Luggina cerró los ojos hundiéndose en el más profundo de los sueños.Al igual que Lucciano, estaba profundamente dormido.Era un encuentro de almas. Sintió como salió de su cuerpo, se levantó de su cama y se miró ahí acostada.Lucciano vivió la misma experiencia, sintió salir de su cuerpo y mirarse dormir.Salió de la habitación, bajó al jardín lleno de flores, el aire era perfumado por ellas, a lo lejos un resplandor blanco y brillante se acercaba, no distingue bien, era parecido a un ángel, pero la miró bien.—¡Pequeña bruja! Te estaba esperando. — Expresó Lucciano con una sonrisa — Vine a tu encuentro, siempre vendré a nuestro encuentro. — Contestó Luggina estirando su mano en dirección para tomar la de él.—Y yo siempre te voy a esperar aunque pase el tiempo, siempre esperaré por ti. — Dijo tomando su mano y colocando un mechón dorado detrás de su oreja.Caminaron tomados de las manos por el jardín que de pronto fue un lugar desconocido, llegaron a un lugar donde había un castil
Luggina salió de la mansión con Miguel Ángel, pues ese día visitaría a su mejor amiga.— Vamos a tu departamento, quiero ver a Bianca.Su teléfono sonó y le reflejaba Francesca.— ¡Hola Fran! — Contestó Luggina.— Hola Lugg. ¿Como estás? ¿Vas donde Bianca? Voy con Nicolle a visitarla. — Preguntó muy animada Francesca.— Si allá nos vemos. Los chicos que no vayan. Será una mañana de chicas. — Responde entre risas Lugg cortó la llamada y salieron con dirección al departamento de Miguel Ángel.Lucciano luego de tomar su baño se dispuso a visitar a Anna y Valentino.— Lucc, que bueno tenerte aquí hoy.— Son mi familia y me tendrán que soportar de ves en cuando, y más si te estoy supliendo en el trabajo.— Eso ya está arreglado. — Esa noticia le dio un mal sabor de boca a Lucciano. Terminaría su tiempo como maestro de la universidad.— ¿Me estás diciendo que ya no me necesitas? ¿Que mi tiempo se terminó y ya.?— Cuando te lo propuse, pusiste el grito en el cielo, no querías. ¿Que cambió
Pasaron la tarde en el spa y ya después fueron al salón donde empezarían a maquillarla a todas.Bianca aún no procesaba la idea de que su amiga y el profesor tuvieran una relación.— ¿Te pasa algo Bianca? — Le preguntó Francesca al verla algo distraída,— Nada Fran, es solo que se me vino a la cabeza mis padres, ellos no me han buscado hasta ahora.— Tranquila mi Bia, nosotras te cuidaremos si ya no quieres estar con Miguel Ángel.— Y quién te dijo que no quiero estar con mi daddy.Todas rieron al escuchar la forma en la que Bianca llamó a Miguel Ángel.— Por lo visto hoy es el día de las distraída, Nicolle está en las nubes también.— ¡Disculpen! Es que no sale de mi cabeza Dante.Todas miraron y dijeron al unísono.— ¿¡Dante!?— ¡Si! Dante, Dante Berlusconi.— ¿Y que tiene mi hermano? Nicolle.— ¡Es un bruto! Todos miraron a Nicolle por como de expresó de Dante.— ¿Por qué es un bruto? ¿Que te hizo? Preguntó Francesca.— Nada, continuemos con lo nuestro que ya casi es hora y todaví
Separaron sus labios por la falta de aire, se miraron fijamente a los ojos y el mundo desapareció a su alrededor.Lucciano unió nuevamente sus labios a los de ella, Luggina respondió dándole paso a esa lengua nuevamente.Y de pronto llegó a ella esos pensamientos sobre el contrato." Nada es real, frente a todos tenemos que aparentar que nos amamos"Cerró los ojos y apretó con fuerza sus dientes mordiendo el labio inferior de Lucciano, hasta hacerlo sangrar. Luggina se separó de él — Me tengo que ir. — Dijo mirando el labio de Lucciano herido.Lucciano unió su frente a la de ella, luego acunó su rostro entre sus manos, y con el pulgar limpió un hilo rojo de sangre en los labios de ella.— Estamos destinados, ahora unido por nuestro beso rojo, por qué en tu boca está mi sangre y eso nos unirá de por vida.— ¿Sabías que estás loco. Verdad? — También eres la primera en decirme lo ¿Sabías? Y si lo estoy, es por tu culpa, pequeña bruja.— ¡Bruja! Bruja tu conciencia.Luggina se soltó d
Lucciano se fue a donde estaba Dayanara de la torre, esa había sido la madre de su hija.Llegó al edificio donde tenía su penthouse. Y ahí estaba esperando lo." ¿Como carajo supo donde vivía? "Estación el auto y se dirigió a donde estaba ella.— ¿Que haces aquí? ¿ Cómo supiste donde encontrarme?— Eso no viene al caso, Lo importante es que estoy aquí. Necesito arreglar las cosas contigo.— ¿En qué planeta vives mujer? ¿Acaso no escuchaste lo que dije anoche en público?Sí lo escuché, pero no creo no una sola palabra, tú no puedes estar interesado en una muchachita.— No es una muchachita, es una mujer y será mi mujer, así que o me dices a que vIniste o te vas.— No puedes tratarme así Lucciano, soy tu mujer. Lucciano la miró con tanto coraje, ver el cinismo tan grande de esa mujer lo llenaba de odio. Su traición dolía, no por que al aún la amara, si no por el dolor de saber que no pudo ayudar a la pequeña Luz María.Flash Back—Señor, la reunión será en diez minutos, solo fa
Luggina salió echando humo por lo furiosa que iba.Llegó al estacionamiento subió al auto donde la esperaba Miguel Ángel.— ¡Vamos Miguel Ángel! ¡vámonos ya! — Prince, ¿Que te sucedió ? ¿Lucciano se propasó contigo?— Lo odio Mig. Detesto a ese hombre. No lo soporto. Lo voy a matar.El enojo de Luggina era tanto que frunció sus labios y apretó sus puños tan fuertes.— Cálmate peque, calma y dime qué te hizo. Podrá ser muy.Luggina lo interrumpió y respondió.— Se estaba besando con la mujercita esa. Expresó Luggina con los dientes apretados. Miguel Ángel la miró por un momento y siguió con la mirada al frente, apretó sus dientes para no reír. Pues esa Prince que llevaba ahí no era esa de siempre, esta era una mujer explotando de rabia y celos por ver a su prometido besándose con otra.— Prince. ¿Te puedo preguntar algo?. Luggina sin mirar respondió.— Dime Mig.— ¿Acaso estás celosa?Luggina lo fulminó con la mirada Miguel Ángel levantó su mano en forma de redención .— No dije ni p
Lucciano luego de pedirle a Dayanara que se fuera, subió a su habitación y se quitó la ropa y decidió darse un baño. Se arregló para ir a la mansión Pierre, donde Alessandro y Stéfano les pidió que estuviera presente.Todo ocurrió con tranquilidad hasta la hora de irse.Lucciano y Luggina en un completo mal entendido del cual él no tenía idea de lo que pasaba por la cabeza de Luggina.La subió a su auto y se la llevó sin dirección exacta.Lucciano manejó sin importarle los berrinches de Luggina.— Puedes hacer el favor de parar el auto ¿quien te crees que eres? ¡Quiero bajarme de este auto!Lucciano manejaba como si no escuchara nada siguió con la mirada al frente.— ¡Que pares el auto carajo!Lucciano la miró y continuó.Luggina no dándose por vencida, siguió maldiciendo. Lucciano llegó a la casa de la playa, se bajó del auto y ayudó a Luggina.— Por favor vamos hablar.— Tu y yo no tenemos nada de que hablar, no tenemos una relación que arreglar, simplemente es un contrato que cump
Lucciano recibió a la familia Pierre y Berlusconi que llegaron al mismo tiempo.— ¿Lucciano cómo estás? ¿Que le sucedió a mi hija?.Preguntó Pierina.Todos esperaron respuestas.— Estábamos en la playa y se torció el tobillo, nada grave.Lucciano caminó para subir a la habitación de Luggina, pero nunca se imaginó encontrarla así.Luggina estaba de espaldas solo en bragas, pues estaba lista para meterse al baño, no había reparado en el tiempo transcurrido.De pronto escuchó abrirse la puerta, se gira de una, y cae de bruces.Lucciano corrió y la alcanzó para que no se golpeara— ¡Te tengo! — Luggina estaba encima de él, sin ropa, sintiendo las manos de Lucciano sobre su espalda, su piel ardía y sus ojos estaban conectados en esa mirada magnética.— ¡Suéltame! — Titubeó Luggina tragando grueso.Lucciano subió su mano muy despacio por esa espalda tersa, sin dejar de mirarla, y agarró su nuca y la guió hasta su boca, uniendo sus labios en un profundo beso. Lucciano saboreo cada beso qu