–¿Hasta dónde estás dispuesta a llegar conmigo? –Creo que entregarme plenamente a ti esta noche no estaría mal, a menos que por la mañana no recuerde nada, como la primera vez, donde la única prueba de que tuvimos sexo son los hijos que tuve. –Eso no va a suceder, te prometo
Sus pezones apuntaban directamente hacia él, Kurt retiró los ojos de su busto para recorrer su figura con deleite desde los pies hasta encontrarse de nuevo perdido en sus ojos.Ella le devolvió la mirada con el mentón levantado y su nariz respingada, se mostraba altanera y desafiante, logrando que é
Alanna cerró los ojos y comenzó a narrar lo que esperaba que Kurt le hiciera, él tuvo que llevar su mano hasta su pantalón para frotarse un poco y sentir algo de alivio, mientras ella seguía hablando, hasta que lo último que le escuchó decir fue: –Quiero tu lengua dándome placer y tus de
Alanna despertó y se encontró sus brazos enredados con los de Kurt, estaba de espaldas a él, pero pegadita a su cuerpo, sentía su respiración pausada, calmada y tranquila, entregado a un profundo sueño que ella no quería interrumpir.Con mucho cuidado quitó el brazo que rodeaba su cintura y se desli
Ambos se encontraron rato después en la sala de la suite, como puestos de acuerdo vestían elegantemente de azul cobalto, sonrieron al verse y se dispusieron a ir al encuentro de los abogados que ya Kurt había contactado mientras se arreglaba, quería todo cronometrado ya que planeaban regresar esa mi
Erin los esperaba ansiosa con la noticia de que ya había preseleccionado tres casas. Luego de saludarlos, se sentó entusiasmada en las piernas de Kurt para mostrarle en pantalla el interior de las residencias y el diseño que ella misma había hecho en cada una. –Mi princesa, ¿tú diseñaste
Los doctores llegaron hasta ellos, intercambiaron saludos, hablaron tanto del tratamiento de Zak como del de Alanna; el médico de esta última no quitaba la vista de ella, algo que no escapó a la atención de Kurt, quien alzó una ceja y tomó a Alanna por la cintura en una clara señal de posesión.Kurt
–Justo a tiempo comenzamos a confirmar nuestras sospechas, así que descarté esa idea definitivamente. –Muy bien hecho, ahora cuéntame algo, ¿piensas casarte con Alanna? –No empieces mamá. Deja a un lado tu vena casamentera, solo voy a decirte que compraré una casa para que vi