CAPÍTULO SEIS: UN PRESENTE ESCOGIDODos camionetas detrás del Mercedes negro que se detenía en ese lugar, el lugar más sencillo, el lugar que sencillamente podía desparece en un mapa, el lugar al que nadie llegaría si no era porque el destino los había llevado hasta ahí. Y de esa manera, el señor Ferre quería creer que había sido llevado, por el destino de su nieto que estaba escrito con la persona que ya debía de esperar por él dentro de ese lugar.— ¿Estás seguro que esté es el convento donde está María Eugenia? —preguntó el señor Ferrer.El hombre adelante asintió. Por supuesto que era ese lugar, él mismo había ido a ese convento dolo para asegurarse que aquella mujer viviera ahí.El señor Ferrer suspiró sin dejar de ver aquel sencillo lugar en donde estaba la nieta de la mujer que él más quiso y que si el destino no hubiera sido tan cruel, sería su nieta también. Quizá él nunca estuvo destinado a estar con la mujer que su corazón había escogido pero si él no lo estaba, su nieto sí
CAPÍTULO SIETE: MARAVILLOSO ENCUENTRO ¿Quién decía que los regalos de reyes magos solo eran para los niños, los niños que se potaban bien? ¿Quién decía que los adultos ya no tenía derecho de recibir ningún regalo de día de reyes? Quien fuera que había dicho eso ya podía saber desde ahora que estaba muy equivocado, los regalos de reyes magos no siempre fueron solamente para los niños que lo merecían, que habían pasado un año esperando por aquel momento, los regalos de reyes magos también podían ser para la gente más desesperanzada, la gente que más necesitaba de un milagro para continuar cuando parecía que ya no se tenían fuerzas para eso.Ir adelante, ir siempre adelante era la meta, y ahora que frente a él aparecía aquel milagro no podía dejarse caer. No en el momento en que la vida parecía decirle que ahora más que nunca debía de continuar.Frente a sus ojos, los mismos ojos que una vez había visto brillar. ¿Qué si la reencarnación existía, que si era posible volver a ver a esa pe
CAPÍTULO OCHO: VERDADES — ¡Bien, me gusta, me gusta! —Dijo Yahir apuntando a las mujeres que pasaban frente a él y que no eran más que las nuevas modelos que acababan de llegar a la agencia.Rodrigo a su lado no hacía otra cosa más que sonreír ante las expresiones de su primo. Todas las mujeres parecían llamar su atención verdaderamente. Y es que nadie podía negar el buen gusto que tenía Rodrigo para escoger a las mujeres que le gustaban a su primo. Siempre sabiendo que su debilidad eran las de cabello rubio y cuerpo casi perfecto. Una vez más su primo había ganado. A Yahir le habían gustado casi todas.— ¿Crees que sigo teniendo buen gusto? —preguntó Rodrigo sabiendo la respuesta de su primo.— ¡Por supuesto, ¿cómo puedes dudar de ti mismo?!— ¿Con qué modelos nos quedamos? —preguntó Rodrigo sacando la lista en donde venía el nombre de todas las participantes.—Bien, déjame pensar un segundo.Y más que pensar en eso, ya se imaginaba quien iba a ser la siguiente en beber con él. Pa
CAPÍTULO NUEVE: PRIMERAS SOLUCIONES No sabía cómo Yahir lo tomaría pero al final, sabía que su nieto iba a tomar la decisión de firmar aquel matrimonio arreglado con la intención de seguir disfrutando de todos los bienes que él le otorgaba. Cuando se ha vivido entre lujos, es difícil renunciar a ello de un momento a otro.En ese momento en que más pensativo el señor Ferrer se encontraba, uno de sus hombres se acercó con mucho respeto, como era siempre de esperarse.—Señor Ferrer —lo llamaron.— ¿Sí?—Su nieto ha llegado.El señor Ferrer sonrió. El momento había llegado. Le importaba poco lo que fuera a decir su nieto, él se iba a casar lo quisiera así o no.—Que pase. Háganlo pasar. —Insistió.Afuera, Yahir permanecía esperando la orden de su abuelo. Las reglas en esa casa eran claras, él no entraba a menos que así lo dijera su abuelo, el hombre que había quedado al mando de todo después de la muerte de su hijo.Desesperado, caminaba de un lado a otro. Sí terminaba de hablar rápido c
CAPÍTULO DIEZ: CONTRAERÁS MATRIMONIO—A lo que venimos, ¿no crees, abuelo? —dijo Yahir levantándose del lugar que estaba usando solo para dirigirse a la mesa central donde siempre había licor listo para ser servido.—Yahir, por favor, ¿podrías ponerme atención?—Te estoy poniendo atención, abuelo.—Te pregunto una vez más, ¿qué estás dispuesto a hacer para seguir obteniendo todo lo que tienes ahora?— ¿Qué más quieres que haga aparte de que he trabajado desde que tengo memoria?—No digas, estupideces, Yahir, nadie te ha hecho trabajar sino fue hasta hace unos años.—Estudiar lo que no me gusta es trabajo, abuelo. Te lo recuerdo.—Ese fue tu destino desde el momento de tu nacimiento, ya deberías de saberlo.—Abuelo, ¿podríamos acelerar esto? Rodrigo debe de estar esperando por mí.—Que siga esperando, ¿no se da cuenta que es primo y amigo del hombre más importante de la compañía?El gesto de Yahir cambió al momento. Una vez más su abuelo iba a empezar la misma discusión. Molesto, bebi
CAPÍTULO ONCE: EL PRINCIPIO DE LA BATALLA Entre todo lo que pudo haber pensado, entre todo lo que pudo haber chocado en su mundo, entre todo lo que pudo hacer al final, su abuelo le había dicho de un matrimonio. Un maldito matrimonio que iba cambiarlo todo. Yahir no era el tipo de hombre que viera mal casarse pero sí lo veía mal, cuando no estaba enamorado. ¿Quién era ella? ¿Por qué de un momento a otro su abuelo había escogido ese destino para él? Golpeando el volante de su auto mientras continuaba sin rumbo, Yahir aceleró un poco más, cada segundo un poco más, cada minuto un poco más y el coraje que sentía en el fondo de su ser, no cedía no importa cuánto más pisara el acelerador.De todo lo que pudo ser consciente de un minuto s a otro fue de la curva que venía adelante y del auto que, con sus luces blancas y el sonido que emitía al claxon, avisaba que estaba ahí cuando claramente ya era muy tarde para que alguno de los dos pudiera detenerse.Yahir solo vio las luces blancas ser
CAPÍTULO DOCE: DESESPERACIÓN Todo quedó en silencio por un momento, solo miradas que divagaban de la una a la otra, Rodrigo y Yahir eran conscientes de aquellas palabras. No había nada que decir por parte del uno así como del otro, no había nada adelante, no había nada atrás, al final solo una confesión.Para ese momento Rodrigo Ferrer ya podía saber lo que su primo estaba sintiendo. Seguramente eso no había sido más que otro de los caprichos estúpidos que él como nieto del señor Ferrer tenía que cumplir. Por más ilógico que pareciera de ver en ese momento, no había duda, Yahir solo podía estar así de furioso cuando las órdenes de su abuelo iban más allá de lo que hubiera esperado. Solo dos veces lo había visto así, y con esa, ya sumaban tres. Para ese momento ya podía saber lo que él estaba sintiendo, su palabra no valía más de lo un 5% de las acciones de su abuelo podrían valer.Y era por esos momentos que Rodrigo sentía estar bien donde estaba, siendo simplemente la mano derecha
CAPÍTULO TRECE: PEQUEÑO ACCIDENTE —Da vuelta a la izquierda, llegaremos pronto si usas ese camino, siempre es solitario —dijo Yahir desviando a su chofer de la ruta que siempre seguía.Si iban a esa velocidad, seguramente estarían regresando a la empresa en no más de veinte minutos.Y de esa manera, siguiendo las órdenes de Yahir Ferrer, el chofer dio la vuelta por la calle solitaria.Entonces abrí mis ojos, había sentido la vida… de la misma manera que estaba por sentir la muerte llegar a mí ya que en ese mismo momento… mis ojos debieron de abrirse más de la cuenta al ver frente a mí a una camioneta negra.Pensando solo en mi pequeño cachorro, lo tomé con las dos manos, cerrando los ojos. Este era el final.Veinte minutos para que la junta comenzara, todos parecían ya estar solo esperando por la presencia del presidente quien decía que ya iba en camino. Todos estaban listos para ese momento menos alguien, que era el mismo que no aparecía por ningún lado, no importa cuánto ya le hubi