Ajeno a la estrategia que había utilizado Indira para “desaparecer”, Kurt mantenía vigilancia en el club y en su edificio para saber si aparecía, la policía también estaba al pendiente porque se hizo la demanda contra ella. Cuando Alanna salió de la habitación de Lynda tenía toda la intención de pa
A la cafetería llegó una enfermera buscando a Kurt y él se alarmó muchísimo pensando que algo malo había ocurrido con su madre, se levantó de la silla como un resorte y no esperó explicaciones, corrió por las escaleras hacia la habitación de Lynda Hogdman. Abrió la puerta de golpe y el médico estab
Necesitaba a su loca amiga Penny, tal vez le daría un consejo descabellado que no seguiría, pero al menos la escucharía y así ella despejaría su cabeza un poco, decidió llamarla una vez preparara a los pacientes que recibirían tratamiento durante su turno. –Hola mi querida y perdida vec
Cuando Alanna se encontró con Kurt, este acompañado de Carlos Luis, ya había organizado a los escoltas de ella junto a los de él, además, despidió al chofer con el automóvil para Alanna, ya que se encargaría de llevarla a su casa luego de su reunión. –Definitivamente eres un mandón cont
Apenas subió al automóvil dejó salir las lágrimas que estaba conteniendo mientras discutía con Kurt, ¿por qué le dolía tanto esa decepción?, después de todo lo sucedido con su propio padre, no debería extrañarle que alguien ajeno a su familia también actuara maliciosamente con ella. Se restregó los
Alanna comenzó a dar vueltas en la cama, estaba furiosa con Kurt y con cada segundo despierta su rabia aumentaba, a su mente vino su amiga y vecina Penny, pero consideró que ya era muy tarde para llamarla, así que abrazó su almohada y rogó por dormirse. Al despertarse se sentía agotada física y men
Al llegar a la casa en la tarde, Zak y Erin estaban trabajando en unos proyectos orientados por Conrad Gregg, al verlos tuvo que recordar la vez que Kurt estuvo ayudando a Zak con una maqueta, sin saco, todo lindo con la camisa pegada a su torso; sacudió la cabeza y se acercó a saludarlos.
El tiempo inexorablemente comenzó a transcurrir, Alanna asistía cada día al hospital para hacerle sus terapias a doña Lynda, ya respondía un poco más, aunque el tratamiento para las piernas le resultaba bastante doloroso, afortunadamente tenía muchas ganas de mejorar y soportaba estoicamente todo lo