Kurt miraba embobado a su hija, le enternecía su ingenuidad, adoraba lo lista que era y se estaba comprometiendo muy formalmente a estar muy alerta con su princesa porque el hombre que, siquiera pensara en acercarse a ella, tendría que cumplir una serie de requisitos, cuya lista era interminable.Su
El sol de ese sábado en la mañana despertó a Kurt al colarse por el ventanal de su sala, no había llegado a su habitación, apenas entró al apartamento se lanzó al sofá y allí se quedó.Carlos Luis entró sigilosamente, pero al verlo despierto le anunció: –Traje café y desayuno jefe.
Sullivan Baker fue acusado de robo, malversación y fraude; se volvió loco cuando lo implicaron como cómplice en la muerte de su esposa y quiso acabar con su vida; su despacho de abogados se cerró y lloró desconsoladamente cuando todo fue reseñado en las noticias por lo que su reputación se hundió en
El regreso al hotel los puso nerviosos a los dos por igual, él sabía que, con solamente un roce de su piel, se encendería; ella reconocía que si la besaba como las veces anteriores se convertiría en realidad lo que su mente ha imaginado tantas veces.Kurt deslizó la tarjeta de acceso mientras ella r
Alanna entró al baño de su habitación y cerró la puerta a sus espaldas, solo en ese momento se permitió sacudirse violentamente, lo que Kurt acababa de hacerle era demasiado para su cordura, la hizo flotar, temblar y gemir solo usando sus dedos.Sus besos fueron salvajes y la encendieron, estaba con
–¿Hasta dónde estás dispuesta a llegar conmigo? –Creo que entregarme plenamente a ti esta noche no estaría mal, a menos que por la mañana no recuerde nada, como la primera vez, donde la única prueba de que tuvimos sexo son los hijos que tuve. –Eso no va a suceder, te prometo
Sus pezones apuntaban directamente hacia él, Kurt retiró los ojos de su busto para recorrer su figura con deleite desde los pies hasta encontrarse de nuevo perdido en sus ojos.Ella le devolvió la mirada con el mentón levantado y su nariz respingada, se mostraba altanera y desafiante, logrando que é
Alanna cerró los ojos y comenzó a narrar lo que esperaba que Kurt le hiciera, él tuvo que llevar su mano hasta su pantalón para frotarse un poco y sentir algo de alivio, mientras ella seguía hablando, hasta que lo último que le escuchó decir fue: –Quiero tu lengua dándome placer y tus de