En la sala de espera, Jay seguía de pie, ahora con las manos en los bolsillos y pensativo, captó perfectamente que Indira había dedicado tiempo a investigar a Alanna, si lo que le dijo es verdad, no es relevante para él, aunque sí para su hermano, sin embargo, también sabe que Indira hablaba desde l
Ella no agregó nada más y fue él quien interrumpió su silencio para decirle: –Alanna, sé que por ahora estás bien aquí, el señor Gregg me habló de lo mucho que te aprecia, pero también puedes contar conmigo, en cualquier momento, sin importar hora o lugar. –Gracias señor Ho
La reacción de Kurt fue tomar por un brazo a Indira y hacerla devolverse sobre sus pasos, Alanna se quedó mirando la espalda de Kurt, pero él antes de cerrar la puerta le dedicó una mirada que ella no supo descifrar. No quería pensar, no deseaba ponerse a interpretar lo que él le dijo con sus ojos,
Diego Armando fue el primero en descender del auto, seguido de Carlos Luis. La zona estaba rodeada de funcionarios policiales, Jairo, el chofer, le pidió a Kurt que bajara con él y caminaron directamente a otro vehículo que llevaron especialmente para su uso; desde el asiento trasero del nuevo auto
–No, otra acción de Indira para presionarme, esta mañana me amenazó porque me encontró en la habitación de mamá con Alanna. –Esa mujer perdió la razón –exclamó Luke–, le prohibiré la entrada al hospital, no volverá a acercarse a mamá. –Ahora que mencionas a mamá –intervino
En un breve descanso en su trabajo de la tarde y mientras devoraba un sándwich, Alanna se enteró por el noticiero del asalto a Kurt y de inmediato lo llamó preocupada: –¿Estás bien? –Sí, sí, tranquila, el automóvil está blindado y me protegió. –¿Crees prudente salir
Alana apareció en la cocina con el cabello suelto y húmedo, oliendo a flores frescas y vistiendo un enterizo unicolor que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, Kurt la recorrió con sus ojos de pies a cabeza y aspiró una bocanada de aire, para no acercarse, rodearla con sus brazos y comerle la boca.
En la mañana siguiente, Kurt estaba más apurado que nunca por ir al hospital, de solo pensar en encontrar a Alanna allí era motivación suficiente para el viaje que antes se le hacía pesado por saber que su madre estaba allí, tendida en una cama sin reacción evidente. Él se encontró con su hermano J