Mientras Kurt sostenía esa conversación con su jefe de seguridad, Alanna estaba en la habitación de Lynda Hogdman con el doctor Cameron, Jay, Galiana y Katharina, ya ella estaba al tanto de toda la situación médica de la paciente y exponía su plan de trabajo, los Hogdman la escuchaban atentamente y
Lamentablemente Indira no era una persona que atendiera consejos, siempre actuaba por impulso, caprichosamente, sin sentido común, le importaban muy poco las consecuencias de sus acciones, así que se volvió a subir a su automóvil y enfiló a toda velocidad hacia el hospital. Llegó al piso donde esta
En la sala de espera, Jay seguía de pie, ahora con las manos en los bolsillos y pensativo, captó perfectamente que Indira había dedicado tiempo a investigar a Alanna, si lo que le dijo es verdad, no es relevante para él, aunque sí para su hermano, sin embargo, también sabe que Indira hablaba desde l
Ella no agregó nada más y fue él quien interrumpió su silencio para decirle: –Alanna, sé que por ahora estás bien aquí, el señor Gregg me habló de lo mucho que te aprecia, pero también puedes contar conmigo, en cualquier momento, sin importar hora o lugar. –Gracias señor Ho
La reacción de Kurt fue tomar por un brazo a Indira y hacerla devolverse sobre sus pasos, Alanna se quedó mirando la espalda de Kurt, pero él antes de cerrar la puerta le dedicó una mirada que ella no supo descifrar. No quería pensar, no deseaba ponerse a interpretar lo que él le dijo con sus ojos,
Diego Armando fue el primero en descender del auto, seguido de Carlos Luis. La zona estaba rodeada de funcionarios policiales, Jairo, el chofer, le pidió a Kurt que bajara con él y caminaron directamente a otro vehículo que llevaron especialmente para su uso; desde el asiento trasero del nuevo auto
–No, otra acción de Indira para presionarme, esta mañana me amenazó porque me encontró en la habitación de mamá con Alanna. –Esa mujer perdió la razón –exclamó Luke–, le prohibiré la entrada al hospital, no volverá a acercarse a mamá. –Ahora que mencionas a mamá –intervino
En un breve descanso en su trabajo de la tarde y mientras devoraba un sándwich, Alanna se enteró por el noticiero del asalto a Kurt y de inmediato lo llamó preocupada: –¿Estás bien? –Sí, sí, tranquila, el automóvil está blindado y me protegió. –¿Crees prudente salir