después de lo sucedido durante la mayor parte de la madrugada Maria Eugenia y Rodrigo volvieron a casa. La lluvia parecía que estaba por acabar pronto al igual que esa noche.-Lamento todo lo sucedido señor Ferrer- Se disculpó Maria Eugenia cubriéndose con una toalla.-No es tu culpa Maria Eugenia. En todo caso, quien se debería de disculpar es mi nieto.Dirigiendo su mirada a donde estaba Yahir sentada en el sofá sin decir nada le habló.-¿Qué esperas Yahir?Yahir se levantó del sofá para ir donde estaba Maria Eugenia pero al verlo Maria Eugenia solo apretó con fuerza su toalla que envolvía su cuerpo subiendo las escaleras.-Disculpe señor Ferrer creo que mañana hablaremos. Buenas noches, buenas noches Rodrigo…Antes de despedirse de Yahir lo miró por un momento para después subir a las escaleras sin decir nada. Yahir le dolió esta acción de ella, no podía culparla se lo merecía pero si el supiera la razón seguramente no se lo perdonaría. La acción
CAPÍTULO NOVENTA Y SIETE: PEQUEÑO RUBÍ Mientras ambos se dirigían con el abuelo preocupados de lo que podía estar pasando. Rodrigo había olvidado que ese día era especial para él abuelo, al igual que Yahir y bueno Maria Eugenia se podía comprender ya que no llevaba mucho tiempo viviendo ahí pero Yahir y Rodrigo que eran sus nietos…-Disculpe ¿A dónde vamos?- Le preguntó Maria Eugenia.El abogado con amabilidad la miro desde el espejo retrovisor.-Oh, no te preocupes no los voy a secuestrar. Vamos con su abuelo.Maria Eugenia aun sin saber exactamente a dónde se dirigían miró por el vidrio de su ventana. Rodrigo la miraba de reojo, ¿De verdad a ella no le importaba que fuera hijo de una mujer de la calle? Eso era algo que aún no tenían claramente claro.El camino siguió en completo silencio hasta que por fin llegaron a la casa, Maria Eugenia y Rodrigo se miraron entre sí pues ¿Tanto alboroto para volver a casa? Era algo que no era típico del abuelo, si de verdad era un asunto importa
CAPÍTULO NOVENTA Y SIETE: FELICIDAD El silencio se hizo presente en la conversación de Yahir y Victoria, Yahir esperaba una respuesta por parte de su madre.-¿No vas a hablar?- Le pregunto con un tono serio de voz Yahir.Victoria que comía pensando las adecuadas para responderle a su hijo se había quedado en silencio. -A veces incluso una persona como Yo, no viene solo a pedir algo Yahir.-¿Ahora juegas al papel de ser una madre que se preocupa por su hijo Victoria? Vamos, si ni siquiera en el funeral de mi padre te acercaste a consolar a tu hijo ¿Como pretendes que crea eso?Las palabras de Yahir eran tan duras al punto que Victoria tuvo que tragarse el nudo en su garganta.-Regrese por que, necesito que tu abuelo te de todas las acciones únicamente a ti Yahir.Y aunque no mentía esa no era toda la verdad exactamente del por que estaba ahí, existía una razón más importante que esa.-¿Que…? Ahhh..-suspiro- Esa es una razón tan ridícula pero no me sorprende si proviene de una persona
CAPÍTULO NOVENTA Y OCHO: DECLARACIÓN Yahir en el momento en que escuchó esa confesión por parte de Ruby él en lugar de enfrentarse a ella solo salió del restaurante. Se sentía un poco decepcionado, es verdad llegó a apreciar a Ruby pero de repente escuchar eso hizo que su mundo se derrumbara más en pedazos.-¿Confíe la empresa en la que una vez mi padre trabajó tanto en las manos equivocadas? Padre seguro debes sentirte decepcionado de mi ¿Verdad? Lo siento, a veces pienso que un hijo ejemplar como Rodrigo sería lo mejor.Aún cuando su mirada estaba fija en el volante, su concentración no estaba centrada en el volante. Sin darse cuenta conducio por el camino donde estaba la iglesia de Maria Eugenia, y justamente en el lugar donde la conoció se paró de golpe haciendo rechinar una de las llantas.-Genial solo está pasándose a mi…Con rapidez bajo del auto para poder ver a quien estaba apuntando de atropellar. Entonces una vez más apareció Maria Eugenia apartando cualquier emoción neg
CAPÍTULO NOVENTA Y NUEVE: LO VEREMOS Años atrás….-¿Bueno?- Respondió Alessandro.-¿En dónde estás?- Le preguntó el señor Ferrer. -Oh, padre eres tú ¿Qué es lo que necesitas?-Te hice una pregunta ¿En dónde estás? No quiero pensar que estás en el club con esa mujer nuevamente.Alessandro se quedó en silencio por un largo transcurso de segundos hasta que por fin volvió a hablar.- No tengo por que decirte toda de mi vida privada padre. Yo también tengo una vida no puedo estar solo las 24 horas del día metido en tu empresa.-¿Estás con esa mujer?- Le preguntó el señor Ferrer con un tono de voz más serio.-Padre te diré algo, incluso si algún día llego a morir quiero que le des el mismo privilegio que recibe Yahir en la casa a mi hijo. No me interesa si es hijo de una mujer de la calle, lleva sangre Ferrer en sus venas en el momento en que pise esa puerta Rodrigo y automáticamente recibirá el mismo trato que Yahir.-¿Cómo puedes estar tan seguro que lo hare Alessandro?Sin responder A
PRÓLOGOLas campanas de la iglesia ya sonaban, aquellos rayos de sol que habían llegado de una manera especial, un nuevo día estaba por vivirse y es que no se trataba de un día cualquiera, no se trataba de un día por el que se agradecía, ese era un día que cumplía los sueños de dos corazones que nunca creyeron amarse por quienes eran.Mundos opuestos desde un principio, cualquiera que los hubiera visto comenzar aquel dulce y cómica historia de amor jamás hubiera imaginado que sus caminos iban a converger en ese lugar, en ese camino, al final, el matrimonio no parecía ser tan terrible como Yahir Ferrer siempre creyó.Ahora tenía una respuesta, ahora sabía por qué las personas se casaban. No, era una mentira eso que llegó a creer que él que las personas se casaban simplemente por miedo a la soledad, por miedo a que su apellido se perdiera en la nada. Ahora Yahir Ferrer lo veía diferente, las personas no se casaban por miedo a la soledad o que su apellido se perdiera en la nada. Ellos se